Diez.

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Gotta listen when the Devil's calling.


Ah. Puta resaca.

Jeongguk se levanta y lo primero que hace es quedarse sentado en la cama y frotarse los ojos. Bosteza abriendo la boca todo lo que puede, sintiendo la típica fatiga por la mezcla de sabores de la noche anterior. Se toma unos momentos para ubicarse y poco después se arrastra hasta el cuarto de baño. Allí, se refresca echándose agua por el rostro, aprovechando también para lavarse los dientes y usar enjuague bucal. No quiere que la pobre Anna tenga más ganas de vomitar por su culpa.

Una vez listo, sale de la habitación en ropa interior. No le importa encontrarse con nadie y exhibir su cuerpo como una de tantas veces, es más, cree que deberían darle las gracias por alegrarles las vistas a los demás y encima gratis. Pero a la que debe maravillar con su físico le espera al otro lado de la puerta al final del pasillo. Así que la abre y se permite el lujo de quedarse mirándola desde el marco. Frente a él se encuentra una bolita blanca más que una persona, con los cabellos dorados enredados, al igual que las sábanas claras fundiéndose en su piel de azúcar, la cual brilla gracias a los pequeños rayos de sol que la alcanzan desde la ventana. Se acerca y se inclina para perfilar las marcas que tanto luce con orgullo. La chica se ha convertido en su lienzo en blanco, donde ha dejado constancia del frenesí que se esfuerza por aplacar con pequeñas y escasas victorias.

Sonríe y, lejos de querer despertarla aún, aparta las sábanas para entrar en la cama. La abraza por la cintura, pegando su cuerpo todo lo que puede y cierra los ojos, sintiendo la suavidad y frescura de la cama en contra posición de la calidez que emana la muchacha. Es un equilibrio perfecto, así que se relaja tanto que casi parece que va a quedarse dormido otra vez. Aspira su aroma, cuando nota que la bolita se mueve, así que le da espacio para que pueda girarse en su dirección. Una vez nota que el movimiento ha cesado, vuelve a abrazarla, dejando su cabeza escondida en su cuello. Con la nueva posición puede acariciar su espalda, dibujando líneas de forma ascendente y descendente; mientras que con la otra mano acaricia su cabeza. Paradójicamente, de los momentos más perversos que han vivido hasta la fecha, a pesar de ser inofensivo en comparación, este es al que más debe temer Min Yunki.

En la habitación sólo se escuchan sus respiraciones pausadas y el ruido de ambiente, que no alcanza a molestar. El calor del sol aumenta y sus rayos ganan un poco más de terreno, dándole de lleno en la espalda a Jeongguk. Al principio es agradable, hasta que transcurre el tiempo y su piel se manifiesta por estar expuesto a los rayos durante tantos minutos. Siente la necesidad de cambiar de posición pero, a la vez, no quiere. Dejando aparte ese problema, está demasiado agusto por la postura en la que se encuentra, como si ambos fueran dos piezas de puzzle que han encajado enseguida. Acomodarse ahora sería demasiado aparatoso y arriesgado, en el sentido de que despertaría a la muchacha. Y se ve que necesita dormir, lo siente al acariciarla. Sería una crueldad despertarla... Y ya ha sido demasiado cruel hace un par de horas. También es cierto que empieza a sentirse soñoliento, incluso cuando parece que su espalda va a provocar un incendio.

Sucumbe, aunque sólo dura unos minutos, y cuando se despierta, se arrepiente porque ahora la necesidad de dormir ha incrementado. Se obliga a separarse y, de paso, se levanta para bajar la persiana, aunque ya es tarde para enmendar su error. Le arde tanto la espalda que está seguro de que puede freír un huevo en ella. Mira desde la ventana a la chica, que ha vuelto a cambiar de posición, esa vez quedando bocarriba. Jeongguk bosteza y se pasa las manos por el rostro, recordando que los efectos de la resaca, por mucho que luche contra ellos, también persisten en su cuerpo. Quizás no al nivel de ella, que fue quien ingirió más cantidad de alcohol, pero a medida que pasa el tiempo son más notables. A pesar de eso, no quiere volver a dormir, sabe que le va a sentar peor. Por lo que sólo se le ocurre una cosa.

Temptations [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora