No lo consideré, no lo procesé y por supuesto que no lo pensé.
Todo lo que dijiste significan lo mismo.
Cállate, conciencia.
Si, si.
A ver, soy una persona muy precavida, o sea, nunca improviso mis acciones.
Entonces, ¿Por qué no consideré las consecuencias de besarlo?
Porque tu deseo por Horus te controló.
¿Deseo...? no. Yo no deseo a Horus.
¿Y por qué lo besaste?
¡NO LO SÉ!
Imagínate cómo debe estar el pobre chico ahora.
Mierda.
Tal vez se está masturbando pensando en ti.
¡Dios! No quería esa imagen en mi cabeza.
Yo si.
Ya, tengo que centrarme.
¿Centrarte en qué? ¿En la imagen de Horus masturbandose?
¡Dios, no!
Aún no me escribió, y estuve pegada al celular desde que llegué a casa.
Si, esperando su mensaje. Quiero saber si tiene algún comentario al respecto.
Y cada vez que pasaba un minuto sin recibir un mensaje suyo, me sentía peor.
No porque me dañara los sentimientos, sino el ego.
Habla de mi.
Exacto, esa vocecita molesta.
¡Hey!
En fin, si Horus no me habla con alguna referencia a que le gustó el beso...
Me enojaré mucho.
Y eso no me gustará.
El timbre de mi teléfono sonó.
Mierda.
Fui muy lentamente hacia mi escitorio donde lo dejé cargando. Y Dios mío. La tensión seguro se había formado o se formaría entre Horus y yo.
Efectivamente, tenía un mensaje suyo.
Me cubrí la boca con una mano y con la otra tomé el celular.
Su mensaje decía:
Él: No me esperaba eso, la verdad.
Me quedé sin aire por un momento y al instante envío otro mensaje.
Él: Aunque no puedo ni quiero negar que me gustó.
Eso es un alivio.
Le gustó, mi beso, ¡Le gustó!
¿Por qué la emoción? ¿No era que no te gustaba?
Y así es.
Entré al chat y noté que el seguía conectado, seguramente esperando mi respuesta.
Lo pensé un poco y decidí mandar un mensaje:
Yo: No esperaba menos, mis besos suelen gustarle a la gente.
Respondió al instante.
Él: No fui la excepción.
Sonreí como estúpida y aparté la mirada para observar la ventana. Ya era de noche y me dieron ganas de mirar la luna, como siempre.
Mi teléfono vibró nuevamente y lo observé, era un nuevo mensaje de Horus.
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Just let me try
Любовные романыCon frecuencia la gente que está rota por dentro busca a alguien o algo a lo que aferrarse. Yo tengo miedo. No puedo. Estos últimos años han sido difíciles y la voz en mi cabeza no me ha dejado en paz. Yo no tengo esperanza. Muchos han tratado de ar...