❝DRINK YOUR LOVE❞ ⋯ NCT

HEAR MY PRAYERS

— Yukhei... 

El líder Wong apretó su agarre en el umbral de la puerta, sus dedos rompiendo la madera por la fuerza implementada, sus dientes apretándose entre si en un intento de controlar las emociones que parecían gobernar todo su cuerpo.

Unos brazos le rodearon en un abrazo suave, delicado, casi como si temiera romper el cuerpo del reconocido líder Wong. Lucas inhalo y exhalo con fuerza un par de veces hasta que logró girarse, sus propios brazos encontrando lugar en el cuerpo más delgado, sus labios rozando contra los cabellos blancos de ese chico que había aparecido tan de sorpresa y que fue una experiencia nueva en toda su existencia.

— Encontraré al culpable. —La voz profunda del de procedencia china se elevó en medio de todo el silencio, sus ojos parecían perdidos sin mirar nada en particular—. Encontraré a quien asesinó a mi hermano... Y le haré sufrir. 

El odio era notable en cada palabra, los dedos del más alto clavándose en las caderas de Taeyong, provocando que este llegara a tensarse pero sin quejarse, solo atento a como el iris del líder Wong iba coloreándose de un carmín cada vez más intenso.

Taeyong elevó sus manos, sus dedos deslizándose entre las hebras de oscuro cabello con una gran delicadeza que buscaba provocar tranquilidad al adverso. La diferencia de estaturas era notable, pero no le impidió al más bajo el ponerse en punta de pies y rozar sus labios contra el mentón de quien ya había empezado a soltar algunos gruñidos de rabia contenida.

— Seguro el culpable esta cerca, Yukhei... Por ahora, debes mantener tu mente en frio... Necesitas pensar con calma... Por favor, mi amor.

— ¿Cómo...? —Los ojos rojizos de Wong bajaron hasta encontrarse con los opuestos, una duda latente en su mirada—. ¿Cómo... acabas de llamarme?

No hubo una respuesta inmediata, era como si Taeyong ahora se mostrara cohibido, su rostro bajando y sus dientes atrapando una parte de su labio inferior, sus delgados dedos presionándose contra los hombros del vampiro más alto. A Yukhei ese silencio no le fue para nada incomodo, incluso lo podría llegar a considerar como algo que le relajaba tras todos los sentimientos negativos que habían burbujeado por su pecho.
Poco a poco sus rostros fueron acercándose, sus respiraciones mezclándose hasta que sus labios terminaron por juntarse, un beso diferente a los anteriores que hubieran compartido.

Era algo suave, lento, pausado.

Como si quisieran disfrutar todo el tiempo posible, Yukhei queriendo fundirse en esa calidez que el cuerpo adverso parecía emitir cuando estaban juntos, quería solo dejarse llevar por esas sensaciones que solo notaba estando con el de llamativo cabello blanco.

Palabras empezaron a ser susurradas por ambas bocas, sus voces mezclándose en dulces promesas que tenían los oídos del líder Wong como en un trance.

— Eres mi alma gemela, Yukhei.

Wong saboreo esas palabras y las guardó muy profundo en si mismo, cada murmullo alimentaba en él algo que no creía posible, algo que podría volverlo un adicto insaciable, en su cabeza solo rondando la idea de que todos supieran que Taeyong era de su pertenencia, de nadie más.

Especialmente quería demostrarle a Johnny Suh que Taeyong era suyo, porque bien había notado que la mirada del líder Suh cambiaba cada que veía al de cuerpo más delgado que el de ellos.

''Por consiguiente, 
Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, 
de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos''

— ¿Han encontrado algunas pistas más?

— No, líder Suh, nada... Es como si quien estuviera atacando a los pueblerinos hubiera desaparecido... ¿Tiene alguna otra orden, señor? —El dhampyr miró algo tembloroso como su amo le dedicaba una fría mirada.

— ... ¿Cuánta reserva de sangre tenemos? —En la mente de Johnny se dibujó la figura de su amante, entrecerrando un poco sus ojos sin siquiera escuchar las respuestas que le fueran dadas a su pregunta—. Trae cinco adultos, necesitamos abastecernos.

— P-Pero señor... Ayer ya hemos traído dos personas má-

— He dicho... Cinco adultos, ¿Comprendido?

Solo una mirada fue necesaria para que Johnny viera satisfecho como su sirviente se retiraba casi corriendo a cumplir su orden.
Antes de que la puerta se cerrara pudo sonreír, notando como unos cabellos blancos se asomaban por el umbral, los grandes y brillantes ojos de Taeyong mostrando curiosidad.

— ¿Johnny? ¿Ha pasado algo, mi amor?

— Por supuesto que no, bebé. ¿Qué tal si vienes conmigo y me dejas consentirte como se debe, mi príncipe?

Con sonrisas grabadas en ambos labios, se fundieron en un fuerte abrazo.

Besos y risas pequeñas que lograba encerrar a Johnny Suh en una burbuja bastante perfecta.

Tan perfecta que hasta la mordida de Taeyong en su cuello le provocaba suspirar.