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Estábamos en clase, aún mama no había llegado. El grupo de Guille le había preparado una broma a Boliche, con un cojín de pedos.
—¿Pero que hacéis? Que es vuestro amigo ¡imbéciles!— digo yendo hacia Guille pero este me cogió de los hombros y me sentó encima de el, haciendo que de la sorpresa no dijera ni una palabra.
—¡¡¡Que pasa!!!— saludó Boliche.
Todo el grupo de Guille le devolvió el saludo, yo aun seguía sin abrir la boca. Este se sentó haciendo que el cojín sonara.
—¡Boliche! ¡Eres un cerdo tío!— dice Guille riendo, al igual que toda la clase, menos yo que aun seguía igual.
—¿A que te meto?
—¿A que no?— dice aún riendo Guille.
—Che Boliche, intenta aguantar que ahí señoritas delante— dice Valdano señalando al grupo de niña que había detrás, donde se encontraba mi hermana y Yoli.
Llego mi madre y yo por fin salí de mi trance y me levante de Guille, me senté en mi sintió, el cuál compartía con Lorena. Mi madre junto a Candela empezaron a hablar sobre la delegación, yo en Barcelona era la delegada de mi clase, siempre era así, la mayoría de las veces Tete también se presentaba, sin existo.
—Deberías presentarte— me propone Lorena—, eres lista, y también guay.
—Si, lo haré.
—¿Alguien que quiera presentarse?— dice mi madre.
Haciendo que mi hermana y yo levantamos la mano, segundos después Guille también levantó la mano. Tete, definitivamente, ha perdido.
·
AL DÍA SIGUIENTE
Estaba hablando con Dani, como cada tarde solía hacer.
—¿Qué tal esposa mía?
—Hola rubia.
—Me he presentado delegada de clase— vi como Guille me espiaba— ¿Te importa? Es una conversación privada. Perdón mi amor, es el pesado de mi hermanastro.
—Aquí en Barcelona siempre ganabas, seguro que allí también. Respecto a tu hermanastro, ¿es guapo?
—No esta mal, pero yo le supero por mucho. Bueno, te dejo, chao.
—Adeú guapa.
—¿Que? ¿Hablando con tu novia?— me pregunto Guille.
—No te interesa— respondí tajante.
Escuche el grito de mi hermana y me adentré a la cocina, solté una carcajada al ver a Tete llena de mostaza.
