The Jeon Spouses (kookmin)

͡°❥ •ᕗ32

Después de haber terminado la cena, la cual fue hecha por Jungkook, Jimin había subido a la habilitación por si solo sin la ayuda del castaño, pues este se había quedado lavando los trastes que habían utilizado.

De un cajón saco su bóxer y fue directo al armario que hasta ahora compartía con Jeon, de este saco una linda pijama de ceda color rosa colocándola en la cama y se dirigió hacia el baño colocándose unas sandalias negras.

Se metió bajo la regadera y comenzó a tallar su cuerpo, una vez finalizado su aseo personal seco todo su cuerpo y enrollo la toalla a su cintura para salir del baño.

Tomo su crema corporal de un cajón, una vez haberse puesto la ropa interior, se sentó en la cama para retirar la toalla de su cuerpo y comenzar a masajear sus piernas con el contenido del envase en sus manos.

Estaba tan concentrado en su labor que no escucho los pasos cerca de la habitación y prontamente el pomo de la puerta girarse para dar paso al cuerpo de Jungkook.

El castaño entro al cuarto viendo el cuerpo delgado del peli-azul el foco blanco de la habilitación iluminaba perfectamente su figura, esa figura que había tocado hace unos días y que moría por tocar cada minuto, cada segundo y cada día de su vida.

Jeon ya no podía seguir negándolo, estaba deseando a Park Jimin como jamás había deseado a otra persona, en su mente siempre comparaba a Lisa con el enano y terminaba con la conclusión de que Jimin siempre era mejor, a pesar de no conocerlo del todo bien y que solo haya conocido una versión gruñona de su esposo sabia que este se mostraba así por que el mismo había tenido una iniciativa negativa con el desde el primer día que lo conoció.

En esos días tratándose de forma diferente había conocido una nueva actitud de él y se había dado cuenta de lo cálido y amoroso que era, le había gustado como lo trato y siendo sincero con su corazón, sentía esa felicidad en su cuerpo que desde hace mucho no sentía.

Jeon había aceptado sus sentimientos hacía Jimin y en ves de sentirse como la peor persona del mundo, sus sentimientos se sentían correctos, se sentía bien con lo que sentía y a pesar de que sabia que Lisa ya no formaba parte de su mente en este instante se daba cuenta de que jamás la amo, por que lo que sentía ahora no se comparaba en lo mas mínimo de lo que había sentido con ella por que estaba seguro que la atracción que sentía por Park era mucho mas especial que la atracción que había sentido por la chica.

Comparaba los besos y definitivamente los que se daba con la chica jamás fueron especiales, por que cuando ambos estaban sobrios solo eran tapones de segundos y cuando estaban ebrios siempre fueron duros y secos esos besos que duraban minutos y cuando él estaba listo para avanzar, Lisa terminaba llorando y alejándolo de ella repitiendo una y otra vez que no podía, no podía por que su corazón no lo aceptaba.

Por eso mismo dio pasos lentos hasta llegar al borde de la cama y acercarse al cuerpo descubierto hasta tocar los suaves hombros que poseía el bello ser que dio un respingo al sentir sus manos, pero que sin embargo tampoco tuvo la fuerza para apartar.

Ladeo su cabeza y beso lentamente el blanco cuello del contrario, Jimin suspiro al sentirlo y recostó su cabeza en su pecho inconscientemente.

—Huele deliciosos aquí.—Susurro y Jimin sintió el aliento chocar con su piel hasta erizar cada vello de su piel.

Jeon bajo la mirada y dejo otro beso en su hombro.

—Me dejas ayudarte? Se ve complicado. —Murmuró bajando su mano izquierda para pasarla por parte de su axila y recorrer toda la extensión de su cintura hasta llegar a su cadera y resbalar por una de sus piernas.

Jimin vio su movimiento en ese momento se cubrió con la toalla y se sentó correctamente separándose del cuerpo contrario.

-—Qué crees que haces?