Ambos habían salido de la tienda yendo en dirección al río, a una de sus corrientes diferentes, una más amplia que la que había detrás de la casa de Namjoon.
La capa del príncipe estaba sobre los hombros de Namjoon, su pantalón estaba arremangado y sus pies se encontraban dentro del agua cristalina.
Seokjin también se había arremangado su túnica hasta las rodillas, descubriendo sus pies e imitando las acciones del menor.
Ambos estaban sentados q la orilla del río, admiraban en silencio el cielo, las estrellas y la luna blanca resplandeciente tras el paso del muy nombrado y temido eclipse.
Namjoon nunca había visto el espectáculo y quedó maravillado al verlo, viendo la coloración rojiza y el cambio que se producía en el cuerpo celeste.
A pesar de no ser tan relevante y tal vez simple a la vista por ser un proceso necesario, a él lo emocionó mucho.
—– Esa estrella es linda —– dijo el menor señalando una brillante, grande y apartada de todos los tumultos esparcidos en el cielo ya no tan oscuro sino con otros matices proclamando el pronto amanecer.
—– En ella están las talesas —– respondió Jin.
—– ¿Las talesas?
Jin asintió —– Son como los ojos del dios de la Luna. Alejados de todos, vigilando el sueño y descansar de los habitantes, de los seres vivos. Bendiciendo y otorgando gracia en la naturaleza —– lo miró —– Nosotros no podemos bajar, nos es prohibido. Para eso están ellas, cada noche que veas el cielo las verás en el mismo lugar. Cada región tiene una talesa, la reconocerás porque todas las constelaciones y estrellas cambian de posición menos ellas.
Namjoon volvió a mirar al cielo “Siempre están allí”
El silencio cómodo entre ellos dejó que fluyera el cantar de los pájaros, la coral iniciaba su rutina vespertina, afinando para lo que sería el cantar mañanero.
—– No quiero que te vayas —– soltó el menor sorprendiendo al pelinegro por tan repentina declaración.
—– No quiero irme —– sonrió tristemente —– Cada vez que venía deseaba ver a alguien, conocer a algún habitante. Siempre vagaba por las aldeas solitarias y frías. No había motivo para quedarse, terminaba todo lo que debía hacer y luego esperaba ansiosamente la hora de mi partida —– dijo cabizbajo —– Ahora, te encontré. Encontré mi faltante, no solo alguien con quien hablar ahora, sino con quien quiero hablar por el resto de la eternidad.
La timidez y el sonrojo se hicieron presente en Namjoon, se mordió su labio inferior intentando no sonreír “Es la declaración de amor más hermosa del mundo” de pronto se quedó estático “¿Se acaba de declarar? No puede ser. ¿Qué tengo yo?
Tomando una profunda respiración, Seokjin se atrevió a mirarlo a los ojos.
—– Namjoon, si te pidiera venir conmigo, a mí reino y conquistarte de la manera debida, que te guste de la manera correcta, porque sé que no te gusto ni sientes lo mismo que yo… ¿Lo harías?
ESTÁS LEYENDO
sᵒⁿ ᴏᶠ ᴛʰᵉ ᴍᵒᵒⁿ [ɴᵃᵐᴊⁱⁿ]
FantasiEʟ ʜɪᴊᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜɴᴀ ᴄᴏɴ ᴜɴᴀ ʙᴇʟʟᴇᴢᴀ ɪɴᴍᴀʀᴄᴇsɪʙʟᴇ. Eʟ ᴀʟᴅᴇᴀɴᴏ, ɴᴀᴛᴜʀɪsᴛᴀ ʏ ᴅɪsᴛʀᴀɪ́ᴅᴏ. Uɴᴀ ᴍᴀʟᴅɪᴄɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴀɴ̃ᴏs. Oᴄʜᴏ ʜᴏʀᴀs. Uɴᴀ ɴᴏᴄʜᴇ. Dᴏs ᴀʟᴍᴀs ᴜɴɪᴅᴀs ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ɴᴀᴄᴇʀ. Eᴍᴏᴄɪᴏɴᴇs sɪᴍɪʟᴀʀᴇs ᴇɴ ᴛɪᴇᴍᴘᴏs ʏ ᴍᴜɴᴅᴏs ᴅɪsᴛɪɴᴛᴏs; sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ, ʟᴏs ᴀʏᴜᴅᴀʀᴀ́ ᴀ ᴘᴇʀᴍᴀɴ...