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Axel Davis.

"EL ULTIMO DIA"

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Por fin, último día de clase de este año, todos nos levantamos, nos pusimos nuestros elegantes uniforme para ir a ver a nuestros supuestos amigos, pero simplemente esta escuela, a pesar de estar llena de una élite poderosa no todo es color rosa.

Me levanté de la cama y tomo mi mochila para irme antes que se me haga tarde, y bajo a la cocina a "desayunar" pero simplemente hoy no tengo ganas de comer, agarro una manzana de una de las personas de servicio que iban hacia la mesa y me despido de mi madre con un beso en su mejilla.

Espero que seguridad me abra el inmenso portón de color negro que lleva en el centro un círculo con la letra "D" de nuestro apellido en medio, que adorna la entrada, mordí la manzana y comencé a caminar mirando el rocoso camino de piedras para salir.

El día soleado me recibe al salir y mi mirada detecta el convertible BMW negro de Dylan que estaba estacionado en frente, el chico de cabello castaño se acomoda los lentes blancos en el retrovisor, su cabello se movía por el viento de no tener el techo del carro cerrado, la camisa del uniforme abierta mostrando una camiseta totalmente blanca con la corbata rodeando su cuello y el chaleco verde oscuro cubriendo su espalda.

—¿Cómo está el mejor amigo del mundo?—me saluda al entrar con una sonrisa un poco tensa, le doy una sonrisa de boca cerrada y pongo mi bolso en los asientos de atrás para irnos.

—Si pesara unas 25 libras menos estaría mejor ¿y tú?— comentó con sarcasmo y me interesó en el para que me entretenga mientras comienza a acelerar, no me siento nada bien conmigo mismo, pero tampoco quiero lanzarle mis problemas. Hoy es de esos días en los cuales no te sientes con ánimos pero que no hay ninguna razón que te haga sentir así.

—Ax por dios—me reprochó mi actitud.—Esa no es la actitud para el ultimo día de clase—se queja manejando con una sola mano.

—Lo siento, déjame cambio mi personalidad— hago un bobo gesto como si me pusiera una máscara y pongo una gran sonrisa en mi rostro.

—Ahora si me gusta—afirmó tras una risa.—¿Y tus papás ya les dijeron a donde van de vacaciones?—preguntó curioso volteando su mirada del volante hacia mi.

—La verdad no, pero, supongo que vamos a Grecia a donde mis abuelos o algún olán que encuentre mi padre—confieso poco interesado.—¿Y tú?.

—Iremos a visitar a mis abuelos paternos en México—agrega acomodándose el chaleco verde opaco de su uniforme.

—Suena increíble—comenté poniendo mi mitad en los suburbios de la ciudad.

Minutos después después de un viaje callado estábamos entrando por el portón del instituto, dimos una vuelta en la gigante fuente del medio de la plaza y el auto de repente frenó de golpe haciendo que mi cuerpo se mueva bruscamente hacia adelante.

—¿Por qué frenas así? —reclamé confundido mientras le tiraba una mirada asesina.

—Ok lo siento, solo quería ver tu cara que por cierto estuvo muy graciosa—respondió riendo a carcajadas.

—De verdad que te pasas de imbécil—hable dándole un golpe en su hombro mientras reíamos.

Bajamos del auto y comenzamos a caminar a dentro, las miradas hacia mí de los amigos de mi hermano y el resto del colegio, se hacían notar, lo que para mí ya no es extraño ya que durante años he recibido las mismas miradas de desagrado.

𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora