Capítulo 18.

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personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

pequeña esperanza para un castigo sin fin - capítulo 18.

de la nada el cuerpo del son se había quedado paralizado, sus ojos no pestañearon mientras señalaba a la chica que apenas se enteraba de lo que había causado, el calor del momento cesó y poco a poco el Son parecía retomar su aliento.

--gokú-kun?.-- interrogó en un intento para traerle en sí a la vez que se acercó nuevamente a sus labios, dispuesta a no dejar morir aquel momento tan íntimo, pero cuando el rostro de la demonio se acercó al suyo pudo regresar completamente a la realidad y sin pensarlo dos veces apartó de un empujón a akeno.

--no puedo!.-- explicó con voz temerosa, resbaló de la cama y terminó en el suelo ante los ojos atónitos de la chica. --go-gokú...-- musitó, tal vez comprendió que había llevado las cosas demasiado lejos repentinamente, observaba como los luceros negros del saiyajin le señalaban con un miedo que nunca había enseñado a ella ni a nadie, pero no habría cómo culparla, después de todo gokú era consciente que no podía actuar de forma tan egoísta con la bella mujer que ahora sabía que le había guardado esos sentimientos todo este tiempo.

él no puede ser feliz, eso siempre le había quedado claro después de tantos sucesos, ni mucho menos podría ofrecerle dicho sentimiento a la demonio, porque todo lo que viene de él no son más que desgracias.

--por qué?.-- interrogó ella, no entendía nada de lo que le pasaba en realidad, creía que después de todo este tiempo él también la quería por como actuaba con ella, pero la respuesta que solicitó fue simple. --no puedo akeno, no puedo.-- le contestó, apartó la mirada del cuerpo de la chica, mismo que ahora se bañaba con más claridad por la luz de la luna, se sentía miserable por permitirse siquiera tocar la piel de la demonio solo para al final terminar de esta manera, no era justo para akeno. --pe-perdóname.-- le susurró una última vez antes de desaparecer de la vista de la demonio.

lo único en lo que pensó fue en salir del lugar, se hizo en su mente la imagen del sitio en que conoció a asia, no obstante olvidó por completo que sus sentidos no servían totalmente a su voluntad, no le obedecerían y el destino comenzaría a pasarle una mala jugada, porque para cuando se dio cuenta se estrelló fuertemente contra el suelo de algún sitio.

--¡¿quien anda ahí?!.-- interrogó una voz muy conocida, en su mayoría el recinto estaba completamente oscuro, apenas si una lámpara iluminaba su escritorio, ella solo pudo escuchar el fuerte estruendo que se originó en la habitación, fue tan repentino que se llevó un gran susto, aunque cuando de en medio de la oscuridad notó esa cabellera un alivio nació en ella.

--vaya forma de entrar goku-san...-- con una risita la grémory comentó, con delicadeza frotaba un poco de algodón empapado en alcohol sobre la frente del chico, todo fue tan rápido que incluso él no pudo prevenirlo. --solo estoy algo distraído...-- comentó en voz baja, aunque había cumplido con su objetivo de huir, no se esperó terminar nuevamente en el club del ocultismo, ni mucho menos que la grémory aún estuviera en ese sitio a altas horas de la noche.

--bueno, deberías tener cuidado, al menos el golpe no es grave.-- comentó, pues la piel del chico apenas se había raspado, incluso notó como la herida se curó por si misma momentos después, no supo si la poca luz le hizo alucinar.

Agitó su cabeza tratando de olvidar eso, la chica se había preocupado, no era normal que alguien apareciera así de la nada y estrellándose contra el suelo del lugar.

los gestos de la pelirroja terminaron, el Son solo asintió en señal de agradecimiento, pues las cosas en las que pensaba lo mantenían alejado de la realidad. --deseas algo de té?.-- interrogó, pregunta que le ayudó a poner los pies en la tierra, al menos por un momento.

PEQUEÑA ESPERANZA PARA UN CASTIGO SIN FIN (goku en dxd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora