Capitulo 6

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Axel:
Presente.

Todo lo que viví en el orfanato donde estuve recluido hasta los 16 años, aún seguía latente en mi. Cada insulto, y maltrato estaban grabados en cada centímetro de mi mente y piel.

Creí que nadie me adoptaba por mi condición, hasta que un día de aquellos escuché a Jessie decir que no dejaría que nadie me alejara de su lado. No la comprendía, estaba realmente loca.

Después del accidente contra el auto la noche de mi cumpleaños, sentí que realmente estuve muy cerca de morir.

Lo único que recuerdo de ese día, fue el haber despertado nuevamente en un hospital con un montón de cables pegados a mi cuerpo. Después de varios días internado, volvimos al infierno que se hacía llamar hogar, pero cuando lo hicimos para mí sorpresa la mitad de los críos ya no estaban ahí. ¿Que había pasado con ellos? No lo sabía. Seguro tuvieron la suerte de ser adoptados.

Jessie comenzó a tener actitudes extrañas, y yo me volví reacio con ella. Ya no aceptaba su ayuda, ni sus clases para aprender a vivir como ciego. Trataba de manipularme, y en ocasiones hacía comentarios que me sacaban de onda y me dejaban noches enteras pensando.

Cumplí 16 años, y sentía como todo en mi estaba cambiando. Mi voz se había vuelto un poco ronca y aguda. Y mi cuerpo se sentía más estirado.

El día de ese cumpleaños, Jessie fue sorprendida con una pareja que buscaba adoptar. Ya para ese entonces, éramos solo 5 críos los que quedábamos.

Llamó a los otros 4, y a mi me dejó en la habitación. Entonces fue cuando descubrí sus intenciones. No era que nadie me quería adoptar, era que ella no dejaba que lo hicieran.

Salí de la habitación, y baje las escaleras. Tarea que se me hizo sencilla porque ya conocía cada rincón de ahí. Cuando escuché las voces de las personas, supe que me encontraba justo frente de ellos. Aquellos al notar mi presencia de acercaron a mi, y comenzaron hacerme preguntas. Yo respondía y respondía, hasta que Jessie intervino diciendo que no podían adoptarme porque era un ciego.

Me enojé, sentí mucho odio hacia ella. ¿Dónde habían quedado todas sus ganas de ayudarme? Para su sorpresa y también la mía, a la pareja pareció no importarles mi condición y decidieron querer llevarme. Sentí muchísima emoción, pues por primera vez después de tantos años una pizca de felicidad atravesaba mi corazón.

Jessie se rehusó, trato de todas las maneras posibles que no llevaran. Hizo comentarios como que sería una carga, un estorbo, y que solo ella sabía lidiar conmigo. Quise entender su actitud, pero no podia. Sentí una gran decepción al escucharla hablar de esa manera, porque me estaba demostrando que toda la amabilidad que siempre me mostró, fue solo una fachada para obtener algo de mi. Pero ¿Que? Si yo no tenía nada que ofrecerle.

Aquella pareja que llevaban por nombre Tom y Chloe Smith siguieron firmes en su decisión de adoptarme y dejaron que fuese yo quien decidiera que quería hacer. Me preguntaron si deseaba irme con ellos, a lo que respondí que si. Haría lo que fuera por salir de este lugar.

Estaba consciente de que quizá no podría verlos jamás como unos padres, o quién sabía si talvez si. También estaba la posibilidad de que en algún lapso de tiempo se cansaran de mi, y mi discapacidad. Pero en aquel momento nada de eso tenía importancia para mí, pues lo único que deseaba era salir de ahí.

Aquellas personas se fueron contentas, dejándome esa noche con la promesa de que regresarían al día siguiente con una trabajadora social para preparar mi adopción.

Ese día el miedo llegó a mi multiplicado por mil, y no solo eso, sino que también incorporado a ello amenazas por parte de Jessie. Una de ellas seguía dando vueltas en mi cabeza. "Te irás de aquí, pero escúchame bien. Yo siempre estaré acechandote, porque tú me perteneces Axel". Nunca supe que había querido decir, pero el tono de voz que empleó aquel día fue siniestro, capaz de enviar olas de escalofríos a todo mi cuerpo.

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