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Axel Davis.
HOY LO HICISTE BIEN

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Mis ojos miran el techo sin una gota de sueño, estoy desvelándome y en unas horas es la prueba. Son muchas emociones dentro de mi que se me vuelven difíciles de manejar.

He estado trabajando bastante todas estas tardes en ganar más técnica, en mejor mis tiempos, y asegurarme no ser una mierda en la prueba, resulta que también van personas que no son del instituto a presentar la prueba porque tiene uno de los equipos de natación de la cuidad, veinte personas presentaremos la prueba, pero solo cuatro quedaran dentro.

El equipo llegó a presentarse en las olimpiadas donde participan los institutos más reconocidos de todo el mundo, ganando los últimos dos años, y al parecer también quieren ganar este año.

Suspiro porque los últimos días no han sido fáciles, trabajos, entrenar, Dylan molesto, la prueba, mis pesadillas que se volvieron un poco recurrentes.

Aaron me ha seguido ayudando y aconsejandome, lo cual me parece extraño pero mejoró un poco nuestra relación. Mis padres han tenido mucho trabajo por el mes de Halloween, así que los hemos visto muy poco, lo que ya tampoco llega a importarme.

Mi cabeza ha estado en internet distrayéndome buscando técnicas para nadar mejor, como aprender a manejar y consejos para aprobar la licencia de conducir, pronto tendré empezar a aprender para presentarlo.

Mi cumpleaños es un tema que también tengo presente, está cerca, así que a la lista de todas las cosas que tengo que hacer ahora tengo que agregar planear la dulce celebración de mis dieciocho años.

Cierro mis ojos en busca de sueño pero mi teléfono vibra en la mesita de noche, intento no prestarle atención y poder olvidar el insomnio pero vuelve vibrar y decido tomarlo con fastidio.

«¿Estas despierto?».
«Me comí un chocolate y ahora se me hace imposible poder dormir».

El mensaje de Klhoe me toma por sorpresa ya que no creía que estuviera despierta a las dos  de la madrugada, y decido marcarle, el tono de llamada resuena un par de veces hasta que por fin contesta.

—Hola—saludo al escuchar su respiración.

—¿insomnio?—pregunta adivinando la razón de porque también estoy despierto, masajeo el puente de mi nariz cerrando los ojos mientras se hace un pequeño silencio.

—Eso creo—aclaro.—Mi mente no para de arrojarme cosas, la prueba, mi cumpleaños, el examen de conducir—digo liberadome y supiro, me siento en la orilla de la cama apoyando mis codos de mis rodillas.

—Me gustaría ir a abrazarte y decirte que todo va a estar bien,m—confiesa.

—¿No te gustaría hacer más?— bromeo pícaro.

—Ax—dice mi nombre entre risas.—Concéntrate en la prueba, no en mí.

—Siempre estoy concentrado en ti.

—Descansa, te quiero—se despide risueña.

—Descansa, también te quiero.

La llamada termina y suspiro dejando el teléfono a un lado de la cama y en mi mente se repite ese "te quiero", por fin encuentro alguien diferente a Dylan que me quiere, y solo sé que se siente muy bien.

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La alarma suena por décima vez y entre abro los ojos para callarla, al ver el reloj que posa en la mesita de noche me levanto rápidamente, me quito toda la ropa y me doy una ducha exageradamente rápida, me coloco el bañador y busco el uniforme de deportes del instituto para comenzar a ponérmelo, mi teléfono resuena mientras me pongo el pantalón color gris y saltando tomo el móvil.

𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora