No dormí bien anoche, creo que logré dormirme como a las 06:00 am, si es que lo considero dormir ya que mis asquerosas pesadillas me despertaban.
Empecé a sentir como mi pulso se aceleraba y me entraban ganas de llorar
No otra vez...
Controlate...
Pero no puedo.
Si puedes.
1...
2...
3...
4...
Cerré mis ojos muy fuerte. Como si eso ayudara.
¿Qué esperas? Cuenta.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10.
Listo, no fue tan difícil, inútil.
-Anastasia..
¿Qué?
No soy yo quien te habla, idiota, es Horus.
Mientes.
Míralo.
Miré a mi costado, en el asiento trasero del auto de Adom, iba Horus.
Si, era verdad que me buscaría para ir a la universidad. Y no sólo a mí, sino también a mi prima, que iba en el asiento copiloto.
-¿Estás bien? -preguntó Horus
-Estoy bien, ¿Por qué?
-Te ves cansada.
-No dormí bien anoche -le respondí frotando mi mano en mi cabeza
-¿Y eso por qué?
-Si tan sólo lo supiera...
El me sonrió y devolvió su mirada a la ventana.
•••
Estaba totalmente sumida en mis pensamientos cuándo el timbre de salida me interrumpió.
Di un pequeño cabezazo al escucharlo, me asustó. Me levanté de mi silla y me dirigí hacia la puerta.
-Hey, princesa -Horus me tomó del brazo.
-Suéltame.
Me soltó.
-Te dije que no me digas "princesa" en público -traté de sonar seria
En realidad te encanta que te diga así.
No se lo haré saber.
-¿Prefieres que te lo diga en privado? -esto ya me lo había dicho, cabrón.
-En realidad no quiero que me digas así, pero sé que lo seguirás haciendo así que si, prefiero que me lo digas en privado.
-¿Eso fue una indirecta?
-Cállate.
El solo se reía
-¿Donde me darás clases? -preguntó peinando su cabello hacia atrás, no pude evitar verlo y no quedar embobada, just, sus manos con anillos, su cabello, su perfecta ropa negra, sus tatuajes y su altura que me sacaba un poco más de una cabeza y media. Que hombre...
Es un Dios egipcio, como él lo dice.
-¿Disfrutas la vista? -preguntó
-Si claro, vamos. -empecé a caminar esperando a que me siguiera.
Volteé a verlo y noté como descaradamente me miraba el culo.
Hoy te pusiste pantalones ajustados.
-¿Que mierda haces, Horus? -dejó de verlo y me miró a los ojos.
-Nada -trató de sonar inocente y empezó a caminar
Detuve un poco mi caminata para que Horus me alcanzara y camine a mi lado.
¿Que te haces? Te encanta que te mire el culo.
Ajá.
···
-Listo Horus, puedes irte-
-¿Tienes en que irte? -me preguntó mientras guardaba sus cosas.
-Iré caminando.
-¿Te acompaño?
-No, puedo ir sola.
-Genial, iré contigo.
A veces me cae bien.
Ajá.
Horus y yo empezamos a caminar fuera de la escuela y posteriormente seguimos por el camino a casa.
El camino era silencioso. Y lo fue por mucho tiempo.
Esto es incómodo.
-¿Dónde vives, Horus?
-Ah, a unas cuantas calles de tu casa.
-¿Eso es antes o después de mi casa?
-Antes.
-Oh okey, ¿En qué calle te desviarás de mi camino?
-Tendría que haberlo hecho hace 2 calles.
JAJAJAJA, EL MALDITO TE ACOMPAÑARÁ HASTA LA PUTA PUERTA DE CASA.
-¿Es en serio? -pregunté
-Claro.
Bufé y símplemente seguí caminando, faltaban apenas unas casas para llegar.
-¿Me darás mas clases, Anastasia? -preguntó él de repente
-¿De qué hablas?
-Sociologia, claro. No creas que con una sola clase aprenderé todo.
-Yo esperaba que si.
-Pues no.
-No lo sé, apenas tenga tiempo te diré.
Habíamos llegado a mi casa.
-¿Tienes una agenda muy ocupada? -sonrió y su cara me dice que claramente usó sarcasmo en esa frase.
-Si, tengo una agenda bastante ocupada.
-¿A qué o quién le dedicas tanto tiempo? ¿A tu novio?
Vaya manera mas estúpida de averiguar si tienes novio.
-Vaya manera más estúpida de averiguar si tengo novio, Horus.
-¿Lo tienes? -seguía sonriendo mientras me lo preguntaba
-No, pero ojalá lo tuviera para ver tu reacción ante eso. -reí y di media vuelta
-Hey, adiós ¿No? -escuché a mis espaldas.
-Oh, lo siento. -me acerqué a él y le di un beso en los labios.-Gracias por acompañarme a casa, cielo, te veo mañana. -di media vuelta nuevamente y empecé a caminar hacia la puerta de casa.
Ojalá se haya notado el sarcasmo en eso POR FAVOR.
No creo.
-¡Vaya manera mas estúpida de encontrar excusa para besarme! -lo escuché gritar.
FINGE, FINGE ¡FINGE!
-También te amo, ¡adiós!
Entré a casa y aprovechando que estaba sola, me tiré en mi sofá y grité con todas mis fuerzas en la almohada.
¡ACABO DE BESAR A HORUS!
¡¿QUE CARAJOS?!
•••
Capítulo corto pero potente.
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Just let me try
RomanceCon frecuencia la gente que está rota por dentro busca a alguien o algo a lo que aferrarse. Yo tengo miedo. No puedo. Estos últimos años han sido difíciles y la voz en mi cabeza no me ha dejado en paz. Yo no tengo esperanza. Muchos han tratado de ar...