Un Baile Bajo Las Estrellas [1]

Capítulo 10

▪◾◼MARATÓN 1/3◼◾▪

Liana

16 de octubre de 2017

Otro día de clases teniendo que soportar a Andrea con sus malditos comentarios. Si un día ella llegara a aparecer sin un solo pelo en su cabeza ya saben a quién culpar.

Me encuentro en la cafetería con Lucía, Damián y Sol hablando sobre la fiesta de bienvenida que desde hace un mes tenían planeada para mí, solo que por la boda de Sam tuvimos que atrasarla.

Sol le suplicó por días a su papá para que nos prestara la casa del lago por un fin de semana para hacer la fiesta, a lo que él siempre le contestaba lo mismo: No.

Y cuando Iván Valera decía que no era no.

—Entonces, ¿Ahora dónde va a hacer la fiesta? —pregunta Lu, haciendo un puchero con sus labios.

—Pero que niña más berrinchuda—le dice Damián como si le estuviera hablando a un bebe, a la vez que intenta apretar sus mejillas, pero Lucía les da un manotazo a sus manos antes de lograr tal acción.

— ¡No me toques! —lo apunta con una mini zanahoria—. Aún sigo enojada contigo por haberme tirado al mar.

—Solo fue agua, exagerada.

—Mi cabello sigue pareciendo estropajo por tu culpa—recrimina. Tiene razón, su cabello quedó horrible desde que la lanzó al mar; de eso ya hace dos días y sigue igual a pesar de haberle puesto un tratamiento para arreglarlo.

—Cuando frunces el ceño se te hacen dos arrugas ahí...—le dice Damián acercando su dedo índice para tocar la parte antes dicha.

—Me tocas y te voy a meter está zanahoria donde más te duela-lo amenaza señalándole con la zanahoria que se iba a llevar a la boca, alejando bruscamente su mano antes de que llegue a tocarla.

Damián alza las manos dándose por vencido.

—Bueno par de bestias—habla Sol llamando la atención de los chicos—. Como mi papá no me dio permiso de hacer la fiesta en la casa del lago, él propuso otra idea.

— ¿Qué propuso el papucho de mi futuro esposo? —indaga Lu, poniendo más atención a la conversación. Sol rueda los ojos y Damián suelta una pequeña risa por el comentario de mi amiga.

Sol sigue hablando, ignorando el comentario de Lucía. Que más que nada era para molestarla.

—Que era mejor ir este fin de semana al parque de la Sierra de Guadarrama para ver las estrellas.

Una sonrisa se extiende por el rostro al escuchar el lugar donde vamos a ir. Ese parque es uno de mis lugares favoritos en el mundo. De todos los lugares que he visitado no hay ninguno con el que se le compare, o por lo menos para mí. Es el lugar perfecto para ver las estrellas de noche.

— ¡Me encanta esa idea! —declaré emocionada.

—Él sabía que te iba a gustar más eso que una fiesta con alcohol, drogas y adolescentes borrachos, y que al final terminarás limpiando sus vómitos—informa Damián, sorbiendo leche con chocolate por un popote. A veces no sé si estoy hablando con un adolescente de diecisiete años o con un niño de cinco años.

—Entre aburridos se entienden—murmura Lu, comiéndose otra zanahoria.

—¡No soy aburrida!—exclamé, dándole un golpe en el brazo.

Los tres se dan miradas, sin creer lo que dije.

Es que si eres un poco aburrida.

Parece que tengo que recordarte siempre, que somos una misma persona.