Capitulo 30 Extraños en la estacion del metro.

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Jamie lo observo en silencio, mientras que sus ojos se empezaban a cristalizar. Jack por otro lado observo a la cajita azul en sus manos brillando bajo la luz de la luna con ese peculiar resplandor.

-¿y ya te decidiste?-pregunto el niño ahogando el llanto.

-la verdad es que no se- contesto. Su mirada bajo hasta el rostro de su amigo y vio como el pequeño lo abrazaba con fuerza.

-¡tienes que ir!- grito el niño. Se oyó de nuevo la voz de su madre.

-¡Jamie silencio!-

Jack balbuceo algo cuando Jamie volvió a mirarle con aquellos ojos marrones ahora lleno de lágrimas y algo paso por su cabeza.

Podía ir en busca de su reina pero no recordaría nada acerca de ella, además no sabía si Elsa podía estar viva en aquel mundo; o podía elegir quedarse y cuidar de los niños pero sabiendo que pudo ir por Elsa y que jamás la volvería a ver.

-Jack- la voz de Jamie retumbo en su cabeza.

-podría irme, pero eso significaría que jamás me volverías a ver- farfullo un poco molesto- estas consciente de eso.

El pequeño niño asintió.

-Me has cuidado desde que era un pequeño- sollozo, tomo la pandorica entre sus manos y observo a Jack con una sonrisa triste- y has hecho de mi vida algo increíble…

Jack sonrió.

-pero en todo este tiempo, siempre he notado esa parte de ti que esta triste- se detuvo y se limpio las lágrimas.

-Jamie- el rubio  susurro, no sabía porque Jamie decía aquello con tanta determinación el niño parecía tan seguro de lo que decía  y aunque lo que decía le rompía el corazón el niño solo lloraba en silencio- estas diciéndome que…

-que debes ir a buscar a Elsa- su voz se volvió grave y su mirada tensa, Jamie sollozo pero rápidamente volvió a sonreír.

- puede que ella no está ahí-

-¡y eso que!-gruño un poco frustrado- ¡puede que este!

-Jamie esto significaría que jamás volverías a verme- repitió, el pequeño niño parpadeo rápidamente y bufo.

-Jamás volvería a verte- continuo el castaño- pero siempre creeré en ti.

A Jack se le hizo un nudo en el estomago.

-aunque ya no esté aquí para los días nevados- murmuro, el niño volvió a bufar rodando lo ojos.

-Jack dejas de creer en la luna cuando sale el sol-

El rubio negó con la cabeza.

-bien, dejas de creer en el sol cuando las nubes lo cubren-

-No…pero eso que tiene-

-¡escucha! Sé que siempre estarás conmigo aunque no estés en este mundo- el niño sonrió.

Jack se sorprendió tanto de la sabiduría del niño que arrugo el ceño y tomo la pandorica entre sus manos.

-bien ¡entonces debo irme!- dijo con firmeza- en busca de Elsa.

-¡Sí!-

-entonces debemos ir al taller de Santa-

-¡sí! Espera que...-

Jack ni siquiera le dejo reaccionar al niño y ya volaba con una rapidez increíble. El castaño solo gritaba en brazos de Jack, y se preguntaba por qué el rubio tenía que ir tan rápido, no había prisa, Norte no se iba a ir a ningún lado.

Elsa esta enamorada!- Ya Ana por favor....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora