͡°❥ •ᕗ20

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Metió ambas de sus manos en el pantalón blanco al mismo tiempo que jadeaba de placer al sentir la brisa fresca que corría en el pequeño parque en el que se encontraba, golpeando dulcemente su rostro.

Hace ya varios minutos atrás, después de haber recorrido un trayecto largo para algunas personas y corto para él, había llegado a su destino, en el despacho le habían atendido demasiado bien, ya que la mayoría lo conocía, pues del hecho de haber vivido en un lugar ajeno a Asia, no significaba que desapareciera del mapa.

Había mandado las solicitudes a tres de las academias más prestigiosas en la ciudad, ahora sólo quedaba esperar a ver quien lo aceptaba.

Se había graduado con honores de la Universidad Global Cyber University, por lo cual estaba más que seguro que lo aceptarían en una de las 3.

Solo esperaba que no fuera tan lejos.

—Park Jimin?—La voz de una mujer le saco de sus pensamientos, haciendo que se detuviera de inmediato buscando de donde llegaba aquella voz.

La chica que le llamó se acercó a él, con un bolso negro, su pelo azabache y largo resbalando por sus hombros hasta su espalda, su flequillo tapando un poco de sus ojos y su vestimenta contando con una playera blanca con franjas delgadas negras, traía un pantalón de vestir color celeste y unos tacones crema.

Era bonita.

Lisa se acercó a él con una sonrisa en su rostro.

—Si, soy yo. —Respondió Jimin algo confundido. —Y eres…

—Oh, soy Lalalisa Manobal.—Respondió con una reverencia, la sonrisa seguía en su rostro, bajo su bolso tomándolo solo de la correa y dejándolo en el suelo. 

—Uh, conozco ese nombre. —Respondió recordando como su madre le contaba de vez en cuando lo que pasaba en las empresas.

—Enserio?

—Claro, pero no te conozco del todo solo me suena tu apellido.

—uh, mi padre también es un hombre de empresas así que. —Se encogió de hombros mientras con su mano derecha movía hacia atrás algunos de sus cabellos y bajaba la mirada con una sonrisa para después subirla de nuevo, todo al mismo tiempo.

—Si, que gusto conocerte entonces.

—No te apresures, bueno, pronto sabrás más de mi, tal vez, me tengo que ir, mi novio me espera.

Sonrió para darse la vuelta y  colocar de una manera algo brusca en su hombro.

Jimin la vio avanzar hasta un árbol, donde lo esperaba un auto negro.
El desvío su mirada para seguir caminando, pero al dar unos pasos sintió pisar algo.

En cuanto levanto el pie, vio algo dorado, una tarjeta.
Entonces fue que reaccionó.

—Se le a caído la tarjeta de crédito. —Susurro mientras la veía y a los segundos levanto la cabeza, seguidamente de empezar a correr. —Señorita! —Grito para que esta lo escuchará pero estaba lejos y cuando llegó al árbol el auto ya había desaparecido.

—Diablos, ahora qué haré?—Se preguntó a si mismo sobando su frente, se veía nueva y para ser de oro debía contener mucho dinero.

The Jeon Spouses (kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora