Ya había perdido la cuenta de cuantos rubios había asesinado ¿Que diablos significaba? ¿Por qué lo decia sino lo cumplía? Miro a su alrededor para desviar sus pensamientos de todos esos rubios pero el mundo era cruel siempre llevándolo a un nuevo...
Sasori observo por el reflejo de la puerta, como caía al suelo de manera brusca al ser lanzado a la esquina de ese mugroso baño. Su lado ironico no podía evitar sonrier de su desgracia, cosa que molesto a demás presentes. No dudaron en darle un patada en el centro de su estómago para hacerle escupir sangre. «blando de mierda»penso para sí.
— ¿no te parece injusto cinco contra uno? — ladeo su sonrisa llena de su propia sangre. Sabía que de todas formas iba a terminar mal parado, una que otra bromita para molestar a sus agresores no estaba mal. Le importaba ver ese brillo escarlata flamando de enojo.
— te estoy golpeando yo, no ellos — respondió con burla. Él fingió pensar en eso dicho, pero volvió a sonreir.
— vamos "to-bi" eres mejor que esto que se autodenomina humano — sus manos le mostraron de pies a cabeza, como un objeto de mostrador.
— ya lo se, es más, cualquier cosa es mejor que tú... por eso, me desago de las cosas inservibles para este mundo, que necesita personas que si hacen cosas y que aportan algo, una... Yo, tengo futuro al menos — escupió a sus oídos esas duras palabras. No es como sino supiera que no tenía futuro, peor quería creer que sí.
— ¿Tú que aportas? - pregunto irritado, sabía del ego que tenían lo Uchihas. Aunque él también lo tendría sí sus padres tuvieran una empresa multimillonaria —... ¿Qué te da el poder de decidir que hacer con las vidas de los demás?.. ¿quien vive y quien no? me estas dando mas preguntas que respuesta — oh no. Lo estaba provocando más de la cuenta, teoricamente su vida esta gobernada por él. Él era su deudor ¿Por qué no podía tener la puta boca cerrada?
— sasori... ¿Tu que crees que compra el dinero? — aclaró su garganta pensado. Sí, lo tenía todo. Poder. Tenía él poder para decidir quién muere y quien no.
— no sé... Tú eres el que lo tiene — respondió vago.
— respeto, lujos y en este caso tan especial... también compra a Deidara — vio salir a ese rubio de una de las puertas del baño el ojos abierto se quedo viendo al rubio que no le dirigía la mirada.
— sasori, este mundo es una mierda y solo están las tres opciones en esta pirámide, y tú estas en la ultima... salúdeme a tu abuela sasori es un ángel espero este bien — se despidió con un gesto infantil dejado al pobre pelirrojo atónito.
— ¿le dijiste..? - cada uno de sus vellos se erizaron y se quedo en una especie de trance hasta que solo vio como esa cabellera rubia ya no estaba a su alcance, la sangre se le calentó — ¡voy a matarte deidara! ¡Lo juro! —.
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— ¡aah! — volvió al mundo con ese grito.
Un olor tan embriagador salía de ese rubio, era como si desprendiera su propia inocencia de sus poros. Hasta algun punto, le relajaba esa esencia tan pasiva y tranquila que desbordaba, amaba tener a una persona así a centímetros de su cuerpo. Lo sentía tan vulnerable.
