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—¿otra vez está aquí joven?—
—jeje, si otra vez..—responde avergonzado el tailandés.
—ay hijo, ¿quieres lo mismo de la otra vez?—pregunta la anciana en tono amable y Ten asiente.
La mujer niega preocupada, está es la 4ta vez en la semana que viene el mismo muchacho al establecimiento y se queda esperando en esa mesa hasta que llega la hora de cerrar, no es que le molestará, al contrario mientras más veces viniera mejor, pero una de esas ocasiones le pregunto qué era lo que esperaba con tantas ansias y el le respondió que estaba esperando encontrarse con alguien, sea quien sea la "chica" que lo estuviera haciendo esperar era bastante cruel a su parecer, se veía que el chico era amable y tenía una aura que causaba tranquilidad. Llevo el plato con una pequeña rebanada de pastel y una taza de té a la mesa en la que Ten estaba y el le agradeció, regreso al mostrador y comenzó a limpiar la barra, pero el sonido de la campanilla sonando indicando que alguien había entrado a la tienda hizo que su mirada (y la de Ten) se levantarán al mismo tiempo.
La expresión en el rostro del tailandés cambio bruscamente al ver quién había entrado, no era la persona que estaba esperando, pero si era alguien que lo conocía.
El joven de cabello rosa claro busco con la mirada en el establecimiento a Ten hasta que finalmente lo encontró y se encaminó hacia su mesa.
—bienvenido! si necesitas algo pidemelo —hablo una de las meseras y el pelirosa le agradeció; cuando llegó a la mesa en la que estaba Ten se sentó sin pedir permiso.
—¿qué haces aquí Hendery?..—pregunto con los brazos cruzados.
—creo que es evidente.
Ten suspiro—¿porqué el no a venido?—pregunto con la voz entrecortada y Hendery se sintió apenado.
—el se sentía algo..., indispuesto—contesto mientras se rascaba dudoso la cabeza.
—¿indispuesto? ¿porqué? ¿estoy yendo muy rápido?—pregunto alterado.
—no no, no es eso Ten, es solo que será mejor que lo veas tu—le dijo y se levantó de la mesa indicándole que lo siguiera. Ten saco su billetera, pago lo que había pedido y siguió a Hendery.
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Finalmente llegaron la departamento, Hendery le pidió a Ten que se sentará en la mesa y lo esperara un momento. El tailandés observo el al rededor, era una lugar pequeño, enfrente del comedor estaba la sala y enfrente de ella puertas que suponía que serían el baño y las habitaciones, en la pared estaban colgadas algunas fotografías y en varías Ten pudo distinguir a la persona por la que había venido de Derenford hasta Düsseldorf.
Comenzó a sentirse nervioso, y se dijo mentalmente que todo estaría bien, hasta que escucho como una de las puertas del departamento se abría y junto con ella la acompañaban el sonido de pasos, se puso recto y tragó saliva.
Hendery llegó sosteniendo de los hombros al pequeño muchacho de cabellos castaños que se había robado el corazón del tailandés; cuando lo vio sintió unas ganas gigantes de correr y abrazarlo, pero se mantuvo quieto en la silla observandolo curioso ya que tenía entre sus brazos una pequeña libreta con un lapiz.
Hendery miro al pequeño y le sonrió transmitiendole confianza y Yang Yang asintió, se alejo del Cantones y tomo asiento frente al tailandés. Yang Yang puso la libreta y el lápiz sobre la mesa y levanto la mirada encontrándose con los ojos de Ten, se sonrojo y sus manos comenzaron a temblar.
—Yang Yang..—lo llamo Hendery y el muchacho volvió a asentir. Ten se encontraba algo confundido, parecía que las palabras de ambos muchachos tenían otro transfondo el cual no entendía.
Yang Yang abrió la libreta y comenzó a escribir sobre la hoja de papel. Cuando terminó la giro y la extendió hacia el pelinegro.
—estoy feliz de poder verte—esas eran las palabras que estaban escritas sobre el papel. Ten sintio un nudo en el estómago y levanto la mirada observando al castaño, ahora entendía el porque Yang Yang nunca hablaba durante sus videollamadas.
Ten se levantó de la silla y se acercó a Yang Yang para poder darle un abrazo el cual el menor correspondió hundiendo su rostro en el pecho del tailandés.
—¿tu no puedes..?—pregunto alejándose un poco y Yang Yang asintió con los ojos llorosos mientras hacia un gesto con sus dedos, el cual Ten no entendió.
—dice que lo siente—hablo Hendery robándose la atención de ambos y Ten devolvió su mirada rápidamente a Yang Yang mientras negaba con su cabeza.
—no te disculpes bebé, yo también estoy feliz de poder verte—le dijo acariciando su espalda, y Yang Yang se sintió aliviado en los brazos de aquel muchacho que había conocido hace unos meses por internet.
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꒰♡ one-shots | tenyang
Fanfiction⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝐓𝐄𝐍𝐘𝐀𝐍𝐆 | ❛ mini historias del ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀tenyang porque, yo vivo y respiro por ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀el tenyang ❜ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀» One-shots ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀» Drables