Lan Yuan tenía 6 años cuando se dio cuenta de que era diferente. En un lugar lleno de blanco y azul prístinos, quería rojo y negro. Cuando tenía 7 años, recibió la cinta en la frente de su padre ante los ojos de su tío y su tío abuelo. Lan Yuan tení...
Notas del autor original: El zinnia amarillo habla de la remembranza diaria de buenos recuerdos.
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Cuando tenía 16 años, conoció a alguien precioso.
— ¡¿Jin Ling?! — Lan Jingyi gritó, su espada apuntando a la figura de pie en la oscuridad.
— Tsk, Lan Jingyi — el chico de uniforme dorado salió de la oscuridad, enfundando a Suihua en su vaina. Las túnicas doradas se veían bien en Jin Ling, la magnífica peonía blanca delicadamente bordada en el centro de su uniforme, los hilos dorados resaltaban el símbolo de la cresta blanca.
— Jingyi, mantén tu espada alejada — Lan Sizhui enfundó su espada y se inclinó ante Jin Ling. El chico se dio la vuelta, cruzando los brazos sobre el pecho y frunciendo el ceño —. Joven Maestro Jin-
— Ambos tenemos aproximadamente la misma edad, ¡Así que somos amigos! Deja de ser tan educado conmigo — Lan Sizhui sonrió, sintiéndose un poco avergonzado pero feliz. Jin Ling lo considera un amigo, Lan Sizhui está feliz con eso. No tenía muchos amigos, están Jingyi, Ouyang Zizhen y algunos otros jóvenes de la Secta Lan — ¿Qué trae aquí a los discípulos Lan? — el chico sostuvo su largo arco y se lo puso en la espalda mientras observaba a los dos discípulos Lan. Lan Jingyi se cruzó de brazos, su espada metida entre sus brazos y su cuerpo e hizo un gesto hacia Jin Ling.
— ¿Por qué estás aquí entonces?
El incidente comenzó cuando salieron de la Profundidad de las nubes, con ganas de ir de caza nocturna cerca. Se instalaron en una posada cercana después de ayudar a algunos aldeanos con algunos cadáveres andantes, esperando acostarse por la noche sin ningún incidente. Se despertaron antes del amanecer con un grito, encontrando al posadero desmayado fuera de su habitación y un charco de sangre en el suelo. Era un gato muerto, colgando del techo. Continuaron persiguiendo al culpable que dejó gatos muertos en su cama, fuera de su habitación, a sus pies, y finalmente persiguieron hasta Langya, donde conocieron a Jin Ling.
Jin Ling explicó que también se enfrentó a lo mismo con gatos muertos colgando del exterior de su habitación y el hecho de que el sonido de la sangre goteando lo dejó sin dormir por una noche.
— Si ese es el caso, ¿por qué no buscamos juntos al culpable? — Lan Sizhui sugirió mientras se dirigían a una posada cercana, deteniéndose ocasionalmente para mirar algunas de las mercancías que estaban vendiendo en la calle. Los pasos de Lan Sizhui se ralentizaron hasta detenerse cuando se acercaron a un puesto que vende algunos juguetes y se acercaron al puesto. Los juguetes eran, por supuesto, ordinarios, nada lujosos y nada de oro. Eran juguetes hechos de madera y pajitas; las espadas de madera yacían planas sobre la superficie, pequeños animales hechos de paja se colocaron prolijamente y cierto insecto de paja llamó su atención.
