12: Adiós, Chicago

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Cuando entramos a la estación, J.J. me esperaba con un abrazo, Emily con preguntas sobre cómo estaba, David con bromas sobre mi "inmortalidad" y Hotchner en paz de que no me pasó nada grave. El Jefe Rodgers y Hotchner me llevaron a la sala en la que estaba todo el equipo el día anterior y, con un agente que escribía todo lo que decíamos los tres, me hicieron preguntas y yo contestaba.
- Muchas gracias por su ayuda, agente Vásquez y me alegro que esté bien - me dijo el Jefe mientras nos parábamos los tres de nuestras sillas para irnos.
- No hay nada que agradecer, sólo hacía mi trabajo. - respondí.
- De todas maneras, de no ser por usted, quién sabe qué hubiera pasado - me dijo el Jefe Rodgers y después se dirigió a Hotch. -. Sin ninguno de ustedes, en realidad. Gracias por su ayuda.
- Como dijo la agente Vásquez, sólo hacíamos nuestro trabajo. - dijo Hotch y le estrechó la mano como despedida, dio las gracias por su ayuda y salió. Yo hice lo mismo y cuando salí de la sala Hotch me esperaba fuera.
- Vázquez, quería hablar con usted, pero tendrá que esperar hasta que lleguemos a las oficinas, hay mucho trabajo aún.
- De acuerdo, cuando lleguemos a las oficinas será. - asintió la cabeza y se escuchó su voz al otro lado del cuarto y se fue.
Los demás del equipo se despidieron del Jefe Rodgers y los policías que nos ayudaron durante la investigación y subimos a las camionetas que nos llevaron al hotel. Empacamos nuestras cosas, salimos y fuimos directo al aeropuerto.

