❝DRINK YOUR LOVE❞ ⋯ NCT

THE HUNT BEGAN

— ¡Entre los primeros clanes una vez existió el más poderoso! Quien tenía cuatro herederos dotados de belleza y sabiduría, estrategas y líderes natos.

— ¿Y qué sucedió con ellos, mamá? —La suave voz de Kunhang se elevó con ilusión, sus ojos brillando mientras quería seguir escuchando esa historia. A su lado, Yukhei igual se mantenía atento.

— El hermano mayor de ellos intentó ca-

— ¡¿Qué te he dicho sobre esa historia ridícula, mujer?! ¡Y ustedes váyanse a sus cuartos! ¡Ahora!

❝有时荒谬的故事可能包含真相❞

Yukhei parpadeo varias veces al salir de sus pensamientos, notando finalmente la mano de su hermano menor moverse frente su rostro y con un rostro de cansancio total.

— Carajo, Gēgē, te he estado hablando como por diez minutos y estabas totalmente en blanco, ¿Qué-?

— ¿Nunca te preguntaste que sucedió con mamá, Kunhang? 

Esa pregunta logró que el silencio se instalara entre los dos Wong, el menor de ellos mostrando una tensión notable en sus hombros y con sus ojos casi temblando. 

La señora Wong, la esposa y a su vez prima del anterior líder del clan Wong, quien había traído al mundo a Yukhei y Kunhang. Wong Mei había desaparecido una noche sin dejar rastro alguno, nadie la vio salir de la mansión, nadie logró dar con ella, nadie encontró pistas, lo único que había dejado fue una carta a sus hijos diciéndole que lamentaba el pasado de su familia porque ahora ellos se verían envueltos en eso.

Nunca entendieron de ello, su padre luego decidió quemar todas las cosas de la mujer, incluida esa carta luego de explicarles a los menores que su madre estaba loca y que no debían darle importancia a ello, que esa mujer solo era demasiado supersticiosa, que les había abandonado y que por ende, debían olvidarse de ella.

— Mamá se fue y ya... ¿Por qué piensas en ella ahora? Ya han pasado más de cien años.

— ¿Y si mamá realmente no se fue? ¿Y si la hicieron irse? —Lucas dio los pasos suficientes para quedar frente al ventanal, la luz de la luna lograba que su piel luciera unos tonos más pálido de lo usual, sus ojos entrecerrándose antes de inhalar profundamente—. ¿Y si intentó huir de papá? Una vez escuché  a los sirvientes decir que papá la había amenazado con matarla...

— ¿Y por qué razón lo haría? Era su esposa. —El menor de lo Wong apretó sus dientes, desplazándose hasta tomar la copa cargada con sangre para beber esta toda de un trago al buscar calmar su tensión.

— No lo sé...¿La historia que nos contaba tal vez...?

— Gēgē, ¿Matarla por una tonta historia infantil? Es ridículo.

Si, Yukhei cientos de veces había creído que eso era ridículo, pero también le era ridículo pensar en como su padre realmente se enfurecía cuando su madre quería contarles es cuento que nunca lograron saber su final. De forma curiosa, su padre siempre llegaba antes de que su madre siquiera pudiera brindarles algo más de información sobre ello.

Yukhei parecía volver a estar sumido en sus pensamientos, cosa que hizo a su hermano suspirar antes de decidir que por esa noche no podría conseguir nada de él. No hubo una despedida ni un aviso, Kunhang solo abandonó la habitación, la copa que había vuelto a llenar con sangre se mantuvo en su mano derecha, caminando por los pasillos del lugar dando uno que otro trago ocasional. 

Ahora su cabeza no paraba de pensar en su madre, en las veces que había dormido sobre su regazo, en las veces que ella intentaba enseñarle todo lo posible.

El liquido en la copa se llegó a volcar un poco cuando su cuerpo chocó con otro más pequeño que el suyo, un gruñido de disgusto escapando de sus labios cuando vio que su camisa blanca se manchó en carmín.
Antes de poder siquiera elevar su voz en una queja, sus ojos se abrieron con sorpresa y curiosidad ante la vista de un cabello blanco tan puro como la nieve más hermosa del mundo.

— ¡Lo siento! N-No lo vi... Yo solo... Estaba buscando al líder Wong.

Profunda y suave, esa voz hizo que Kunhang sintiera algo extraño, sus ojos solo fijándose en los adversos que eran tan grandes y con un brillo inocente que le secó la boca.

¿Quién era él? ¿Por qué buscaba a su hermano? ¿Por qué... Apestaba a su hermano y al líder Suh por igual? Su nariz moviéndose al intentar captar mejor el aroma emanado del hombre frente a si al querer comprobar que no se estaba confundiendo.

— ... ¿Quién eres? Mi hermano esta ocupado y-

— ¿Eres Kunhang? Oh, el líder Wong me ha hablado un poco de ti estos días, dice que esta orgulloso de ver como lideras las tropas ante la problemática del pueblo. Eres un... gran hermano menor, por lo que he escuchado.

Cada palabra era dicha con una suavidad comparable al algodón, un ligero acento que le indicaba que no era alguien de la zona, pero que tampoco podía identificar el origen, ¿Sería alguien que viajó de muy lejos? ¿Un forastero que estaba de paso? No podía pensar en nada, Kunhang solo podía quedarse viendo aquellos ojos que de a momentos parecían adquirir una tonalidad carmín, cosa que cuando el chico se dio cuenta de ese detalle bajó su mirada en señal de pena.

— Lo lamento... Tengo... Un poco de hambre y- —El sonido de una puerta abrirse hizo que tanto Kunhang como el muchacho giraran un poco, siendo Yukhei quien se asomó por el umbral con una expresión seria al inicio pero que poco a poco se transformo en una sonrisa—. ¡Líder Wong! ¡Lo estaba buscando!

— Ven conmigo, conejito, quiero mostrarte algo.

Sin tiempo a más palabras, el joven de blancos cabellos corrió prácticamente a los brazos del líder del clan Wong, todo bajo la atenta y curiosa mirada del hermano menor de este. Kunhang y Yukhei intercambiaron una mirada que no duró más que unos segundos antes de que la puerta fuera cerrada de nuevo, dejando al heredero menor solo.

No quiso brindar más atención de la necesaria a ello, pasando todo por alto al solo dar por hecho que ese hombre era otro de los amantes de su hermano, dirigiéndose a su cuarto para cambiar su ropa manchada.

Mientras probaba camisa por camisa mirándose al espejo, su mente empezó a divagar.

— Cuatro hermanos... Uno iba a casarse... Y el rojo tiño la nieve. —Su murmullo se lo llevó el viento, sus ojos vidriosos al pensar en que eso era lo máximo que su madre le había contado una vez a escondidas antes de que su padre le encontrara y la alejara de él—. Mamá... 

Kunhang suspiró con pesadez, saliendo de su habitación para dirigirse a una nueva expedición de búsqueda.

¿Cómo sabría que por una ventana, alguien le miraba con una sonrisa depredadora?