—Era un acantilado.
—¿Un acantilado?
—Demasiado para saltar. La hermana no mentía y los demonios no nos subestiman. Con ese acantilado no es necesario vigilarnos.
—¿No podemos huir por el muro? —consulto la peli naranja
Esto se puso cada vez más difícil...
—No dije eso. —todos se quedaron mirando fijamente a Norman —Hay un camino. —saco una libreta y lápiz poniéndola encima de la cama dibujando una línea en ella —Fui hasta el final del muro. Allí se dividía en dos. Uno que seguía el acantilado y otro que volvía hacia el orfanato. En un ángulo de 60 grados. —hizo dos líneas en una esquina del dibujo —Los dos lados parecían iguales. Se veía el mismo paisaje. —la castaña junto al azabache abrieron los ojos y al lado el albino asintió —Grace Field House está en una zona hexagonal rodeada por un acantilado. Y esto es lo que hay al oeste de la planta número tres. Creo que es la sede. —hizo unas cuantas líneas más sobre el boceto —Era el único lugar con un puente. Si nos rodea un precipicio, solo se puede huir por ahí.
Se escuchó como tocaban la puerta, abrieron haciendo presencia el pequeño Phil.
—¡Norman, te llama mamá!
—Dile que ahora voy.
—¡Bien! —en eso se marchó del sitio ocasionando que suspiraran todos.
—Tengo que irme.
—¡Espera!
—¡Norman!
—Te devuelvo esto. —el ojiazul le entrego el artefacto al de orbes verdes grisáceos —Yo no lo use.
—¿Qué...? No pensabas usarlo, ¿verdad? —en el impulso, agarro los hombros de Norman —Dijiste que viviríamos juntos. Pero tú nunca...
—Sí. Lo siento. Mentí.
Eres un mentiroso Norman... Un muy buen mentiroso.
—No puedo equivocarme. Para que no muera nadie. Si huyo, afectará al plan. Eso sería un problema. No quiero perder, pase lo que pase. Nada de lo que me digan me hará cambiar de opinión.
Ray cayó alado de la ojimarrón abatido, cubriéndose la cara con la mano.
—Hice lo que pude. —dejo el objeto en la silla —Encárguense del resto. Hagan que la huida sea un éxito.
—¡Espera, Norman!
De repente, el albino se lanzó hacia ellos para darles un gran abrazo, se podía apostar que la peli castaña tenía ganas de llorar por la situación, haciendo que agarrara fuertemente a la ropa de su amigo.
—Qué cálidos... Gracias por todo. Tuve una buena vida gracias a ustedes. Me divertí. Pude vivir alegre. Fui feliz.
—Rayos... Rayos... ¡Rayos!
—Norman, huye ahora. Huye y escóndete en el bosque.
—Ya dije que no cambiaria de opinión. —se separó de ellos con una sonrisa —Adiós.
Y con pasos tranquilos, se fue del lugar.
ESTÁS LEYENDO
𝑬𝑺𝑪𝑨𝑷𝑬; Ray
Fanfic𝕽 / 𝐿𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎́𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑟𝑜𝑚𝑝𝑒𝑟𝑠𝑒. 「 En aquel dulce hogar, había una cruel y triste realidad que vivían los niños de Grace Field, aunque no eran cons...