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Teodora: ¡No, mi celular!- exclamó cuando se lo quite.

La mantenía alejada con mis poderes mientras examinaba aquel artefacto.

Leo: No entiendo cómo usas esta cosa- lo agité- Hace que me quiera quitar los ojos.

Teodora los rodó.

Teodora: Qué naco- murmuró.

La miré y bajó la vista al instante.

Leo: Seré lo que quieras, pero no creo que te gustaría que me deshiciera de esta cosa...- simulé que se me caía al fuego, asustándola- A menos que me digas quien es tu amiguita humana.

Teodora era la única que me faltaba por interrogar acerca de la mortal que podía ser mi sucesora.

Ninguno de mis anteriores amigos cooperó mucho, por no decir que nada.

Lo único que sabía de ella era que, obviamente, veía a los fantasmas y vivía en Puebla.

Así que mi única esperanza de saber algo más de ella para... bueno, aún no lo sabía, era Teodora.

Teodora: Para que te lo sepas, tengo un excelente servicio de telefonía y en caso de extravío o destrucción me darán el siguiente modelo a un buen precio- dijo orgullosa- Así que de una vez entérate de que a Teodora Vicenta de la Purísima Concepción de la Inmaculada Trinidad Villavicencio, Duquesa de Oraverás, Marquesa del Jujuy y niña de la Condesa, no la vuelves a amenazar para que traicione a su bff en este día tan importante para ella.

De pronto, abrió los ojos con sorpresa y cubrió su boca.

Fruncí el ceño y me acerqué a ella.

Leo: ¿Y por qué este Día de Muertos es muy importante para ella?

Teodora: Este... ¿Día de Muertos?... ¿A poco es hoy?- rio con nerviosismo.

Estaba por hacerla hablar cuando sentí que alguien me invocaba en el mundo de los vivos.

Un llamado al que no me podía negar.

Apreté mis puños con fuerza y solté un suspiro de exasperación.

Leo: Continuaremos con nuestra plática en un rato, de esta no te salvas.

Después de llevarla al calabozo con los demás, salí a las caballerizas para montar mi caballo.

Xóchitl: Leo- escuché detrás.

Rodé los ojos y la ignoré.

Xóchitl: ¿Por qué regresaron esos burros? Creí que...

Leo: ¿Por qué no te callas la boca de una buena vez, Xóchitl?- abrí el portal- Todos estos años he sido muy claro contigo, sirves para distraerme de la estupidez que hiciste y arruinó mi existencia- la miré con indiferencia- Aún no sé por qué no he exterminado tu alma para siempre.

Crucé el portal antes de que ella pudiese replicar algo más.

Aparecí en un terreno baldío y oscuro, alejado de la ciudad de...

Leo: ¿Puebla?- murmuré para mí- He estado viniendo más seguido de lo que quisiera.

Quizás al terminar el trato con el infeliz que me invocó pudiera recorrer la ciudad en busca de la chica que estaba destinada a ser mi sucesora.

A lo lejos distinguí a un hombre nervioso que se frotaba las manos por el frío o el miedo.

Sonreí con malicia antes de aparecer detrás de él.

"Subiré al Infierno" 2da temporada de "El Nuevo Charro Negro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora