Max saboreaba su taza de café con su mirada un poco perdida entre las personas que iban y venían, los documentos que revisaba en aquella acogedora cafetería yacían a un lado en su mesa. Pensaba en las cosas que habían pasado últimamente en su vida, no iba a negar que cosas tienes Excitantes se presentaban ante el y por supuesto era un hombre de aprovechar dichas oportunidades.
Pensó en la ojiverde y sonrió para si, era una chica preciosa, intrigante y curiosa, quien iba a decirle que terminaría teniendo sexo con ella. Negó un par de veces sin perder aquella sonrisa. Ambos habían saciado la sed que les quemaba por dentro y al pasar los días las cosas entre ambos no se habían tornado incómodas o en algo más, simplemente habían seguido su curso. Les había acercado conviertiedose en amigos podría decirse. Max no podía permitirse pensar de otra manera puesto que era muy joven y el bastante mayor para ella, así que era un acuerdo tácito entre ambos. Lo que paso había sido algo de momento... De esas cosas que solo pasan una vez en la vida. Si, era sano para ellos pensar de esa forma.
- ¿Max? - se giró hasta el lugar de donde provenía aquella voz y levanto sus cejas al encontrarse con la persona que había ocupado los últimos minutos de su tiempo.
- Adele... Hola- se levanto y la saludo, está con una sonrisa correspondió el abrazo. - veo que acabas de salir de clase. La pelirroja arrugó su nariz y asintió, llevaba su uniforme, una falda azul, camisa blanca, saco azul
- Algo así, tuve que hacer algo al salir del colegio y aún no he ido a casa pero muero de frío así que entre aquí. - dijo con su habitual y encantadora sonrisa - bueno te dejo para que sigas en tus cosas, fue bueno verte fuera mis odiosas clases de cálculo.
- Oh vamos, son geniales debes admitirlo. - Adele viro sus ojos y se giró. - por que no te sientas conmigo, no estoy haciendo mayor cosa, ya revise los documentos. - se hizo de hombros. - podemos hacernos ncompañia un rato.
- Estás seguro?- el contrario asintió y entonces ella se acercó para volver junto a él a la mesa. - No esperaba encontrarte en un lugar así ¿Sabes? Das la impresión de ir a lugares más exclusivos.
- Me agrada este sitio, es tranquilo y me gusta el verde en medio de esta jungla de cemento. - Adele concordó con el, por eso era de sus cafeterías favoritas. - ¿Qué tal te ha ido estos días?
- Bien, la verdad es que un poco ocupada con algunos trabajos pero voy al día, no me gusta atrasarme.
- o sea que eres algo así como la nerd de tu clase. - está hizo una mueca abriendo su boca.
- Claro que no, solo soy aplicada, no veo nada de malo en ello. - Max río de buena gana. Una chica atendió a Adele quien pidió un late de vainilla y galletas con chispas de chocolate. - ¿Cómo te ha ido a ti? ¿Tu jefe sigue siendo un dolor de cabeza?
- Algo así, pero no me quejo, se que algún día voy a poder llegar alto y le mostraré como tratar a la gente de forma decente. Detesto las personas que abusan de autoridad y se ensañan con los demás, es una falta de respeto y sobretodo una mala imagen para cualquier empresa. - Adele sonrió pues le agradaba la forma de pensar del contrario, podía notar que no era un despota con las personas a su alrededor. -Espero terminar pronto con estas prácticas y avanzar hacia un mejor cargo, tampoco es que me pueda arriesgar aún a decirle unas cuantas verdades.
- Eres un buen hombre Max y vas a llegar muy lejos, ya lo verás. - dijo posando una de sus manos sobre las ajenas, la cual retiro en cuanto llegó su pedido. Pensó entonces como a ella le gustaría tener un hombre como Max a su lado, era una persona maravillosa, con un alto sentido de la lealtad, honesto, trabajador... Aunque seguramente su familia no aprobaría a alguien como él, Max no era un hombre adinerado o al menos eso dejaba ver el lugar donde vivía y el trabajo que tenía.
ESTÁS LEYENDO
Como La Primera Vez
RomancePrimero se conoce, luego se ama y tal vez como en su caso se separan.