Capítulo 13

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Damián

21 de octubre de 2017

En ese momento me sentía molesto, decepcionado, enojado y celoso. Minutos atrás Liana se fue dejándome plantado después del intenso beso que tuvimos. Se fue sin ningún motivo. Huyo de mí como si fuera tóxico. Quiero pensar que no es porque se haya arrepentido. Me quedé en la misma posición analizando lo que había pasado. Cuando al fin reaccioné, fui a dónde se encontraban todos los demás.

Quería hablar con ella sobre el beso y saber el porqué de su reacción. Pero mis planes se vieron interrumpidos cuando encontré a Liana con el brazo de mi hermano rodeando sus hombros. Una corriente de diversas emociones me empezó a recorrer el cuerpo, pero el sentimiento más latente eran los celos. No tendría por qué ponerme celoso cuando solo es un abrazo y especialmente cuando no somos nada, solo amigos. Pero eso no significa que no llegue a sentirlos.

Liana me ha gustado desde hace mucho. La admiraba de lejos. Para ella solo era el hermano mayor de su mejor amigo. A pesar de tener la misma edad ella siempre fue más unida a Jonathan. Y la verdad no lo comprendía y sigo sin comprenderlo. Son tan diferentes uno del otro que no entiendo cómo es que son amigos. Puede ser que eran su complemento, pero había veces en las que discutían porque no estaban de acuerdo en algo. Las pocas cosas que tenían en común no lograron opacar las cosas en las que no congeniaban.

Amo a mi hermano, pero siempre he sentido celos de él. Cuando lo conocí no congeniamos, nos peleábamos por todo. El tuvo una infancia rodeada de lujos y comodidades. Mientras que yo tuve un papá ausente que al final nos abandonó y terminó muriendo por una sobredosis. Cuando su papá conoció a mi mamá todo cambió en la vida de mi hermana y la mía. Iván se volvió el padre que siempre quisimos tener, nos dio comodidades y cuando se casó con mi mamá nos dio su apellido. Jonathan lo ha tenido todo a pesar de que sus papás se separaron. Si el llegará a decir que no es feliz con su vida le daría un golpe para que se diera cuenta de lo que tiene a su alrededor.

Mis celos se esfumaron cuando se alejó con el pretexto de ir con Lucía. Sabía que estaba huyendo de mí pero que lo hiciera me hacía sentir más enojado. Y yo enojado era una bomba de tiempo que solo decía palabras hirientes. Me ponía brusco. Por eso siempre trato de controlar mis emociones. En cambio Jonathan, él es muy diferente cuando se enoja, porque rara vez lo hace. Puede que tenga su paciencia limitada, pero solo se irrita y prefiere usar el sarcasmo como modo de defensa y aligerar su mal humor. Solo una vez lo vi enojado de verdad y fue cuando se enojó con un compañero de su clase por algo que le había dicho. No se exactamente porque se había molestado con él para que reaccionará de esa manera y el pobre chico terminará sin dos dientes. Jonathan podría ser serio, frío y poco sociable, pero agresivo nunca. Ese título me pertenecía a mí.

—¿Qué pasa entre ustedes dos? —pregunta Jonathan señalando por donde se fue hace unos minutos Liana.

Nada que te incumba, hermanito.

—Así nos llevamos. —me limito a contestar mientras saco un emparedado de la cesta que hay a lado mío, que supongo es de la mamá de Liana. No quiero que él note mis celos estúpidos.

—Pues que manera tan rara de llevarse, hasta pareciera que se odian —me hace una seña para que le pase un emparedado igual.

—No nos odiamos —y era cierto solo estaba molesto—. Solo tuvimos algunas diferencias hace unos días.

Me mira inquisitivamente mientras le da una mordida a su emparedado. Está a punto de decirme algo cuando su mirada se desvía detrás mío y todo su rostro se contrae en una expresión de rabia. Lo miro extrañado y dirijo mi mirada hacia la causa del porqué de su reacción.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2021 ⏰

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