Los cuatro muchachos se reunieron en la entrada de la cueva donde las antorchas ardían y los arqueros se posicionaban en caso de que el demonio optara por salir ante la caza de los exterminadores.
Setsuna esperaba paciente a que los demás tuvieran listas sus armas.—Lista, ahora podemos avanzar— sonrió Towa posicionándose al lado de su gemela
—No esta vez, Towa. Hisui y yo somos exterminadores, haremos el trabajo tal como la ley de los exterminadores manda. Ve con Moroha, quizá hasta puedan vencerlo sin ayuda— habló la pelinegra adelantándose, se detuvo solo para observar tras su hombro a Hisui
—¿Seremos tú y yo entonces?— dudó el muchacho aferrando el Hiraikotsu desde las ataduras del arma
La medio demonio no contestó nada en absoluto, se limitó a volver a su marcha mientras él la siguió a la oscuridad de una de las direcciones dejando a Moroha y a Towa solas.
—¿También crees que Setsuna se veía celosa?— Moroha le preguntó a su prima
—Es difícil de decir, no puedo diferenciar entre las emociones de mi hermana aunque si es extraño que fuera con Hisui a buscar al demonio, solo los dos...— susurró la peliblanca desenvainando la Kikujuji para alumbrar la sombría caverna
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Ambos cazadores de demonios se adentraron a la cueva para ver en medio de la oscuridad las paredes del lugar repletos de vetas de jade brotando de entre las venas de la montaña.
—Si el monstruo se alimenta de esto tiene mucho de donde sacar su poder.— habló por lo bajo Hisui
—¿Lo crees? Vaya, que sorpresa.— la ironía era algo raro de ver en Setsuna pero allí estaba ella con los ojos cerrados, el entrecejo ceñido ¿Acaso se enfadó con él?
El muchacho no lo imaginaba de parte de ella, la ojipúrpura era una de las exterminadoras más neutra, concentrada, alerta de la villa. Era ridículo que ahora se portara como una niña caprichosa cuando no existía motivo para tratarlo como a un cacharro sin utilidad.
Hisui dobló su boca a una esquina evitando confrontarla pero viéndose en la tarea de averiguar sobre esto.
—¿Acaso se debe a que no nos hallaste en la villa? Me refiero a tu comportamiento— susurró el castaño, Setsuna se detuvo con una obvia cara de duda —Desde hace un rato actúas extraño como si quisieras echarme algo en cara.—
—¿Qué? No estoy actuando nada, intento cumplir con esta tarea, ¿alguna vez te he tratado distinto?— replicó ella sin cuidar del tono de su voz
—¿No? No estoy diciendo que me trataste distinto en el pasado pero al menos no eras indirecta. ¿Esto se trata de Umiko? ¿Son celos?— el hijo de Miroku al fin tomó valor suficiente para preguntar
—No me interesa lo que tengas que decir sobre ella, tú tendrás en cuenta que es una novia comprometida y si no lo haces me da igual, es tu honor el que está en juego no el mío.— replicó ella algo enfadada clavando la Kanemitsu no Tomoe en el suelo
—¿Mi honor? No he hecho nada malo que pueda dejar en duda mi moral, ¿por qué me confunden con mi padre?— ladró Hisui clavando por igual el Hiraikotsu en el piso
—¡Si te quieres quedar a vivir en este pueblo bien por ti!— gritó finalmente Setsuna sin siquiera notar la ráfaga de viento tibio que surgía detrás de ella
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El hechizo tardío. [Setsui - Hisui x Setsuna] (Terminada)
FanfictionUn demonio aplica un hechizo en Setsuna y las cosas se salen de control. La poción no era exactamente para noquearla...