corazon de Alfa libro 3

13

—Kila, cariño, espera nos pueden ver si alguien pasa.

—Te necesito mi lobo, ardo por ti  —dijo ella bajando el cierre de su pantalón.

Levitt jadeo como ella saco su miembro llevándolo a su boca,  su caliente mujer necesita ser alimentada, en mitad del camino de regreso, cerró los ojos como  folla con su boca el grueso de su verga endurecida.

Como pudo al poco espacio quito sus prendas subiéndose encima de su lobo, tomo su verga introduciendo en su interior, moviendo de entre hacia atrás, Levitt se aferró más a sus caderas apoyándola, como ella gime con tal placer.

Kila arde desde su vientre es como una necesitad de absorber toda la esencia del Alfa, sabe que su semilla dará fruto si no quiere perder mas hasta llegar a casa.

Toma uno de sus pechos llevándolo a su boca, mordiéndolos con fuerza, ella suelta un quejido de dolor provoca prenderla más tomándolo del cabello rubio con fuerza arremetiendo con sus nalgas en saltos, hasta lograr la esencia del alfa en su interior.

Recarga su frente en el hombro de su alfa cansada por la faena en el auto, sonrió soltando una carcajada, que el mismo Levitt le sigue en segunda.

—Kila, por la diosa no somos unos jovencitos —continúo con su risa el alfa.

—Te necesitaba mi lobo, demasiado ahhhh —gimió saliendo del.

El lobo vio su miembro medio erecto, mintiéndoselo en su pantalón, Kila se acomodó de nuevo con sus prendas antes que alguien los viera.

—Te imaginas salir en las redes, pareja fornicando en medio del camino.

—Mejor ginecólogo dándole una revisan a su paciente —comento el lobo.

—Eso no es gracioso —dio un empujo la loba.

—Sabes que no debes ponerte celosa.

—Lo sé, pero igual no dejas de ver otras vaginas.

—Es mi trabajo traer cachorros al mundo.

— ¿crees que alguna veras a tus cachorros nacer? —preguntó ella.

—Nunca pierdo la esperanza, sé que algún día la diosa nos cumplirá nuestro deseo, tenemos una eternidad para esperar.

—Lo sé, también tenía en claro que no podrá tener hijos, por esa herida no sé qué me paso me obsesione tanto y cometí tantas cosas estupideces ahora lo veo, sé que algún día me pasara la factura y temo por eso Levitt.

—No deberías temer, nunca has hecho daño Kila —la recargo en su pecho.

—Lo hice una vez no directamente pero lo hice.

—Que podías haber hecho daño tu mujer?, eres buena con todos.

—Hace años por mis celos hice que lastimaran alguien y  ella perdió un bebe —dijo haciendo que Levitt se inclinara.

— ¿Cómo?

—Yo no sabía te juro que si ella no hubiera tomados mis palabras para defenderme, no se lo pedí pero esa ocasión que tu amiga perdería a su bebé, lo siento mucho Levitt, debía decírtelo la culpa me estaba comiendo todo este tiempo, le pedí perdón a Clarie pero ella dice que no es necesario que eso pasa.

—Kila.

—Me odias, no es así soy un monstruo lo soy he hecho cosas estúpidas.

—Jamás, mi pequeña jamás, si ella dice que no tuviste nada debe ser así, se cómo son el la reserva algo intensa y desde que mi padre hablo claro con las lobas no se monten en ningún relación, sé que ella no te odiaría solo fue un accidente, entiéndelo.

—Pensé que me odiarías.

—Jamás, ahora debemos irnos antes que  mi madre se preocupe prometí que al regresar cenaríamos con ellos.

—si está bien.

El Alfa la vio, limpio sus mejillas diciéndole que era un tonta por culparse por algo así, el jamás la odiara porque es la mujer que ama. Y en quien más confía.

Continuo manejando, pero en ese momento su teléfono vibro trato de  sacarlo del bolsillo  en pasarlo con  Kila, debe ser su madre tal vez pensó, pero al momento de hacerlo cae donde tiene las palancas del auto.

—Maldición, debo alcanzarlo —dijo el inclinado su brazo hacia la parte de abajo.

—Deja yo te ayudo.

—Ya casi lo tenga...

— ¡Levite! —grito la loba al ver aquellas luces sobre ellos. Y todo se volvió oscuro para ellos dos.