Capítulo 3

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-¿En la tierra os gusta tanto dormir?- Mimi estaba sentada al lado de mi cama, me estremecí- ¿Eso a sido por miedo o por deseo?- me miró juguetona

-No soy lesbiana- me incliné en el cabezal de mi cama

-Ni yo- se rió abiertamente- yo estoy dispuesta a ambas opciones- yo la miré curiosa

-¿Has tenido muchas relaciones?- le pregunté mientras ella se estaba maquillando en el espejo.

-Bastantes- me miró por el reflejo- ¿Y tu? HETEROBÁSICA- me hizo reír.

-Bastantes- las dos reímos.

-Levanta tu bonito culito, tienes que ponerte sexi para demostrarles a todos que eres la hija de una puta diosa de los cielos!

-¡¿Baja la voz quieres?!- me reí.- No quiero que nadie lo sepa Mimi.

-Anne, estás loca. Yo lo gritaría a los cuatro vientos!

-Pues yo no! Y no me llames así!- me levanté de la cama y fuí donde ella.

-Si tú lo dices, ANNE- se empezó a reír y me tiró un vestido negro, ceñido muy bonito. Me lo puse y, madre mía.

-Madre mia- ella se puso a mi lado en el espejo.- ¿Porque es una heterobásica tan guapa si solo la pueden disfrutar los hombres?- le di un codazo- estás increíble.- Mi pelo castaño ya era liso de por si, pero me pase la plancha un poco. Éste me llegaba por la cintura. La verdad es que me sentía bien con mi físico, ahora mismo me consideraba guapa, claro que la gente de la tierra no me solía soltar ningún piropo, supongo que allí era fea.

-Allí me consideraban fea- le solté a Mimi mientras me ponía algo de rímmel

-Envidia- me dijo ella echándose colonia

-No se Mimi, yo nunca me he considerado muy guapa tampoco- ella se echo a reír

-Tu estás loca, ya te lo he dicho!- yo puse los ojos en blanco bromista. -Vamos- dijo entonces.

-¿Adonde vamos?- le pregunté inocente, me sonrío conspiradoramente

-Te lo pasarás bien.- dijo simplemente con una ancha sonrisa. Las dos salimos y nos dirigimos a uno de los pasillos exteriores de la academia, allí había un gran número de ángeles y demonios. Algunos de ellos hablaban, otros se asomaban en la barandilla mirando abajo.

-¿No se ha cansado aún?¿Cuantas veces lo ha hecho ya?- un ángel hablaba con un demonio, nosotras nos acercamos.

-Cinco. ¿Aún está allí?

-Si, bueno.. ya las ha abierto.- ambos miraban hacia abajo, Mimi le dio un codazo al demonio, yo me apoyé en la barandilla al lado del ángel.

-Nicholas está saltando de nuevo?- Mimi le dio dos besos a éste y luego se acercó a la barandilla para mirar hacia abajo.

-Estos neutrales.. no saben ni lo que hacen- el demonio también se apoyó, él ángel de su lado le dio un golpe en el hombro y señaló con la cabeza hacia mi dirección.- Oh, te estábamos esperando- él formó una pequeña sonrisa maliciosa- Mi nombre es Adi- se acercó y me dio dos besos.

-Sami- dijo el ángel a su lado con una sonrisa amable

-Lorianne- les dije a ambos. Una docena de demonios y ángeles empezaron a silbar y gritar tras oír mi nombre.- ¿Que está pasando?- pregunté confusa.

Adi y Sami empezaron a dar vueltas revoloteando a mi alrededor esperando impacientes.

-La nueva cayó en la red, pero tendrá coraje para salir de ella?- Adi grito esas palabras como un discurso motivador y los demás rugieron entusiasmados.

El secreto del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora