Nueva Vida

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Michael había sido arrestado, según los agentes del FBI, estaría por mucho tiempo en la cárcel, incluso puede que le caiga una cadena perpetua.

Habían pasado unas 4 horas desde el arresto, me habían dicho que tendría que estar una semana más por lo menos en el hospital.

Me había hecho muy buena amiga de Will desde que entre al hospital, incluso, si no hubiese sido por su bate seguramente Penelope estaria muerta.

Todavía no tengo mucha confianza con nadie que no sea Will, incluso con mi madre no tengo total confianza, sigo teniendo miedo y pesadillas por la noche.

El corte del abdomen está curado prácticamente, pero el de la pierna aún no, me cuesta un poco andar.

Mi madre esta sentada en una silla de la habitación, su equipo se ha ido a investigar un caso. A mí madre le han dado el día libre, todos los días cuando el equipo de la UAC vuelve de un caso vienen a verme.

Yo estoy en la cama tumbada jugando con mis dedos con una moneda. Morgan me la había dado.

Cuando de repente entra una enfermera a la habitación.

- Hola Inés. ¿Todo bien? - me pregunta la enfermera.

- Si.

- La pierna todo bien?

- Me duele un poco al andar.

- Eso es normal, no te preocupes. Déjame ver.

Me destape la sabana y me reviso la herida.

- Esta todo bien? - le pregunta mi madre a la enfermera.

- Si, aunque aún necesita curarse un poco más.

- De acuerdo, gracias.

- Volveré más tarde. - y se fue.

- Estas bien? - me pregunto mi madre.

Yo solo le asentí.

10 minutos después decidí salir a dar una vuelta.

Me encontré con Will y estuvimos hablando durante por lo menos una hora y media.

7 días después.

Me estaba preparándome para irme del hospital estaba mi madre y Derek aqui para ayudarme en recoger mis cosas y llevarme a mi casa, mi verdadera casa.

- Antes de irme quiero hacer una cosa antes. - les dije a ambos.

- Claro hija, pero en 15 minutos nos vamos.

Salí rápidamente de la habitación y subí corriendo a la habitación de Will.

- Hola?

- Hola Inés. - me saludo will.

- Me...me voy hoy.

-Que? - me miro confundido - no me habías dicho nada.

- No lo hice porque quería pasar los últimos días lo mejor que pudiese, si te lo hubiese dicho, habrías estado triste y no querrías pasártelo bien, como hacíamos siempre, ir a la azotea, hablar, ir a la zona infantil, a la piscina... Quería pasarlo lo mejor estos días.

- Lo entiendo. - se acero a su mesita y de un cajón saco una prenda. - toma. - me extendió una sudadera suya, de su equipo del lacross y su bate de béisbol, con el que salve a Penelope.

- No...no puedo aceptarlo.

- Si, si que puedes. Hazlo por mi.

- De acuerdo. - cogí ambas cosas y nos abrazamos. Era un abrazo profundo, el más largo que nos hemos dado, pero esto no era un abrazo de "hasta nunca" era un abrazo de "hasta pronto".

- Y aquí tienes mi número. - me dio un papelito con el número.

Cuando iba a salir de la habitación paso algo inesperado, él me beso. Fue un beso corto pero profundo.

- Adiós - le dije y me fui.

Cuando llegue al coche me senté el la parte de atrás.

Note como Derek y mi madre me miraban.

- Vámonos. - dije cortante.

Note como el coche se movía y aceleraban.

Algunas gotas salían de mis ojos, estaba llorando, pero era una mezcla de tristeza por dejar a Will y alegría por ir a casa.

De todas formas, aquí empezaba mi nueva VIDA.

Mentes criminales (LA HIJA DE JJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora