𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]

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Axel Davis.
"Y ESE FUE MI ERROR"

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Alguien cantando un desafinado feliz cumpleaños hace que me haga consiente del sueño en el que me encontraba.

—Happy birthday to you—finaliza la canción a mi lado mientras me siento en la cama recostando mi cuerpo del espaldar, y ahí está, sosteniendo un muffin con una vela encendida de color verde mientras me ve con la sonrisa más sincera que he visto en toda la semana, y algo que sostiene en su mano que no llego a ver por la oscuridad del cuarto.

—Gracias Dy, pero... —trago grueso y tomo un silencio nervioso mirando a otro lugar, su sonrisa se borra y me mira confundido haciendo que me sienta peor.—No siento que merezca esto—confieso sin ganas con mi cabeza mirando mis manos, ni siquiera soy capaz de mirarlo a los ojos.

Deja el muffin encendido, y lo pasa a la mesita de noche a mi lado, enciende la lampara de la misma mesa y se sienta al lado de mí, sus ojos color avellana me miran con culpabilidad.

—Ax—suspira abatido.—Sí es por el beso esta todo...

—No es solo por el beso Dylan, es Klhoe, es que no tengo ganas de nada, solo he estado el fin de semana estorbando en tu casa además ni siquiera mis padres vendrán por que él Jet no puede volar por el clima en Canadá, no quiero fiestas ahorita, no quiero nada—digo con tristeza en mi voz.—Llamaré para cancelar todo.

—Axel, no estas estorbando ni nunca lo harás porque eres el hermano que nunca tuve y demonios ¡estas cumpliendo 18!, fantaseamos con esto desde hace años, y sé que haz pasado una semana fatal, eres una montaña de emociones pero por eso necesitas esta fiesta, para volver a brillar, no quiero que años después recuerdes tus 18 años tristes, ven—hizo que me siente a su lado en la orilla de la cama.—Haz pasado este fin de semana casi sin comer, cabizbajo, llorando y acostado, pero Axel mi mejor amigo y sobre todo mi hermano no es así, y siento que te mereces esta fiesta como nunca, respetaré tu opinión si no quieres hacer nada pero ya lloraste y estuviste triste por personas que no lo merecen así que es suficiente, esta fiesta es la oportunidad para pasárnosla como dicen en mi país, a toda madre.

—Supongo que es mejor que pasarlo llorando aquí—comento con una pequeña sonrisa mirando como toma el muffins de nuevo, una caja de regalo y lo extiende.

—Primero sopla la vela y pide un deseo, ya luego abre tu primer regalo—ordena con emoción, mientras me pasa el plato y la caja de regalo.

No sé pero es impresionante como Dylan puede subirme los ánimos para hacer cualquier cosa cuando estoy mal, así sienta que quiero morir él logra sacarme así sea un poco de todo eso, y por eso lo quiero tanto que me asusta la idea de que no vayamos a la misma universidad, aunque todo lo tenemos planeado desde pequeños, porque los dos iremos a la universidad en New York, siempre ha sido nuestro sueño, y siempre pensamos en volver a nuestro hogar en los Ángeles para vivir nuetras vidas, aunque eso eventualmente puede cambiar.

—Mi deseo es, ¡que este cumpleaños sea el mejor de mi vida!—exclamo con emoción, apago la vela y miro a Dylan que esta aplaudiendo causandome una sonrisa porque actuamos como si tuviéramos ocho años aún, lo que realmente me lleva a esos tiempos.

—Ahora abre tu regalo—ordena quitándome el muffin para colocarlo en la mesa de noche y mirarme con emoción en su rostro.

Mi mirada conecta con sus ojos expectantes y examino la mediana caja negra con un listón verde que reposa en mi regazo, desato el listón que cae a la cama, miro a Dylan de nuevo y me hace una seña de que lo siga abriendo, quito la tapa y mis ojos se cristalizan, realmente odio mi sensibilidad de estos días.