Filomena no entendía lo que hacía el dragón, pues al ser dragón, al sentirse amenazado debía atacar. La princesa cogió aire y lentamente enfundó su espada frente al dragón y le dijo:
- Oh, dragón, no entiendo tu respuesta, pues tu al ser dragón, al sentirte amenazado debes atacar.
- Oh, linda chica de que sirve ya seguir aquí solo, sin nadie que me quiera, sin nadie a quien amar. -dijo el dragón.
- Y, ¿Por qué no te ama nadie? -preguntó Filomena.
- Yo una vez fui persona, pero por desagradecido y malo me convirtieron en dragón para enseñarme a comportarme.
- Entonces tú eres el príncipe dragón. -dijo Filomena.
- Así es -respondió el dragón-, si no te importa, me gustaría poder acabar con mi desgracia haciendo algo bueno por una vez.
- Y, ¿por qué ahora?, y no antes. -le contestó Filomena.
- Porque ahora me he dado cuenta lo mala persona que he sido, estar solo por muchos años te da tiempo suficiente para pensar.
- Y, ¿por qué conmigo y no con el resto de personas que han subido aquí?
- Porque tú has sido la única que realmente ha dudado en si había sido buena idea subir y hacer la misión. -respondió el dragón.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Filomena.
- Leo mentes, poderes de dragón. -respondió el dragón.
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La princesa y el dragón
FantasiaManolo era un príncipe que no tenía modales; para enseñarle a comportarse, una bruja decide convertirle en un dragón, y así que aprendiese a ser buena persona. No se volverá a convertir en humano hasta que una princesa llamada Filomena emprende un v...