BreakFast «JIKOOK» ︴ Adap.

•˚• ¡Capítulo Tres!

Sentando en el pupitre del profesor con las piernas cruzaditas en forma de indio haciéndolo ver más pequeño de lo que ya era, se encontraba el dulce omeguita esperando que su mejor amigo llegara para poder iniciar el desayuno que su padre─al igual que él─ omega le ayudó a preparar con mucho amor.

Además, se estaba arreglando su cabello esponjoso porque olvidó hacerlo por la emoción que tenía, peinaba con gracia sus ondas doraditas un poco húmedas con su cepillo; a la par que se miraba por un pequeño espejo que siempre llevaba en su mochila.

Cuando decidió que estaban lo suficientemente arreglados tomó dos ganchitos con adorno de flores y se los colocó en la parte izquierda de su cabeza.
Por último quitó dos pegatinas de su libreta con forma de ositos y se las pego una a cada lado de sus mejillitas.

Le sonrió a su reflejo en el espejo para luego guardarlo, bajó la mirada revisando la hora en su reloj de pulsera marcando las 6:20 resopló enojado con las cejitas fruncidas pensando que su Hyung le había fallado.

Queriendo hacer un berrinche hasta que oyó la respiración agitada de JiMin en la entrada del salón apoyando sus manos en sus rodillas tratando de tranquilizarse.

──¡JiMinie Hyung! ──gritó emocionado bajandose de la mesa con un brinquito al no llegar sus piecitos al piso, corrió hacia el alfa quien se reincorporó extendiendo los brazos para recibir en un cálido abrazo a ese pequeño omega que tanto quería.

──Pensé que no vendrías y me dejarías plantadito Hyung.──El castañito apoyó su cachetito derecho en el hombro del alfa cerca de su glándula de olor, inhalando.

──No seas exagerado Kookie, es muy temprano aún. ──el susodicho se separó un poco mirando hacia arriba por la diferencia de estatura pero lo suficientemente cerca para rozar consecutidamente su naricita con la del azabache descolocando por completo al contrario── Y-y bu-bueno yo estoy muy f-feliz de que quieras ayudarme.

Susurró tropezando con sus palabras y estaba seguro que tenía la cara como un tomate, a pesar de su confianza con los apodos aún no se acostumbraba a ese tipo de afecto repentino por parte del omega, ¡¿Es que no veía lo que provocaba en el?!

──Ya no importa JiMinie, ahora lo importante es que ya estás aquí, ven vamos debemos apresurarnos antes de que empiecen a llegar nuestros compañeros.──
entrelazando sus manos llevó a su mejor amigo hasta sus asientos en el camino agarró su mochila que aún estaba posada en la mesa del profesor.

Ambos, alfa y omega se sentaron, el primero esperó hasta que JungKook sacará dos loncheras con los personajes de BT21 que tanto les gustaba, sonrió con nostalgia recordando cuando eran más chicos y jugaban con sus peluches.

──¡Mira Minie mira! Le conté a mi papá sobre la situación y se ofreció ayudarme a prepararte unos ricos sandwiches y una rica lechita de banana como tanto te gusta.

Los ojitos de Park se iluminaron como dos lindos luceros al ver el desayuno muy bien ordenado dentro de la mini lonchera. Sin pensarlo dos veces tomó las manzanitas de su dongsaeng las llenó de besitos a su vez que decía las gracias.

──¡Minie, basta! M-me haces cosquillitas.

──No sé cómo agradecerte esto conejito.

──No tienes porqué hacerlo Hyung bonito, con que me des muchos cariñitos yo estaré más que encantado. ──con una linda boquita de pato dejó un pequeño piquito en la nariz de botón de JiMin── ¡Ahora comamos!

──S-si, por cierto Kookie, te ves muy lindo hoy, te ves lindo y t-tierno con esas pegatinas en tus mejillitas y esos broches en tu cabello. Aunque siempre lo estás bebé.

El de menor estatura solo murmuró un "Gracias Minie" con la cabeza gacha y un leve color escarlata que se extendía hasta sus orejas que para su suerte el alfa no notó.

Luego de ello empezaron a desayunar entre plática y risas, amaban esos momentos a solas donde podían ser ellos los únicos en su espacio.

──Oh Kookie, tienes un poco de migajas aquí. ──con su dedo pulgar limpió con suavidad el labio inferior del más joven y parte de su comisuras. Mientras, el omega miraba con cariño a su Hyung── Listo.

Cuando JungKook estaba a punto de decirle algo a su amigo un grito rompió su burbuja.

──¡Buenos días señor sol! ──un chico de mediana alta y cabello rosita entró dando saltos de alegría siendo seguido de un alfa y presidente estudiantil Kim Namjoon que al contrario del primero tenía una expresión seria y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

──No entiendo cómo puedes estar tan feliz un martes tan temprano TaeTae. ──dijo Nam ganándose una sacada de lengua de su novio.

──Siempre hay un motivo gruñon, ¡Oh mira! Son Kook y ¿JiMin? ──ladeó su cabeza confundido al ver al azabache ya que por lo general llegaba un poco más tarde que el resto.

El alfa mayor tomó la mano de su novio beta acercándose a sus amigos y saludarlos

──Hey, ¿cómo están, tortolos?──preguntó el peli rosa bajando la mirada hacia las loncheras y sonrió pícaro──¿Acaso están en una cita? ¡Lo ves Nam! Te dije que terminarían siendo novios así que págame.

──No lo puedo creer, ¿Apostaron? Sin duda son tal para cual. Y no, no somos novios ──aun, quiso agregar el azabache pero se contuvo.

──Ya déjalos Minie. TaeHyungie solo estoy ayudando a mi lindo Hyung porque viene a clases sin desayunar y por eso dije que lo haría por él.

En ese momento una idea cruzó por la mentecita del beta, recordó que su novio va todas las mañanitas a su casa a comer lo que prepara su madre antes de venir a la escuela.

──¡Ya sé! ¿Qué les parece si Namu y yo les hacemos compañía a partir de mañana con el desayunito?

──¡Si! ──gritó JungKook dando pequeños aplausos y riendo──¿Qué piensas, JiMinie?

JiMin solo pensaba en las miles maneras existentes de poder matar a Kim TaeHyung. Iba a negarse sin chistar ya que no tendría más tiempito a solas con su bebé, sin embargo, al ver a su niño tan feliz por la idea dicha y con sus ojitos hechos medialunas.

Así que solo suspiró y asintió.

──¡Yeeei! ──celebraron beta y omega chocando sus manitas, Por otro lado el alfa mayor estaba reacio a la situación importadole poco la decisión tomada en tanto esté con su escandaloso novio era lo que valía, mientras que otro tenía su mano apoyada en su mentón con puchero y con un lobo chillando en su interior.

Minutos después comenzaron a llegar los demás alumnos para iniciar las clases.