MY RED MOON

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¿Quién era ese muchacho que se había presentado como Taeyong? 

Nunca le habían visto, nunca habían escuchado ese nombre de ningún integrante de todos los clanes existentes, era como si ese chico hubiera aparecido de la nada misma sin un pasado existente, sin nada que confirmara su vivencia en cualquier lugar.

Tanto Johnny como Yukhei habían movilizado a todos los vampiros tras sus manos para buscar siquiera una pista sobre el origen de quien yacía acostado en una cama, su rostro tan relajado y tranquilo que le dejaba con una belleza similar a la de un ser angelical.

Ambos líderes no pudieron evitar quedarse hipnotizados, a simple vista notaban que esa blanquecina piel debía ser bastante suave, unos labios pálidos que tenían el grosor justo como para hacer a cualquiera desear probarlos, besarlos y morderlos. 

Poco pasó para que unos grandes ojos observaran a ambos, el color oscuro a veces tintineando en colores carmín como solía suceder cuando un vampiro estaba hambriento; debido a eso, Johnny no tardó en ordenar con una fuerte voz que trajeran algo para su nuevo invitado.

La copa de vino se acabó en cuestión de segundos, era como si al ser apoyada contra las delgadas manos de Taeyong este hiciera desaparecer la sangre en un segundo, sus labios adquiriendo una tonalidad rojiza que le hacía lucir aún más atractivo. 

Copa tras copa fue bebiendo hasta sentirse satisfecho, ninguna palabra saliendo de los labios de los únicos tres presentes que habían quedado en el lugar, solo observándose entre si entre sentimientos de curiosidad y un ligero deseo que catalogaban como normal.

Los vampiros eran seres nacidos del pecado, dotados con gran belleza y libido, por lo que los roces entre ellos mismos eran algo normal, algo que nunca les daba pena de admitir.

Pero en ese momento, tanto Johnny como Yukhei no querían admitir que ese extraño provocaba un cosquilleo en sus cuerpos solo con mirarles, algo que no habían sentido en demasiado tiempo aún rodeados de amantes por donde caminaran.


— Líder Suh... Líder Wong... Gracias por su amabilidad y hospitalidad al recibirme. —Suave pero ronca, así se escuchó la voz del vampiro de blancos cabellos, debido a la sangre que había estado consumiendo sus pómulos habían adquirido un falso rubor que hizo a los vampiros más grandes relamer sus labios—. Espero no ser molestia...

— Para nada, pequeño. —Yukhei se apresuró a mostrar una pequeña sonrisa de lado, sus ojos entrecerrándose mientras una de sus grandes manos tomó la del curioso chico, su pulgar moviéndose para dejar unas sutiles caricias sobre su dorso que hizo que el líder Suh apretara sus dientes—. Podemos saber que eres igual de puro que nosotros, así que lo que menos podría hacer es ayudarte... Y si el líder Suh no tiene espacio aquí para ti, bienvenido serás en mi casa para un mejor descansar. 


Ambos notaron el momento en que las pupilas de Taeyong se hicieron un poco más rasgadas, sus labios separándose y dejando a la vista los filosos colmillos que parecían brillar, la luz de las velas creaban sombras e iluminaciones tan hermosas que dejaban a los participes con una belleza etérea casi de fantasía. Lo notaron y lo sabían, a Taeyong esa invitación le había gustado, dejando notar que el interés por Wong estaba latente.

Y allí mismo Johnny no se contuvo de emitir un ligero gruñido entre dientes, pero recomponiéndose con una encantadora sonrisa que solía utilizar con las mortales que seducia antes de hacerse con ellas.


 — Siempre voy a tener un espacio para ti, pequeño Taeyong, incluso... Eres más que bien recibido en mis aposentos.

Era una exclamación descarada y sin vergüenza, no había tiempo de cohibirse o de dar marcha atrás, los tres simplemente dejando relucir esa naturaleza salvaje que les caracterizaba.
Pero claro, Yukhei se dio cuenta de la mirada que el líder Suh le dedicó; una mirada cargada de odio, advertencia y, sobre todas las cosas, posesión.

Unos toques se hicieron presentes antes de que la puerta se abriera, siendo uno de los súbditos del líder Suh quien se asomó, inclinándose en señal de respeto ante las personas que tenía frente a si. 


— Amo Suh, lamento interrumpir, pero me veo en la necesidad de avisar que falta poco para el alba. ¿Quiere que acompañemos al recién llegado a una de las casas cerca de la mansión o-?

— Él va a quedarse aquí, será mi invitado... Usted, Líder Wong, ¿No cree que debería retirarse a su propio lugar? No querría que el sol le tocara de accidente.

— Oh... ¿Y no puede preparar una habitación para mi también? ¿No será hospitalario conmigo también, líder Suh? —Yukhei esbozó una forzada sonrisa, casi tentado a gruñir y enseñar sus colmillos para librar una batalla. Sabía que su contrario estaba en una situación similar, pero ambos detuvieron cualquier indicio de ello al escuchar una pequeña risa—. ¿Taeyong...?

— Lo siento... Es que ambos son divertidos. De nuevo, gracias por ayudarme, espero... Poder compensarles adecuadamente.


Cada sirviente allí se retiro ante la tensión y pesadez del ambiente, no era la primera ni la ultima vez que dos vampiros poderosos se veían interesados en un mismo objetivo y por lo tanto sabían que no era algo en lo que tenían que interferir, menos si uno de los vampiros era el amo y señor de esa mansión, donde al mínimo descuido no dudaría en cortarles el cuello.

Wong Yukhei tardó en reaccionar, pero sin esperar una respuesta a sus palabras anteriores se levantó, acomodando su vestimenta y su cabello antes de estirar su mano, pasando la palma por la pálida mejilla del portador de cabellos blancos, acariciando esta y viendo satisfecho como Taeyong cerró sus ojos, apoyándose en su tacto como un cachorro perdido en busca de cariño.


— Me retiraré por hoy entonces, pero en cuanto la luna despierte y el sol duerma, estaré tocando tu puerta, Suh. 


Fuertes y claras fueron esas palabras, dictaminando así que no iba a aceptar nada en contra de ello aún si el otro vampiro tenía la oportunidad de negarse. Yukhei no iba a permitir que Johnny Suh fuera el único que supiera cosas de ese pequeño muchacho que tan inocente parecía. 

Las grandes puertas hicieron un sonido que retumbo al momento de cerrarse, el silencio reinando luego todo el lugar mientras los ojos de los que habían quedado allí chocaron, miradas difíciles de describir y que Johnny menos que nadie parecía comprender.

Eso hasta que Taeyong sonrió, separando sus labios para decir una frase que hizo que ese imponente vampiro sintiera debilidad. 


— ¿Va a quedarse conmigo, señor Suh? No quiero estar solo.

— ... Llámame Johnny, bebé.



''La perversión es solo otra forma de arte,

es como la pintura o el dibujo. 

Pero en lugar de las pinturas, son mis dedos

los que trazan figuras sobre el lienzo de tu cuerpo.''



— ¡Jo-Johnny! 

Y entre esas paredes, entre esas sábanas inmaculadas, ambos vampiros empezaron a sumar otro pecado a sus listas. 

Cada beso pareciendo quemar sus cuerpos, cada choque de cuerpos llevándolos al éxtasis y locura, sonidos que abandonaban sus labios que seguro todos podían escuchar.

Johnny solo quería seguir escuchando su nombre salir de esos labios y seguir disfrutando de esas uñas que rasgaban su espalda.

❝DRINK YOUR LOVE❞ ⋯ NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora