3

1K 143 29
                                    





¿—Estaba pensando que esto te ayudara —Comento el Alfa mientras ella degustaba su plato de pasta.

—Así ¿Qué es?, —pregunto ella tomándolo.

—Es un lugar que ayuda mucho a relajarse y pensar, talvez eso ayude a nuestra relación Kila.

Los ojos oscuros de la loba no podían creerlo era un retiro para personas depresivas, ¿Acaso la cree loca? ¿Acaso se quiere deshacer de ella?, se levantó de la mesa furiosa tirando el plato en el lavado que este mismo se partió en dos con todo y la comida, era increíble lo que Levitt le estaba proponiendo, no lo haría porque no estaba loca, solo necesitaba tiempo, porque no confió ante ella.

— ¡Te has vuelto loco!, yo no estoy mal Levitt, no lo estoy —grito furiosa.

—Claro que no lo estas, pero estar aquí sola te estas consumiendo y me estas consumiendo a mi Kila, me duele el pecho me siento cansado me siento deprimido y aun así debo seguir porque tengo que trabajar, por lo que amo, por lo que amamos ambos recuérdalo por qué empezamos juntos cariño ¿Acaso ya lo olvidaste?

—Oh, claro que lo recuerdo eras muy jóvenes Levitt no somos unos adolescentes ya somos unos adultos, y mi sueño me está martillando la cabeza, no sabes lo que siento me ahogo cadi, me duele la cabeza de pensar y estar pensado no puedo dormir mientras a ti te ve dormido. Hay momento que deseo morirme si no soy feliz.

—Y yo morirá contigo —respondió el.

Ella apretó sus labios claro le temía el morí era un egoísta, acaso no puede sentir su dolor ponerse en sus zapatos, acoso es poco lo que ella siente., claro que no, ve los ojos de su esposo con miedo pero no se compara con el suyo, porque ella tiene años esperando ver esa sonrisa pequeña esos ojos de su amado esposo, no quiere ir a la montaña porque sabe que posiblemente eso jamás pase, jamás la desilusión la mataría.

— ¿Tienes miedo de morir? Dijo ella molesta irritada dándolo en es momento.

—Algún día pasara Kila, morimos juntos —respondió poniendo sus manos.

—Yo quiero morir ahora —mascullo rabiosa —Ahora Levitt estas dispuesto a no despertar conmigo.

—Kila...

—Vez no quieres hacerlo no me amas —se derrumbó entre lágrimas.

—Necesito a mi mujer conmigo, a esa radiante mujer morena que me hace palpitar con su risa, esa muy fuerte que me da ánimos, y a esa mujer que amo con todo mi corazón.

—Si es así demuéstramelo —indico ella caminado hacia el —Dime que jamás me has ocultado nada Levitt.

Levitt frunció el ceño la mirada de Kila era sombría, era tan distinta era como si buscara más adentro de su cabeza, jamás le había mentido en nada como para que ella desconfié.

— ¿Qué podría ocultarte Kila?, todo sabes de mí, sabes que de la casa al trabajo, y del trabajo a la casa, no hago otra cosa más que estar contigo. —respondió seguro tomando su mano.

—Eso dices, pero lo se Levitt me mientes en mi cara, en mi cara durante tatos años es la primera vez que lo haces y sabes que me duele y sabes que no quiero que me toques de seguro la has tocado con tus manos.

—De que hablas Kila, por la diosa de que hablas

—Sabes a lo que me refiero la otra vez oliste a mujer.

—Trabajo con muchas compañeras lobas Kila y lo sabes, cariño Dime que es lo que te molesta y puedo asegurarte que solo son ideas.

— ¿Ideas?, se lo que olí sé que ese olor nunca lo podre olvidar Levitt ella está aquí no es así, dime la verdad, me quieres engañar con ella. —grito golpeando su pecho.

Kila rabio sensible de perderlo, de perder a su lobo por ella, se sentía sola venerable no deseaba que la abandonaran no podría resistirlo.

— ¡De quien hablas Kila!, cálmate te vas a lastimar —la detuvo de las muñecas con fuerza.

—De Clarie de ella, eres un mentiroso, dime que no está de nuevo en la reserva dime que no está aquí! —exigió la loba.

Los ojos azules de Levitt se agrandaron, pero no mentiría la soltó de la muñeca, era eso, no vio la necesidad de no decirle no en este momento que estaba algo venerable.

—Si la vi, su hermana tuvo una cría solo eso paso, aunque no fue la única vez que la he visto Kila, no voy a mentirte porque no estoy haciendo nada malo.

—Así que ahora dices, porque yo te descubrí, ¡Mentiroso!

—Necesito que te calmes Kila, esto no llevara a nada cariño.

—Dime que no me dejaras por ella, ni por nadie.

Levitt la vio, acaso no sabe cuándo la ama, caso no es suficiente que tiene que hacer para demostrarle que esta para ella.

Le ha pedido miles de veces irse los dos solos, que ella misma tome una la ruta en distraerse , ver otro lugar, campos y siempre pone e de pretexto que no está de humor, que mañana , que tal vez el mes que viene, debía ponerse duro con ella, porque si no lo hacia terminaría derrumbase en el mismo barco.

—Jamás te dejare, pero me duele que desconfíes de mí, duele en el alma, que todos estos años piense que yo te voy a dejar con alguien más, dime que ganaría perder a la mujer que amo, entonces pregúntate tu si me amas Kila —dijo saliendo de ahí furioso.

La loba cayo de rodillas, no pudo controlar sus lágrimas, no quería perderlo lo estaba alejando, era una estúpida desconfiar en el cuándo el siempre ha estado ahí, aun así sabía que el regresaría y estaría con ella durmiendo junto como cada noche y esto sería otro episodio más de los cuales se habían hecho rutina en su vida.

Pero no para el alfa, que salió de ahí manejando, furioso necesitaba desahogar con la única persona que tiene tanta confianza, llegó hasta su casa, donde ella lo recibió con una abrazo, sorprendida por la hora que era.

—Levitt, por dios mírate como estas.

—Necesito hablar con una amiga.

—Claro, sabes que siempre puedes contar conmigo Levitt, siempre.

corazon de Alfa libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora