Capitulo 9

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Axel:

Las horas transcurrían demasiado lentas para mí gusto. Teníamos un nuevo profesor llamado Gareth, y Larissa quien se encontraba a mi lado no paraba de hablar sobre lo guapo que según ella, es.

- ¿Crees que al profesor buenote le gustaría tener un romance con su alumna? - Susurró, para que nadie la oyera.

- Larissa, ¿Quieres dejarme entender la clase? Deja de decir estupideces. - increpe de mala gana.

Sentí la palma de su mano estampar en mi nuca. Que pesada se ponía, a veces.

- No te hagas el inocente primito, que tú estás pensando en todo menos en ésta clase.- Inquirió con picardía.- Quizá andas pensando en una blanquita, ojos verdes.

Soltó una risa por lo bajo.

- Ella tie...- No pude terminar la oración, porque fuí interrumpido por el profesor.

- Axel, ¿Puedes repetir lo que dije hace un momento? - Estaba en problemas, ¿Cómo demonios iba a decirle? Sino sabía nada de lo que había hablado.- Estoy esperando.

No sabía que decirle, pero ahora que lo pensaba le agradecía el que haya intervenido antes de que soltara aquella estupidez que estuve a punto de preguntarle a Larissa.

- Lo siento, no le preste atención. - Dije apenado.

- Otra falta de éstas, y te envío con la rectora. ¿Entendido? - Asentí, pues no tenía ningún argumento válido para responder.- Ahora, serás el primero en comenzar con las presentaciones por interrumpir mi clase.

¿En serio? No éramos niños como para estar con estás estupideces de presentarnos ante la clase, además ya conocía mi nombre. ¿Para que quería que lo dijera delante de todos?

- Profesor yo...- volvió a intervenir, que molesto era.

- Dirás tu nombre, porque has elegido ésta carrera y cuáles son tus sueños o metas para la vida. - Me tenía que estar jodiendo.

Solté un bufido en señal de frustración, tratando de aclarar mis ideas.

- Soy Axel Smith. Elegí ésta carrera porque... Ni yo mismo se porque la he elegido. - Que difícil era esto. Cerré mis ojos, y seguí hablando.- Quizá solo quería entender el caos que llevan las personas por dentro, pero especialmente quiero entender el mío.

» El día que perdí mi vista, también perdí mis sueños. Aquellos que alguna vez me plantee realizar ya no existen. ¿Sabe por qué profesor? Porqué la vida me ha jodido tantas veces que ya no creo que tenga sentido tener metas en ella cuando lo único que ha hecho ha sido burlarse de mí. - Toda la clase estaba en un silencio sepulcral, pero mis palabras querían seguir saliendo de mi boca; como si tuviesen vida propia.

» No le diga a este ciego si tiene sueños y metas, porque no; no los tiene. Todos ellos se fueron el día en que la luz de mis ojos desapareció de mi.

Tomé una gran bocanada de aire, y abrí mis ojos sin entender porque había dicho todo aquello delante de estas personas.

Si antes no era la burla, ahora en definitiva si lo sería.

- Axel...- El profesor carraspeó.- Entiendo que fue difícil perder tu visión. Pero la vida también tiene momentos de felicidad, la tristeza puede ser transformada en esperanza y yo estoy seguro que detrás de todo tu dolor existe un chico con ganas de querer ser feliz junto a las personas que te aman. Yo...- Ahora fui yo quien lo interrumpió está vez.

- Profesor, la felicidad es efímera. - Le aclaré.- son solo pequeños fragmentos que nos dan, antes de perturbar nuestra paz.

» Con todo el respeto que se merece, no me diga que entiende lo difícil que es vivir con esto. Solo aquel que lo padece, es quien lo entiende. - Aseguré. - Ahora si me disculpa, continúe.

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