En el jet comencé a sentir punzadas en la herida de mi abdomen, pero no nada extremo, así que me distrajeron Emily y J.J. contándome sobre sus vidas y lo que hicieron mientras no estaba.
- Me siento mal diciéndolo, pero dormí como bebé la noche en la que estuviste en el hospital - dijo Emily cuando le pregunté qué hizo mientras no estaba. -. Quiero decir, estaba enormemente tranquila, encontramos al sospechoso, a la víctima, terminé el papeleo, lidie con la prensa y, además de la incertidumbre de que estabas en el hospital, me sentí genial. Tomé un baño y me fui a la cama. Como bebé. - nos reímos las tres y J.J. fue la siguiente en hablar.
- Me alegro que alguien de las 3 durmiera bien porque Cate no paraba de golpearme con sus manos dormida. Ni una herida de bala hace que te calmes dormida.
- Lo siento, en mi defensa, la cama estaba muy pequeña. Pero gracias por quedarte conmigo. - le dije entre risas y ella me sonrió y se encogió de hombros.
- No les he preguntado, ¿cuánto tiempo llevan de conocerse? - nos preguntó Emily y J.J. y yo nos quedamos pensando.
- Como unos cuatro años, nos conocimos en el bar de un hotel en Londres - dijo J.J. -. Era la boda de una prima y me había cansado de las bebidas que estaban sirviendo en la fiesta, así que fui al bar y ahí estaba Cate, con su grupo de amigos y un martini en la mano, riendo.
- ¡Es cierto! - dije yo, riendo al recordar esa noche. - Estaba celebrando con mi equipo de Londres mi cumpleaños. Nos estábamos divirtiendo bastante, pero cuando se acercó J.J. llevamos la diversión a otro nivel.
- ¿Por qué lo dices? - preguntó Emily divertida escuchando la historia.
- Escuché que era su cumpleaños y decidí felicitarla, no sé por qué, y comenzamos a hablar, nos presentamos entre todos, nos reíamos bastante y me invitaron a un club nocturno en el que tenían reservación - dijo J.J. -, y dije que sí.
- ¿Te fuiste de la boda de tu prima? - dijo Emily riendo.
- Claro, estaba muerta de aburrimiento, ya me habían invitado unas copas de Manhattan y al fin me estaba divirtiendo como era debido.
- Ese era el plan, estábamos preparándonos y entonando para ir al club. J.J. me resultó tan divertida que no pude dejarla ahí. Así que nos fuimos. Estuvimos toda la noche juntas, bailando, tomando, conociendo a más personas. Fui increíble. - agregué yo.
- Y, si la memoria no me sirve mal, despertamos en la tina de mi cuarto de hotel. - dijo J.J. pensativa. Yo la miré tratando de recordar y cuando lo hice, me sorprendí y las tres rompimos en risas.
Continuamos hablando de anécdotas y las aventuras que recordábamos en el momento J.J. y yo, y ellas me contaron como conocieron a los demás del equipo. Al poco tiempo, solo conversaban Emily y J.J. y yo comencé a sumergirme en mis pensamientos; sobre todas las veces que J.J. me había salvado de otras personas, situaciones y, en algunos casos, de mí misma y mis impulsividad; sobre anoche, lo que me pasó, el caso, Darius Gordon y sus víctimas. Lo rápidos, gentiles y amables, que habían sido Spencer y Derek conmigo a través de todo, y me hizo sentir... Rara, agradecida. Dirigí mi vista hacía Derek, estaba dormido en el hombro de David, quien también dormía, y Spencer estaba solo, viendo unos papeles y anotando algo en un cuaderno con forro de cuero café.
- Ahora vuelvo - dije, interrumpiendo la conversación de Emily y J.J., ellas asintieron con la cabeza y reanudaron su plática. Y me dirigí hacía Spencer.
- ¿Me puedo sentar aquí? - pregunté mientras señalaba el asiento que estaba frente al suyo.
- Claro que sí - me respondió y nos quedamos en silencio, viendo al otro por unos segundos.
- Sólo quería darte las gracias por lo que hiciste en la casita de Gordon y en el hospital, ya sabes, por quedarte y mantenerme entretenida - dije, tratando con todas mis fuerzas verlo a los ojos mientras lo decía. -. Gracias. Significó mucho para mí.
- Oh, sí. No hay problema. La situación fue muy aterradora y muy desagradable, pero no fue nada - dijo, como si no hubiera ayudado a salvarme la vida.
- De todos modos, nunca tuve eso antes con compañeros, así que gracias - dije, recordando mis últimas semanas en Londres.
- Está bien, de verdad - se quedó un momento pensando y habló -. ¿Qué fue lo que no tuviste antes?
Me sorprendió su pregunta, pero igual le contesté.
- Ese tipo de preocupación. Del que no es solo profesional, creo. No lo sé. - levanté la mirada y me topé con sus ojos sobre mí. Me sentí un poco incómoda y me moví en mi asiento. Quise cambiar el tema. - No importa. ¿Qué estabas haciendo?
Él sacudió la cabeza y me respondió, entendiendo que no quería hablar de ello.
- Estaba viendo las fotos y archivos del caso y tomando notas.
- ¿De los detalles de las escenas del crimen y las víctimas? - pregunté interesada.
- Sí, y sobre, bueno, la conducta - me contestó, con un tono de obviedad sobre lo último.
- Claro está - dije con una sonrisa. Comencé a ver los papeles y lo que Spencer había escrito en los márgenes de las hojas. Eran unos detalles muy buenos con reflexiones igual de buenas.
-¿Crees que algún día me las puedas prestar? Tus notas, digo. Yo también lo hago en cada caso, pero con este no pude. Ya sabes, por lo del disparo y todo eso. - dije más interesada en las notas.
- Sí, con gusto. Sólo dime cuando. - me respondió contento.
Estuvimos un par de minutos analizando los papeles juntos, intercambiando pensamientos e ideas. Cuando terminamos de llenas las páginas de los papeles, al derecho y al revés, nos sentimos más activos, conversamos por un rato y tocamos el tema del ajedrez. Spencer me contó cuánto le gusta y que alguien llamado Gideon jugaba mucho con él cuando trabajaba con ellos. Me dijo que es de sus juegos favoritos y por alguna razón, se mostró sorprendido al saber que yo no sabía jugar; así que, sin pensarlo dos veces, sacó un mini tablero de ajedrez que tenía en su mochila, y se dedicó lo que quedó del vuelo en enseñarme todo lo que pudo de ajedrez. Me di cuenta de que es un excelente profesor, increíble jugando y que es sumamente gracioso de una manera muy especial. Al llegar al aeropuerto de Virginia, no sólo me dolía la cabeza de tanto pensar, sino que también me dolía de todo lo que me reí con él, y noté que le pasaba igual porque cada cuántos minutos se tocaba la cabeza y sonreía.

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Hola, personitaas 😊 Me gustaría saber si les gustan más los capítulos cortos (como los primeros), o estos que están más largos. ¿Cuáles prefieren? 🤔✨

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