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Ahora

La doctora me mira a escaza distancia y después de liberar el suspiro que llevaba conteniendo por tanto rato, se acerca con una linterna pequeña. Apunta a mis ojos y después prosigue para tomar mis signos vitales. Escucho lamentos no muy lejanos a mi habitación. Sin embargo, les hago caso omiso mientras me distraigo en las profundidades de mis pensamientos, hasta que la doctora se aparta.

No cambio mi posición. Tan solo enfoco los ojos hacia a mis manos que parecen estar más frías que un cubo de hielo.

Me dispongo a hacer el primer intento de hablar, pero ella me corta.

-Jaemin, esto no es tan fácil de digerir...

-¿Por qué no lo dice y ya?-sé que no debería ser tan rudo pero la verdad es que la ansiedad me está matando-. Es más fácil sacar la espina de una vez que hacerlo poco a poco. De todas maneras va a doler, ¿o me equivoco?

Ella deja escapar un suspiro y en sus ojos puedo ver el cansancio que sus ojos reflejan. ¿Cuánto tiempo tendrá aquí? ¿Estará descansando?

Se limpia las palmas de sus manos en sus pantalones y después de lo que parecen horas, por fin se dispone a mirarme a los ojos.

-Prometo decirte todo, ¿ok?-no aparta su mirada de la mía conforme sus palabras comienzan a salir, lo que me pone los nervios de punta-. Solo necesito que comencemos despacio.

Asiento con la cabeza aunque muy en el fondo no me vea con la capacidad de cumplir con ello.

-Muy bien-dice acercándose un poco más-. ¿Recuerdas algo de lo sucedido?

-Y-yo...-aquella palabra sabe amarga en mi boca. Tengo miedo de hablar, porque sé muy bien que conforme las deje libres, fuera de la jaula donde las tenía guardadas en mi mente, cada vez voy a tener que caer en cuenta de que esta es mi realidad-. R-recuerdo que el auto perdió el control. J-joy-digo pensando en mi pequeña hermana. ¡Oh Joy, como quisiera saber que nada te sucedió!-. ella chocó contra el dash. Después de eso, el auto dejó de girar. Papá...

Y ahí es donde me detengo, porque sé que ya no puedo hablar más.

Las lágrimas comienzan a bajar una tras otra, lo que provoca que mi respiración se vuelva tan pesada como si mis pulmones estuviesen hechos de plomo.

La doctora extiende una mano hacia a mi y aprieta con fuerza. Sé que el gesto no tiende gran efecto, pero por lo menos me hace sentir que no estoy solo.

-¿Qué sucedió con ellos?-logro formular la oración con fuerza.

Muerde su labio en un gesto nervioso.

-Jaemin, seré breve como me lo pediste. Solo...-se detiene para volver a colocar sus manos sobre las mías-, solo espero que sepas que no te dejaremos solo en esto.

Asiento nervioso.

El estómago parece a punto de darme un vuelco y siento que mi corazón está por escapar de mi pecho.

-El accidente fue terrible. El impacto contra el caminó no tuvo piedad de ustedes y lastimosamente eso cobró la vida de tus padres...-se detiene un momento y sé que su mirada está sobre la mía.

El mundo a mi alrededor está girando y parece que no da vueltas. Por segundos siento la ola de emociones que me arrastra en un mar tormentoso, pero a los siguientes no siento nada. Pero aún así, reúno las pocas fueras que tengo y la miro para que continue.

-Por otro lado, Joy sí sobrevivió...

Se queda en silencio unos segundos y no puedo evitar querer lanzarme hacia ella y sacudirla hasta que me diga qué pasó con mi hermana. Porque aunque esté viva, sé que la vida no tiene la suficiente piedad para no poner un pero en el camino.

-Joy está inconsciente. El golpe que recibió no afectó solo su cuerpo, sino también parte de su cerebro. Pero Jaemin...

Me pongo mis ojos en los suyos, aún sintiendo las amenazas de las lagrimas querer salir en torrentes interminables.

-Confío en ella, tu hermana ha demostrado que es muy valiente y tan fuerte como una roca. Sé que ella estará bien-se detiene un momento meditando sus palabras-. Aún así, ella te necesita, Jaemin. Y sé muy bien que ambos son muy fuertes, ¿ok?

Asiento con la cabeza.

-Hablaremos lo demás luego. Por ahora hay alguien que quiere verte.

-Ahora no quiero visitas-sentencio.

Supongo que toma mi frase como una orden y en silencio sale de la habitación. Cuento los segundos pensando que esa persona va a entrar y cuando pasan cinco minutos, me permito derrumbarme en la almohada.

The Anatomy of Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora