CAPÍTULO 8: REUNIÓN Y VIAJE

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Narra Bowsette:
Bien, ayer nos divertimos bastante, debo admitir que desde que he reformado las leyes del Reino, las cosas han mejorado mucho, incluso la feria es muchísimo más loka y entretenida, ¡ME ENCANTA!

En fin, ya casi llegamos a Sky City para esta reunión, solo espero terminar rápido con esta porque aún es tedioso tener que aguantar ciertas estupidas y uno que otro tonto.

Ahora que lo pienso, no sería mal pegarme un viaje relámpago junto a Mario a Isla Delfino, o tal vez a Nueva Donk...

Sería interesante hacer tratos con la idiota de Pauline, aunque toca tratar este tema con pinzas; desde que fue secuestrada por Donkey Kong ha tenido parte de ese trauma y se ha vuelto algo rara y misteriosa.

Pero bueno, al parecer ya llegamos...

Ya en camino por el pasillo del templo:

-¿Cómo crees que nos reciban Luigi y Boosette por el regalito que les dimos ayer?- preguntó Mario a la rubia con un poco de picardía en su mirada.

-No lo sé, y la verdad no me importa, ahí tienen su castigo por pasarse de listos con nosotros UFUFUFUFU... recuerda, querido, nunca me provoquen, porque sabrán quien es la verdadera Reina Koopa- contestó la chica dragona mientras soltaba unas carcajadas de malicia.

-JIJIJIJI... Eres un caso serio, dragona- espetó el bigotudo.

-Y por eso te encanto tanto, Leprechout- respondió la rubia con coquetería.

-Ejem... E-Estooo JIJIJI...- balbuceó Mario mientras se ponía tan rojo como su gorra.

-¡¡HEY, GUARDEN ESO PARA EL CONCURSO DE TALENTOS EN SU HABITACIÓN!!- contestó una agudisima voz.

-¿Eh?- Mario y Bowsette voltearon su mirada al lugar de dónde venía el grito, quedando algo atónitos pero a la vez con ganas de...

-¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!-

-¡Ya callense, que no es gracioso!- afirmó la dueña de esa dulce voz.

-Pero es que te ves muy tierna, pequeña... De solo verte me dan ganas de agarrarte esos cachetitos y quitartelos- contestó Bowsette enternecida y a la vez burlona.

-¡AWAWAWAWA! ¡Esto es tan vergonzoso!- contestó otro con voz aguda.

-JAJAJAJAJA, mírate nomas, hermano me recuerdas nuestras viejas aventuras en Dino Land- decía el bigotón de gorra roja con algo de picardía.

Si, esas dos personas eran Luigi y Boosette aún transformados en niños.

Luego, hubo un pequeño silencio mientras las demás Reinas de la Alianza veían esta escena como una comedia dantesca.

-¿Que no se supone que el efecto se iba a ir en un día, enano?- le susurró la Reina Koopa a Mario.

-Parece que nos equivocamos y les dimos el súper minihongo azul- respondió Mario.

-¿Que putas quieres decir con eso? ¿Se van a quedar así toda la vida?- susurraba Bowsette con algo de desespero.

-No, al parecer este los dejara como niños por un mes... No digamos nada y finge sorpresa- respondió el fontanero improvisando un plan.

-De acuerdo, espero que funcione- respondió la chica dragona.

-¡Ohhh... Pero que desgracia Luigi, Boosette, ¿Hay algo que podamos hacer por ustedes, amigos míos?!- exclamó el Bros mayor en voz alta.

-¡Si, irsen al infierno! ¡GRRR!- respondía la chica fantasma con un tierno puchero.

-Pero si allá vivimos, ¿Cierto, querido? UFUFUFUFU- dijo la rubia con coquetería mientras tomaba el mentón de Mario, que empezaba a sufrir un pequeño sangrado nasal.

BOWSETTE Y UN MANDATO UN TANTO ALOCADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora