XI

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Capítulo once, como en los viejos tiempos.

Al llegar a la casa fui a mi habitación sin decir nada, busqué entre mis cajones, de estos saqué mi inhalador y lo use automáticamente, tome uno de los juguetes anti estrés que tenía.

—______— Hinata entró a la habitación al verme.

Debo aprender a cerrar la puerta.

—¿Que pasa? ¿Estas bien?— Preguntó preocupada.

—Solo un poco de estrés, no hagas caso—

—Necesitas calmarte, papá se puede dar cuenta y sabes lo que pasará si nota que estás así—

—Sisi, me mandará a un super mega tratamiento, siempre tan exagerado—

—No es exageración, terminaste dos veces en el hospital—

Yo rodé los ojos mientras cruzaba los brazos.

Es estupido. Bueno les resumiré lo que pasó, cuando era más joven perdí a mi madre y a mi padre, creando en mi un leve trauma, digamos que desde ese día comencé a tener leves ataques de ansiedad y a estresarme demasiado afectando eso a mi asma.

Me tiré en mi cama y me dormí. A la mañana no fui al colegio, mi tío comprendio que no me sentía del todo bien y me dejo quedarme con la condicion de hacer mis tareas después.

Me pasé el día en la cama, no estaba de ánimo para nada, dormi hasta la tarde que me dio hambre y luego de comer me dormí de nuevo.

(...)

Era de noche y me encontraba acostada en la hierba del patio, hacia frio y estaba lloviendo, buen tiempo para que no esté nadie de mi familia que me regañe.

Tal vez me enfermé como las otras veces que me he quedado acostada como retrasada bajo la lluvia, pero ya que.

Dure unos largos minutos ahí pero luego me tuve que levantar, mi tío no tardaría en llegar.

Entre silenciosamente para que las muchachas que trabajan aquí no noten mi presencia.

—Señorita ______, otra vez desobedeciendo las reglas de su tío— Oí la voz de una de las muchachas, Denisse.

—Lo siento Denisse, no lo vuelvo hacer pero no le digas—

—Eso mismo ha dicho las otra cuatro veces que la he atrapado— Me dijo cruzándose de brazos.

—Esta enserio—

—Bien, y no vuelva a mojar el piso—

—Gracias Denisse, te abrazaria pero no te quiero mojar—

Salí corriendo y me dirigí a mi habitación me cambié la ropa.

—______...— Se escuchó la voz de Neji mientras entraba a la habitación.

—¿Que pasa? ¿Porque tan serio?— Pregunté sonriendo.

—Nada— Luego de un silencio contestó cambiando repentinamente su expresión a lo que lo mire confusa pero luego ignore eso.

El se recostó conmigo mirando el techo como solíamos hacer de niños, apesar de los años se sentía como si aún fuéramos unos niños pequeños disfrutando de la vida.

Flashback:


—¡Ay! ¡No me jale el pelo chismoso!—Me quejé.

—Dame mi chocolate o te lo jalo de nuevo— Amenazó Neji.

—No es tuyo, tío Hiashi dijo que debíamos compartirlo—

—Pues comparte fea— El me saco la lengua y le di un zape.

—No soy fea—

—Niños no peleen— Nuestro tío se nos acercó —Sean como sus primas—

—No lo haré, no somos ellas— Me crucé de brazos indignada —No me lo vuelvas a pedir— El me miró atentó unos segundos y luego sonrió.

—Tienes razón, pero ya no peleen—

—Sale y vale— Dijimos Neji y yo al mismo tiempo.

Al final le di la mitad del chocolate y nos fuimos a nuestra habitación, nos tiramos al piso viendo al techo mientras hablábamos.

—______— Yo volteé a verle —Cuando seamos grandes vamos a seguir llevándonos bien, ¿verdad?—

—Claro, es una promesa—Yo le sonreí ampliamente.

(...)

Fin del flashback:

—Si viste que cumplí la promesa de seguir llevándonos bien— Solté.

—Fue hace más de diez años— El río levemente.

—Pero la cumplí, eh—

Ambos reímos y nos pusimos a hablar, como en los viejos tiempos...

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Un Poco Más Que Odio (Sasuke Uchiha Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora