𝑬𝑺𝑪𝑨𝑷𝑬; Ray

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En un gran orfanato, 39 niños comenzarían su día a las seis de la mañana, escucharían como las campanas sonaban entre sí para levantar a los pequeños niños.

Unos ojos color marrón se abrirían al instante al escuchar no solo las campanas del orfanato, sino la voz chillona de su amiga peli naranja, dando el anuncio que se había levantado con una gran emoción.

—¡Despierten o llegaremos tarde a desayunar!

¿Cómo es posible que Emma este con tanta energía tan solo despertarse?

Pensó la peli castaña para después levantarse de la cama con pereza mientras se frotaba ojos se dirigió al baño para bañarse y cambiarse la ropa que había usado. Al salir del baño, se percató que estaba Ivet alzando unas pequeñas botas de color café hacia su dirección insinuando que necesitaba su ayuda, con gusto la ojimarrón se arrodillo para ponerle las botas a la pequeña.

Era algo habitual que los más pequeños le pidieran ayuda a la protagonista para algunas cosas.

Al bajar de las escaleras, salió rumbo al comedor a ayudar para degustar la comida más rápido, en eso dio caminó  hasta encontrarse con Don junto a Conny para así saludar, vio que Emma estaba jugando con Thoma y Lani y sonrió por aquella escena.

Empezó a acercarse a la entrada del comedor poniéndose alado de Emma con Phil en su espalda metiendole los dedos en la esquina de la boca, impidiéndole hablar bien.

—¡Buenos días, Norman, Ray! —Saludo Emma con entusiasmo, aunque no se le entendía nada.

—Buenos días, Emma. —Le respondió Norman con una sonrisa en la cara.

—¡Buenos días, Emma!

—Tienes mucha energía para no haber desayunado aún.

—¿Cuántos años tienes, cinco? —Burlo, Ray de la actitud infantil de Emma.

—! Once, como ustedes dos¡—Respondió Emma — Y soy la mayor!

—No le hagas caso Emma, tú sabes como es Ray de gruñón. —La peli castaña puso su mano en el hombro de la ojiverde.

En eso las dos menores escucharon una pequeña risa en sus espaldas, al voltear a ver, vieron a la mujer adulta.

—¿Tú también, mamá? —Hablo Emma apenada.

Después de haber hecho puchero con la mayor, se dirigió a la mesa junto a la ojimarrón para así sentarse.

Cuando ya todos estaban en su sitio, la adulta agito suavemente la campana que sostenía, haciendo que todos callaran.

—Buenos días, queridos niños. Agradezcamos que vivamos felizmente los 39 hermanos un día más. —juntaron las manos frente a sus rostros — Buen provecho.

—! Buen provecho¡

[. . .]

—Age 11, Type 1. Respondan las preguntas en diez segundos. Pueden empezar.

Y así comenzaba el examen matutino. Se podía ver la clara tensión que había en la habitación, la protagonista se veía nerviosa, pero concentrada.

Se escuchó la alarma que daba finalizado la prueba.

—Creo que logré la mitad.

—¿La mitad? Eso es increíble.

—Qué envidia. Yo lo hice muy mal.

—Les devuelvo los resultados. —La mayor llevo su vista a los papeles que sostenía— Norman, Ray, Emma y ¡___!, ¡Volvieron a conseguir la puntuación máxima! —exclamo contenta por la última mencionada.