Capítulo 8

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Liana

14 de octubre de 2017

Me quedé en medio de la pista viendo como Jonathan se alejaba aún con la música sonando de fondo.

Tal vez si era precipitado actuar como si nada hubiera pasado y fingir que aún teníamos esa misma confianza que hubo antes de que me fuera.

Es que más ingenua no puedes ser.

Te recuerdo que tú eres yo.

Lamentablemente.

Tenía que haber pensado mejor en cómo actuar con él anteriormente. Era lógico que él no iba a fingir, él no lo iba a olvidar de la noche a la mañana, él nunca iba a actuar de la misma manera que yo, y eso era algo que ya debía de comprender.

—¿Qué haces ahí parada? —Una voz a un lado mío me saca de mis pensamientos.

Es el rubio de ojos azul verdoso con quien había estado bailando antes de Jonathan.

Lo miré sin entender a qué se refería.

—No te quedes ahí como estúpida—continuó—. Ve por tu hombre y arregla todo este drama sin sentido alguno.

—No es mi hombre y...—hice una pausa al darme cuenta de algo—. ¿Tu como sabes que hay algún problema entre él y yo?

—Digamos que son los protagonistas de la serie dramática favorita de Eric—respondió con una sonrisita en el rostro—. Me sé su drama amoroso de pies a cabeza.

—No hay nada amoroso entre él y yo—refuté.

Pero quisieras.

No ayudas.

—No entiendo porque negarlo—resopla como si la situación le fastidiara—. Ustedes dos son demasiado orgullosos para su propio bien.

Mil cosas pasaron por mi cabeza cuando por fin capté algo.

—Espera un momento...—lo giré para que quedáramos frente a frente—. Me invitaste a bailar porque sabías que Jonathan nos estaba viendo, ¿verdad?

—Mira que no eres tonta—le da un toque a mi nariz con su dedo índice logrando así que la frunza.

—Entonces, ¿no me invitaste porque te atrajera? —tras mi pregunta él empezó a reírse como si lo que le dije hubiera sido un chiste.

—No me malinterpretes-aclaró al ver mi cara expresando molestia—. Eres bonita, agradable e inteligente y todos los sinónimos que se le parezca...—dejó de reírse, pero seguía conservando una estúpida sonrisa—. Solo no eres mi tipo.

—¿Ah sí? ¿Quién es tu tipo? —cuestioné con un deje de molestia aún notable en mi voz.

Se acercó y susurró las siguientes palabras en mi oído que me harían arrepentirme más delante de mí cuestionamiento.

-En una realidad alterna tu y yo seríamos la pareja perfecta, eso te lo puedo asegurar. El problema aquí es que me gustan con músculo, voz grave y como extra importante en el kit, que tengan algo entre las piernas-me sujetó suavemente el rostro y dirigió mi mirada hacia un grupo de chicos hablando-. Y para tu lástima no tienes ninguna de esas características.

Lo manoteó para que soltara mi rostro.

— ¿Para qué tanta palabrería para decir que eres homosexual? —cuestioné con el ceño fruncido.

—Pensé que no te iban a gustar mis referencias pervertidas respecto a ese tema, solo traté de ser sutil.

—Conmigo ve directo al grano y sin dar vueltas.

Un Baile Bajo Las Estrellas [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora