Capítulo 2 (Las reglas son para todos)

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Narra Edward

-Sr. Jones, aquí están los balances que me pidió-dijo Isabela y tomo la carpeta y observo sus piernas, en realidad tenía unas piernas perfectas y ni hablar de todo su cuerpo y sobre todo su rostro, realmente es hermosa.

-Gracias Srta. Clinton, nececito que me traiga un café expreso por favor, sin azúcar-dije y ella sólo asiente y sale. Después de ella entra Jessica y mira de arriba a abajo a Isabela.

-¿Se puede saber quién es ella?-preguntó Jessica cruzandose de brazos.

-Sí, es mi nueva asistente-dije mientras hacia unas anotaciones en la computadora.

- Que yo sepa no estamos en un prostíbulo y esa no es forma de vestirse y mucho menos para una empresa como esta. Tenemos una reputación que mantener, o que dirán las personas-dijo Jessica y pongo mis ojos en blanco.

-Aquí no discriminamos a nadie por su vestimenta, además, su forma de vestir es adecuada para el trabajo. No le veo nada de malo, no está enseñando nada-dije y Jessica sólo pone sus ojos en blancos y se acerca a mi y deja un beso sobre mis kabios.

-¿Qué haces mi amor?-preguntó sentándose en mi regazo y yo sonrio.

-Nada, estaba revisando los balances y haciendo anotaciones. Pero eso puede esperar-dije y nos empezamos a besar y escucho que tocan la puerta y Jessica maldice.

-Adelante-dije y veo a Isabela.

-Aquí está su café-dijo Isabela y asiento.

-Puedes dejarlo sobre el escritorio-dije y ella hace lo que le pido.

-Considera venir vestida más decentemente, esa no es manera de vestir para una empresa de alto prestigio como esta. No queremos que piensen que esto es un prostíbulo y contratamos prostitutas. No cualquiera es contratado en esta empresa, así que valora que mi prometido te contrató, porque si por mi fuera no lo hubiese echo-dijo Jessica y Isabela sólo baja su cabeza.

- Lo siento, le prometo que mañana vendré vestida apropiadamente señora-dijo Isabela y veo que ella se levanta de mi regazo.

-Cuando me hable, mirame a los ojos. Mirar hacia abajo es de cobardes-dijo Jessica y Isabela mira a Jessica. Jessica sale y veo a Isabela, ella se veía avergonzada y entra a su oficina.

Narra Isabela

-¿Qué de malo tiene mi ropa?-dije sentándome algo molesta y comienzo a escribir en el computador y mis ojos se llenan de lágrimas.

¿Porque siempre lloro cuando estoy molesta?

-¿Puedo pasar Isabela?-escuché la voz de Edward y seco mis lagrimas y hago un sonido de aprobación. El entra y cierra la puerta y se sienta frente a mi.

-¿Nececita algo?-pregunté tratando de simular mi voz temblorosa y mirando hacia el computador para que no notara mis ojos.

- Quiero ofrecerte una disculpa, Jessica no debió tratarte así y para mi como te vistes estas perfecto. Aquí no discriminados a nadie por raza, sexo, color y vestimenta. Claro, debe ser adecuada y a mi me parece que estas muy bien presentable-dijo Eward y yo solo guardo silencio.

-Las disculpas me las debería dar ella no usted, pero como quiera, lo dicho está dicho y nadie lo puede cambiar. Mañana me presentaré con una ropa más "profesional"-dije haciendo comillas en profesional.

-Tienes razón, nadie puede cambiar lo que pasó-dijo el y lo miro.

-¿Pero ella por ser accionista o ejecutiva puede vestir como le de la gana?, claro con todo respeto. Porque sé supone que las reglas sean para todos y no para personas específicas. Porque peores vertidas que yo hay en esta empresa. Pero nada, respeto su opinión y si no le molesta le pido que me deje hacer mi trabajo, claro con todo respeto-dije y el sólo me mira.

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