S&M • l.s. au!bdsm. Traducción

IX

Las paredes violetas de la Sala de Juegos que alguna vez intimidaron a Louis, ahora se sienten tranquilas. Quizás porque esto es algo constante, el color fuerte presente en la mayoría de las sesiones y reconfortando de alguna manera o quizás sea solo su estado nervioso y lo que se aferra a lo más llamativo y constante que puede encontrar.

Cuando Louis le sugirió a Harry una sesión con bondage y un diferencial, aceptó sin siquiera dudar, incluso si el diferencial de esta sesión era que estaría atado a la cama a merced de Louis. Y eso debería hacer que Louis se calme, Harry confía en él lo suficiente como para ceder el control en una sesión, pero por supuesto, lo que siente ahora es lo opuesto a la calma.

- Está bien... - murmura Louis para sí mismo, dando un último tirón a la cuerda atada alrededor del tobillo de Harry. Se pone de pie, mirando a Harry en la cama, sus dos muñecas atadas con simples y firmes nudos al igual que sus tobillos, su cuerpo formando una "X" en la cama. Se encuentra con los ojos de Harry y la sonrisa que le da de alguna manera lo hace sentir un poco más tranquilo. - ¿Cómo te sientes?

- Atascado.-Harry se ríe, tira de los nudos y asiente levemente cuando ceden lo suficiente para moverse un poco en la cama. - ¿Y tú?

- Bastante nervioso, pero creo que lo estoy disimulando bien. - Louis sonríe, sentándose en el borde de la cama y bajando los ojos hacia el cuerpo desnudo de Harry, sin saber exactamente qué hacer a continuación y no puede evitar reír ligeramente cuando se da cuenta de que Harry ya se está excitando. - ¿Te gusta esto?

- No pensé que lo harías, pero no estaría de más intentarlo, ¿verdad? Y confío en ti, después de todo.

Louis se levanta, va al tocador y abre los cajones mientras toma lo que necesita, la sonrisa aún pegada en sus labios, un poco más confiada. Sabe más que nada que la dominación va más allá de unas pocas órdenes o azotes y que la sumisión va más allá de arrodillarse y dejar que alguien más te dé órdenes, que los dos van más allá de cualquier estereotipo creado por fantasías laicas. Y sabiendo eso, tiene un punto en el que se siente nervioso por atar a Harry, pero de alguna manera, la confianza del otro en él se refleja un poco en sí mismo y ahora comprende más que nada que la confianza es un factor importante en esto. 

Louis regresa, subiéndose a la cama de rodillas hasta que se sienta entre los muslos abiertos de Harry, girando un anillo de pene entre su dedo índice y pulgar, sus ojos vagando por el cuerpo del otro debajo de él mientras piensa qué hacer a continuación.

Louis mentiría si dijera que no le gustaba la vista de Harry ahora: atado a la cama, sus ojos verdes inquietos, esperando su próximo movimiento.

Se inclina, pasando la palma de la mano por el muslo derecho de Harry, siguiendo el diseño del tigre tatuado allí y elevándose hasta que su mano se cierne sobre su pene cada vez más rosado y duro. Levanta los ojos, se encuentra con los de Harry y encuentra increíble cuando puede ver claramente la pupila dilatándose levemente cuando toma su pene en su mano y con la otra sostiene el anillo en su base.

- Si te gusta, debería poner el anillo- tararea Louis, ganándose una risa tranquila de Harry y después de asegurarse de que está bien colocado, sube y se sienta en la cadera de Harry, sonriéndole cuando le pregunta: - ¿Cuál es tu color?

- Verde.-Harry responde, sonriendo de reojo. - ¿Cuál es tu color?

- Verde. - responde Louis, sintiéndose un poco más cómodo de que Harry le haya preguntado su color. - Entonces ... he estado pensando, ¿y cuál es el nombre? Voyeurismo, ¿verdad?

Louis puede ver la forma en que Harry traga y sus ojos se agrandan, un leve temblor recorre su cuerpo.

- He estado pensando en las últimas semanas y en las sesiones, noté que a ti particularmente te gusta mirarme cuando recibo placer de cualquier manera. - dice Louis con calma, su voz ligera y apenas traicionando la forma en que su corazón late con fuerza en ese momento. - ¿Estoy seguro?