Capítulo 14

1K 42 16
                                    

Me levanté muy temprano, a su lado había descansado bien, a gusto. Me pasé un buen rato observándolo, era guapísimo. Sus pestañas largas le encuadernaban los ojos y sus labios carnosos le hacían parecer aún más apetecible de lo que ya era. Observé como su pecho subía y bajaba, y también me fijé en que no me soltaba de ningún modo, si movía la pierna un poco, apretaba su mano con fuerza prohibiéndomelo.

-¿Porqué me miras?- sonrió mientras escondía su cara en mi cuello, le acaricié el pelo como nueva costumbre que había cogido. Había soñado con esto durante todo este tiempo que habíamos pasado separados. Me empezó a besar el cuello jugueteando a la vez con la tira de mi sujetador. Me retorcí por las cosquillas que me producía su cálido aliento en mi cuello.

-¿Porqué no?- soltó una carcajada que me estremeció aún más, subió su cara hasta mis labios.

-Porque eso es intimidación- ahora me reí yo.- ¿Te hace gracia?- me amenazó mientras se colocaba encima de mi y conducía sus manos a mis costillas.

-Ni lo intentes, yo no tengo cosquillas.- me sonrió maliciosamente. Nada más sentir el tacto de su piel con la mia, me hizo retorcerme.

-¿Estás segura?- asentí con superioridad. Solté tal chillido en cuanto empezó ha hacerme cosquillas que tuvo que parar.- ¿Con que no eh?- solté una carcajada.

-Para.- le avisé y me levanté para que no pudiese atacarme de nuevo.

-¿A dónde vas?- frunció el ceño divertido mientras me recorría el cuerpo con su mirada. Solo llevaba su camiseta y la ropa interior debajo. Inconscientemente me tapé, pero al darme cuenta de que eso ya no importaba, lo dejé estar.

-Me voy

-¿Te vas?- dijo ahora con un tono triste, sonreí ante lo adorable que me pareció, ¡Como habían cambiado las cosas! Por primera vez en aquella semana se me olvidó que alguien venía a por mi.

-Si, tenemos clase de arte con Misselina.- puso los ojos en blanco.- ¿Te veo allí?-Asintió acercándose de nuevo y depositándome un beso en los labios. Abrí la puerta pero él la cerró en seguida.

-No vas a salir así- me advirtió autoritario, fruncí el ceño, aunque tenía razón, iba prácticamente desnuda. Cogí mis shorts y me los puse.

-Adios- me despedí divertida. En cuanto salí de allí y cerré la puerta, tuve que darme prisa para no ser vista por nadie. Estaba feliz, muy feliz.

En la habitación Mimi ya estaba despierta, escogiendo vestuario.

-¡Ei!- entré sonriente sin darme cuenta- ¿Y esa sonrisa?- esa sonrisa se me desvaneció de repente, 'mierda'.-¿Dónde has estado?- sin decir nada me fui a su lado y empecé a elegir la ropa que llevaría hoy.- Déjame adivinarlo..- Abrí los ojos nerviosa con la nariz entre la ropa.- ¡Has estado con Addimus!- la miré estupefacta y reprimí o más bien dicho, intenté reprimir una sonrisa que pareció más una mueca.-¡Que fuerte!- dijo ella emocionada

-¡Mimi tenemos que vestirnos, vamos a llegar tarde!- dije intentando cambiar de una vez por todas el tema de la conversación.

Me decidí por un chándal gris y una camiseta ajustada de manga larga negra de ombligo.

-¿Oye has visto mi sudadera azul?- 'mierda, la sudadera'. No podia saber que estaba en la habitación de Lucifer.

-Ehh.. No, ni idea- mentí- ¿No te la abras dejado en el aula de Baraqiel?- ella asintió despreocupada

-Si, me la abre dejado allí.- me metí en el baño y me peine mi larga melena para después hacerme una cola de caballo arreglada 'Dentro de lo que se puede'.

El secreto del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora