corazon de Alfa libro 3

6

—Hable con Lina, me hizo entender que debo confiar en mi misma.

—Me alegra saberlo Kila, no sabes que me alegra escucharlo —la abrazo.

—Es solo que necesito desintoxicarme de ser madre —se apartó. —Me cuesta aunque no poder darte hijos.

— ¿Acaso te lo he exigido?, eres una loba terca, te amo así, solo tú y yo.

—Así será nuestra vida.

—Solo quiero verte feliz amor —tomó su rostro mirando sus ojos oscuros —Quiero que estés bien.

—Lo estaré si me prometes jamás dejarme y me amaras solo a mí —demando ella.

—claro, solo cuando mi madre diga ella le diré que es la primera sabes que se pone intensa.

—Tu madre es muy hiperactiva, pero tienes más a tu padre, es curioso tiene todo de ella físicamente pero eres a tu padre y tu hermano tiene todo de tu padre y es igual a ella.

—Los genes se equivocaron —sonrió el lobo —así quiero verte también con esa sonrisa.

—Hay otra cosa que quiero tocar, como me tomare tiempo para mí, eso significa que no iré a trabajar, no poder apoyarte con el trabo y sé que somos un equipo y...

—Primero tu salud Kila, descuida por eso, sé que te enojaste cuando mencione a...

—Clarie, si lo se pero confió en ti, no me agrada y eso lo sabes, aun así no la quiero husmeando a mi hombre.

El Alfa soltó una risa, jamás le faltaría el respeto a su mujer, quien haga eso es porque es un idiota.

—Yo misma hablare con ella —comento Kila —Además supongo que debió superarte.

—Sabes que ella siempre supo que tú eres mi mate, Clarie Kila veo como una hermana jamás la vi como algo más y siempre se lo hice saber siempre.

—Eso solo que nunca me gusto ella.

—Y ella lo entendió se fue Kila, solo estará tres meses.

—Supe que su hermana tuvo una bebe.

—Sí, fue doloroso el parto peor logro tener a su cría.

—Me alegro por ella y su esposo que es amigo mío.

—Cuando quieres empezar entonces.

—Mañana.

—Ven loba celosa, soy tuyo. —la cargo llevándola a su habitación.

Con delicadez desvistió sus prendas contemplando su piel morena, que lo prendía, Ella lo acerco necesitada de su atención, besándolo, separo sus piernas dándole acceso a sus piernas abiertas, gimió como el entraba en su interior, moviéndose dentro de ella.

Amaba su cuerpo, que lo tocara, su corazón era suyo, no se imaginaba a nadie más que ella, son años juntos y el amor seguía ahí más fuerte aun con sus temores, discusiones como cada relación debían enfrenar el largo camino que les esperaba solo a ellos dos.

—Te amo Kila, no sabes cuándo te amo. — la tomó de los tobillos abriéndola mas, empujando su pelvis.

Contemplo como ella tocaba sus pechos baja una de sus manos masturbándose delante de su alfa con sus penetraciones, hasta lograr el climas de ella, soltó sus tobillos tomándola detrás de la nuca, devorando sus labios, arremetió sobe su cuerpo embistiendo con rapidez hasta descargarse en ella.

La morena lo abrazo con fuerza era suyo, solo suyo. Debía dejárselo claro a esa loba.

Kila se vio en el espejo del auto, Levitt se estación atrás del hospital, estaba algo nerviosa, salieron de ahí tomados de la mano, algunos la saludaron extrañándola, era querida por todos, pero sabían de su depresión.

La atención de la loba estaba en aquella rubia de ojos azules, que se puso de pie con una sonrisa que la irrito pero disimulo, lo que más la dejo seca de sus labios fue como ella la abrazo con alegría.

—Wow que hermosa, Kila, perdón no debí —dijo ella disculpando por su atrevimiento.

—Gracias —solo se limitó a decir.

—Agradezco que me llamaras y aquí estoy.

—Amor crees que podamos usar tu oficina —se puso melosa Kila delante de la rubia.

—claro, les llevare café con permiso —dijo el Alfa.

Kila camino detrás de ella esta Clarie algo nerviosa, sabía que nunca le agrado, pero tal vez le tiempo la haya hecho cambiar, porque jamás le cayó mal Kila y la entiende Levitt es su mate y debía entenderlo, eso ya era pasado.

—Tomo asiento, Sabes, es curioso que Levitt sugiriera para cubrirme —fue directo no quería malos entendidos.

—Lo que menos quiero es molestar Kila.

—Es bueno que lo entiendas, jamás me agradaste pero debemos dar vuelta a la página él es mío —sintetizo lo último.

—Eso lo sé —comento nervioso. —Mira si no quieres que este lo entiendo es mejor irme y no me acercare —se puso de pie.

—Y ser la villana siéntate —ordeno la loba.

La rubia lo hizo, mas como la miraba no era su enemiga, esto era un error y lo sabía.

—Solo te lo advierto Cuida donde miras, porque si algo tengo es cuidar lo mío y no porque no esté en este momento bien dejare descuidar lo que me correspo... —no pudo continuar cuando Levitt entro con dos cafés.

Beso a la loba saliendo de ahí para darles privacidad.

—Ahora te diré como serán las cosas Clarie.

La rubia pasó saliva.