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Alessandro Lombardi.
"JODETE"

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Siento una luz intensa molestar mis ojos y al abrirlos un poco veo como se están separando las persianas automáticamente dejando a los rayos del sol invadir toda la habitación.

—Mierda—me quejé sujetando una almohada para ponerla sobre mi cara intentando poder seguir durmiendo.

—Hora de despertar—anunció la chillante voz de victoria a mi lado como si tuviera alguna droga en su sistema.

—¿Puedes callarte y cerrar esas persianas de mierda?—demandé con cierto fastidio en mi voz, intentando aún recuperar el sueño.

—No, iremos a hacer ejercicio—con el tono en el que dijo la frase bien podía ver su sonrisa en todo su rostro.

—No hago ejercicio en la mañana, así que aléjame de tu vida de Kardashian y déjame dormir.

Mi sueño no iba a volver, y menos con Victoria y su estúpido tema del ejercicio matutino, me levanté de la cama tapando mis ojos un poco de aquella tormentosa iluminación, me dirijo hacia el baño y al voltear a la cama me encuentro a Victoria con una banda estupida de dos orejas de algún infantil animal sosteniendo su cabello, una bata de seda rosa de un tono claro marcado con su nombre en dorado cubriendo su espalda, y para terminar de ser increíblemente salido de una revista estaba comenzando a ponerse una mar carilla en su rostro.

—Aunque es algo estúpido, sei ridicolmente bella—pensé entrando al baño, me dirijo al W.C y orino descargando todos los tragos de anoche, mi espalda arde un poco y me dirijo hacia el espejo para ver qué es, al mirar  varios rasguños se hacen presente al lado de un tatuaje, las marcas van de mi espalda media hasta casi llegar a mis pálidos gluteos, ver las marcas raramente causa una sonrisa ladina en mi. Tomo una bata de baño blanca que pongo en mis brazos cubriendo mi espalda también, pero decido no cerrarlo y dejar todo el resto libre. Al salir del baño miro a la cama de nuevo y Victoria retira cuidadosamente la mascarilla de su cara encontrandome con su oscura mirada.

—¿Puedes terminar de cerrarlo?—preguntó con una sonrisa al ver mi estado de desnudez.

—Si ya lo viste y lo sentistes dentro de ti, ¿por qué te molesta?—replico colocando mis manos en mi cadera y poniendome frente a ella mientras la silueta de mi figura cubre a la "Kardashian" de los rayos del sol.

—¿Será por qué son las siete de la mañana y no me apetece ver penes ahorita?—una sonrisa sarcástica se presenta en su rostro que me contagia.

—¿O sera que te tenta a probarlo de nuevo?— bromeé a lo que ella volteaba sus ojos en fastidio y yo sonreía un poco, me lanza un bufido al ver que no iba a cerrarlo y se levanta del tocador acercándose a mi para tomar los tirantes de la bata y atarlos.

—Mucho—admitió con sarcasmo y una sonrisa.

—Me gustaba mas como estaba antes—confesé.

—Tonto.

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Dylan López.

Si mamá todo esta biencontesté al teléfono con un cierto fastidio.—Okay, te quiero— respondí para luego cortar la llamada.

Mis padres están en Mexico así que recibo llamadas de ellos cada día mientras no están, apoyo mis brazos en la encimera de la cocina hasta que un olor a quemado invade mis fosas nasales y al voltear, si.

𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora