-CAPITULO PRIMERO-
SÉPTIMO HERMANO
"9 Lágrimas...
En cada lágrima, una gota derramada por el Ojo Divino.
Representan el sudor de los pueblos libres.
La hermandad histórica de Latinoamérica."
4 DE MAYO, AÑO 233 F.V
El barco armenita regresó a Bismalia luego de haber llevado varios meses de exploración en los mares de oriente. El puerto de Pretha, ex ciudad de Vincent, para los vinnienapolitanos; relucía desde la lejanía del horizonte similar a pequeños alfileres clavados sobre un gran mantel aguamarina. En las cercanías del muelle, un conjunto de trompetas le dieron la bienvenida. La pequeña tripulación era comandada por un veterano capitán, quien estaba alegre por regresar a casa. El buen navegante de test marrón, fumaba tranquilamente su vieja pipa, mientras ingería sorbos de alcohol que según él: "le hacían disfrutar mejor de la finalización de los viajes".
Una de las pocas mujeres dentro de la tripulación era Ercebeth, la hija primeriza de Séptimo Hermano nacida bajo la estrella del trágico suicidio de su madre: la superiori Helen Kohl. La joven de 22 años, permanecía encorvada en la popa observando el vaivén del aleteo de las gaviotas, mientras su abultado cabello rubio era sacudido por el viento mañanero. Tenía apariencia frágil, con ciertas partes mecánicas que no habían sido completamente adaptadas a su organismo, causándole una apariencia media deforme y diversas dificultades motrices. Su rostro era delicado, con cierta palidez poco común en el mundo armenita; ojos marrones, un marrón profundo que al iluminarse por los rayos solares tomaba un tono amarillento sello del clan Hermano. Pese a sus dificultades, llevaba cierta experiencia en los viajes dirigidos a los lugares más recónditos de la tierra, invirtiendo la mayoría de su tiempo en escribir, sacar fotos a los especimenes de pájaros, investigar (y coleccionar bichos en frascos) además de hacer curaciones improvisadas a quienes lo necesitasen. La joven era de espíritu noble con una voluntad inquebrantable; sobretodo fuerte en las adversidades, pudiendo de esta manera conseguir el respeto de los vulgares marineros quienes la veían como un par.
Ya a pocas leguas, Ercebeth vigilaba tensa el puerto junto a las labores de los pescadores armenitas y humanos trabajando codo a codo. El olor a pescado era insoportable, pero la belleza de los lobos marinos y las gaviotas decoraban el paisaje marítimo. En tanto, Ercebeth pensaba con sus ojos hundidos como lágrimas en el horizonte. El capitán que sentía un gran cariño por Ercebeth al verla taciturna, se acercó con la botella de alcohol ofreciéndole un trago.
— ¿Estás bien? ¿Quieres un trago? Te noto pensativa.
— No gracias. Quiero estar lúcida. No me gusta volver... Siendo sincera, preferiría seguir conociendo otros lugares. ¡Queda tanto por ver! —Dijo con su voz ronca mientras se acercaba su fiel amigo y pretendiente Filrum.
— Los dejo solos... — Concluyó con complicidad el viejo. Ercebeth sonrió.
— Pasaron varios meses. —Señaló el joven vestido con harapos de marino.
— ¿Qué sientes?—Indagó la joven.
— Melancolía... supongo que volver significa lo mismo que para ti. Excepto que me espera compromiso con tu hermana
— ¡Ah cierto! ¡Mandato del gran Prefecto Vitalicio! –Exageró con las manos abiertas y cierto sarcasmo.
— ¿Acaso te burlas de mi suerte?—curioseó el muchacho.
— ¿Tendría el "por qué"? Además ella es hermosa. Seguro, te dará hijos saludables. ¡Una buena dinastía Hermano—Nerval!
— No creo que nos llevásemos bien, ella es demasiada fina... siento no estar a su altura. — Hizo una pausa. —Solo porto el apellido de ser hijo de Nerval: siento que me mira como un ser inferior.
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El Collar de las Lágrimas. Libro II: El Legado de los Inmortales
AdventureLibro II- EL LEGADO DE LOS INMORTALES Después de la caída de ARMENITUS, los superioris (habitantes de GERLINGBOURG: un poderoso estado ubicado en el norte del mapa global) se disputaron el poderío mundial contra BREQTHON y NEUBAND (La Liga del N...