- 04 -

854 132 0
                                    

— No me ha reconocido.

Era la frase que repetía el de cresta cuando ingresó a su habitación, el Tiny que hasta entonces estaba sentado frente al mini piano interpretando una melodía falló en presionar la tecla correcta por susto de la repentina entrada. Conociendo a Horacio como lo hacía esperó hasta que este estuviera lo suficientemente calmado para hablar, 9 años juntos le había desvelado el carácter del otro. 

Le había visto crecer, convertirse en un torpe adolescente, un joven intrépido y coqueto - no afirmará que en esos años él Tiny peligris quizá se hubiese vuelto algo gruñón- Ahora iniciado una nueva etapa en la vida de este, ya que hace una semana había logrado ingresar a trabajar en el área forense y criminalística de la LSPD, era el más joven recién salido de la academia, pero era tan bueno en captar detalles que otros no, que fue el mejor en su promoción, usaba la cámara para capturar pistas, su ojo crítico veía todo a detalle. 

Ya casi trabajando en esa área de la policía una semana, siempre llegaba emocionado a su habitación y le narraba a detalle al Tiny lo sucedido en el trabajo. Por lo que escucharlo alterado, no le alarmó, solo esperó paciente que el menor se explicara mejor.

﹄ Horacio no puedo decir mucho con tan poca información, cuanto más sepa, creo que podré entender tu estado.

Horacio que ya se encontraba recostado sobre la cama miraba el techo, mientras aún recordaba lo sucedido aquella tarde. Cerraba los ojos y se reproducía en su mente como una película.

— Vik ... hoy te vi, pero él pareció no reconocerme.

El Tiny que esperaba cualquier cosa excepto ello, llevó una mano hasta la altura de su corazón, aquel dolor sordo que a veces sentía le apretó el corazón, y no era como si no supiese que su Horacio no lo quisiera, incluso podía recordar las pocas veces en las que el amorimetro bajó. Horacio lo cuidaba bien, era consciente que no gustaba mucho de mimos, pero había terminado acostumbrándose a estos, aunque se negara a recibirlos, le gustaba en secreto. Por eso no entendía porque había veces en las que sentía el corazón adolorido, cuando se lo comentó a Horacio, se preocupó tanto que rogó a Julia llevarlo al médico, pero el pequeño estaba saludable. entonces no entendían porque sentía eso. Y sabiendas que Horacio se preocuparía mucho había ocultado que aún a veces sentía aquel viejo dolor.

— Tienes razón, los detalles son importantes. Quizá así con tu ayuda pueda entender lo que sucedió hoy.

Viktor Tiny se movió para caminar hasta la cama del mayor, con cuidado se sentó ahí esperando la historia de cómo al parecer Horacio había conocido a su versión humana, y sobre todo un poco ansioso de cómo es que él podía conocer a Horacio Tiny.

Horacio cerró los ojos y a medida que los recuerdos llegaban a su mente los fue narrando.

Comenzó a narrar lo emocionado que se sentía por finalizar su primera semana de trabajo, aunque estaba cansado, en parte deseaba salir y regresar a casa y relajarse. Pero tenía que entregar un informe que era urgente, ya que la balística ayudaría a determinar la pista sobre el tráfico de armas en la ciudad. En otras circunstancias hubiese enviado el informe por e-mail, y las pruebas ya analizadas por correo al almacén de pruebas, pero como iba de camino de recoger a Gustabo, que como él también era su primera semana, pero como agente de campo. Fue entonces que caminaba un tanto distraído porque al ser un edificio tan grande, no estaba tan familiarizado solo sabía que debía ir al sótano donde estaba el almacén de pruebas. Concentrado en su móvil, ya que le escribía a Gustabo por ser un idiota por no guiarlo por el edificio, chocó contra un cuerpo que le hizo soltar lo que llevaba en manos, celular, el arma y balas en las bolsas de pruebas y el informe de balística. Instintivamente extendió una disculpa antes de elevar la mirada, y fue cuando lo vio.

Segunda Oportunidad | Tiny U | VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora