Redhead [OS]

¿Dasha qué?

Dasha cumplió 16 años ayer, y hoy me entero de que MI PEQUEÑA, está de novia con el hijo de Thor Odinson. El imbecil de Loki.

-¡Voy a matarlo! - Gruño y Wanda niega con la cabeza. - ¡¿Cómo se atreve a siquiera respirar cerca de mi princesa?!

-Cariño... Dasha ya no tiene cuatro años.

-¡Ella dijo que jamás tendría un novio o una novia! Me lo prometió. - Me cruzo de brazos y mi esposa me abraza por la espalda.

-Pero tenía 10 años cuando te dijo eso... Han pasado 6 más. ¿Lo entiendes, no? - Niego y ella sonríe besando mi cuello.

-Me niego. - Me suelto de su agarre y veo a mi pequeña niña llegar en su motocicleta con Loki Odinson abrazado a su cintura. - Maldito mocoso... - Murmuro.

-Es bastante lindo, no sé como fue que Thor convenció a Valkyria de tener un bebé juntos. Pero realmente sus ojos azules con su piel morena lo hacen ver atractivo. - Observo a Wanda reír de soslayo y la empujo.

-¿De qué lado estás? - Ella se encoje de honbros y vuelve a tomar mi cintura, mi trasero choca con su entre pierna y la escucho respirar pesado.

-Sabes bien que siempre estoy de tu lado... - Besa mi cuello suavemente y sé que trata de manipularme. Y como soy tan fácil como la tabla del uno... Me siento débil. En realidad la carne es débil... Déjenme en paz. - En éste caso sólo quiero que nuestra hija sea feliz...

-Eso lo dices porque de la mamá que regañaba pasaste a ser la mamá cool en cuanto entró a la pubertad. - Gruño al sentir sus manos acariciar mi abdomen bajo la camiseta que llevo. - Wanda... Sé lo que intentas hacer...

-¿Ah sí? ¿Qué intento? - Susurra en mi oído dejando un beso húmedo bajo mi nuca.

-Intentas seducirme y que olvide ésto... - Ella ríe de manera ronca.

-¿Está funcionando? - Gime cerca de mi oído y yo me estremezco. Mierda. Mientras más pasan los años, mejor se pone... Es como un buen vino.

-Claro que sí, está funcionando. - Las manos de Wanda amasan mis senos sobre el sujetador y esuchamos a los gemelos entrar corriendo, ella se separa de mí y yo muerdo mi labio frustrada.

Amo a mis hijos, pero sí por un día entero pudiese darlos en adopción para poder follarme a su madre en cada rincón de la casa, lo haría. Sin dudarlo en ningún momento.

Es decir, los amor. Juro que sí, pero realmente me molesta no poder hacer el amor con Wanda como antes, más porque extraño a la Wanda gritona, ahora debo conformarme con una mujer que muerde la almohada para evitar ser oída.

Y cuando nos interrumpen debo conformarme con una ducha fría. Excelente.

-¡Mamá, Oliver no deja de molestarme! - Gruñe mi pequeño pelirrojo y el castaño pone una sonrisa perversa que es detenida por una mirada amenazante de mi parte. - Gracias... - Suspira Clint bajo esas enormes gafas.

Clint es un pequeño nerd amante de minecraft mientras que Oliver es... Un deportista innato, prefiere estar todo el día fuera haciendo deporte.

-¡Hola, familia! Llegó la persona más linda del hogar. - Dasha entra con aquella sonrisa soncarrona que Wanda suele recalcar a diario que sacó de mí. - ¿Dónde está Tony?

El pequeño Tony de ocho años solía jugar todo el día con las figuras de acción de los vengadores. ¿Pueden creer que eso exista? Ama el de iron man, es realmente adorable, ya que justamente recibió el nombre del abuelo Tony.

-Dasha Maximoff... Mejor dicho ¿Dónde está Loki Odinson? - Murmuro y mi hija sonríe.

-Está revisando mi motocicleta, saldremos a dar una vuelta.

-No. No saldrás. - Me quejo y Wanda se pone de pie detrás de Dasha. Me hace una mirada de cachorrito y trato de evitar verla.

Maldita sea, Wanda. No me hagas ésto.

-Mamá, por favor. - Gruñe Dasha arreglando su chaqueta de cuero. - Serán unos minutos.

-¡Unos minutos son suficientes para que vengas con un bebé dentro! - Me quejo y Oliver ríe.

Wanda eleva una ceja en dirección al castaño y el pequeño de tan sólo 12 años apunta a Clint, fingiendo inocencia absoluta.

Dios, como me pone Wanda de madre... ¡Basta, concéntrate!

-Mamá, Loki y yo sólo somos amigos... Y realmente él no me gusta. - Murmura apenada. - Me gusta una chica, y no es precisamente como que yo la pueda embarazar o ella a mi.

Mis ojos se abren con sorpresa y Wanda ríe.

Ella sabía.

-Sí, sí sabía, cariño. - Murmura mi esposa y Clint sale de la habitación seguido de Oliver.

Tony llega corriendo para que su hermana lo tome en brazos. Ambos se aman profundamente.

-Aquí estás, pequeño... - Murmura saliendo del salón con Anthony en brazos.

Mi esposa me abraza y besa mi mejilla.

-Deberías relajarte, Nat. - Volteo a observar su rostro y suspiro.

Los años en Wanda nunca van a pasar, tal vez tiene que ver con que es 10 años menor que yo, pero... Definitivamente ella es la más linda y jovial de la relación, me volví la mamá ogro después de todo.

-¿Está teniendo relaciones con una chica?

-Al menos no quedará embarazada.

-¡Es una bebé, Maximoff! - Gruño tomando la cintura de mi esposa. - No puedo asumirlo... Sólo tiene 16.

-Pero al menos tiene la confianza de decirnos, cariño... - Wanda acaricia mi espalda y yo suspiro contra su cuello.

-Es un punto a favor... Pero no quiero, no puedo permitir que crezca.

-No depende de ti, mi amor. - Ella ríe y yo la observo. - También fuiste joven, y sabes lo que es... Querer experimentar y... Tener intimidad.

-Tinir intimidid - La imito y giro mis ojos. - Era diferente.

-Eras peor, esa es la diferencia. - Bufo.

Ella tiene razón, siempre la tiene. Y como odio que sea tan sabia en ésto de la maternidad.

-Te odio. - Mis manos bajan al trasero de Wanda y lo acaricio. - Es lo único que amo de ti.

-¿Mi trasero? - Asiento. - Oh...

-Y tu sexy ropa interior maternal. ¿Recuerdas aquellas bragas que parecían banderas blancas de rendición? - Murmuro recordando la ropa interior que Wanda usó embarazada de Tony en la secadora. - Eran enormes.

-Al menos superarte la etapa Piolín... Creí que jamás pasaría.

-Oh, cariño. Esos eran mis favoritos, lamento que ya no los tengas.

-Tenemos los tuyos... - Murmura ella.

-No voy a perdonarte nunca que todos los años me regales uno diferente. - Ella ríe y me acerco a besarla. - Aún así te amo.

-¿No que me odiabas? - Asiento. - Eres rara, pero también te amo. ¿Dejarás ser a nuestra pequeña?

Lo medito y asiento rendida.

-No me queda de otra, pero yo no quiero ser quien le de una charla sobre sexualidad...

-Cariño, esa ya se la diste a los 10, y luego a los 13...-Agh.

-Lo recuerdo y fue horrible. - Ella ríe. - Aunque a los mellizos les darás la charla tú.

-Oh, no. No, no, amor...-Wanda se acerca a mí oreja y luego de morder mi lóbulo sonríe contra mi cuello. - Tú eres la experta en sexo.

Mierda.

¿Cómo es que aún consigue dar vuelta todo?