XV

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La ventana abierta en el dormitorio apenas alivia el calor, en todo caso solo lo intensifica, dejando entrar todo el aire caliente que rodea la ciudad. Louis levanta una camisa delante de él, de pie frente a su más que completo armario. La tela es un poco pesada para la playa, pero a él le gusta el estampado oscuro y floral, eso es suficiente para que se dé la vuelta y la arroje sobre la siempre creciente pila de ropa en su cama.

- ¿Realmente necesitas todo esto? - pregunta Harry, tumbado en la cama de Louis con los pies descalzos apoyados en la pared, con la cabeza colgando del borde de la cama, observando a Louis hacer la maleta en lugar de ser útil. - ¿Y cuántas prendas tienes exactamente?

- Sí, necesito todo esto. - responde Louis, sacando una chaqueta de cuero negra con detalles rojos, arrojándola sobre la cama. - Y no sé exactamente, tenía más antes de donar los que no me ponía, en Navidad.

- Este todavía tiene la etiqueta. - murmura Harry, sosteniendo la chaqueta en sus manos.

- Me gusta ir de compras y no repito mucha ropa. - Louis se encogió de hombros, abriendo un cajón y eligiendo entre varios pantalones cortos de playa. - Y antes de que pienses que estoy en deudada por una compulsión de compras, la mayoría de estas prendas me las regaló Perrie.

- ¿Tanto le gusta mimarte?

- Sí-sonríe Louis. - Pero no los compra. ¿Sabes que Vogue tiene un armario lleno de ropa que las marcas le envían para que la fotografíe y luego la guardan? Es cierto y tengo la suerte de tener una amiga que trabaja allí y tiene un gran bolso.

- No -exclama Harry, girando sobre su estómago y mirando a Louis con incredulidad. Louis se ríe, moviendo la cabeza afirmativamente. - ¿Perrie y yo tenemos la confianza suficiente para que le dé una pequeña lista?

- Creo que sí. Le gusta dar regalos. - Louis frunce el ceño, dudando entre cuál de los trajes de neopreno llevar. - Pero ya lo ha estado haciendo de todos modos, la diferencia es que ahora serás tú quien lo pida y no yo.

- ¿Qué? - Louis se vuelve hacia su cama, apoyando su ropa en la pila de la misma, volviendo los ojos hacia Harry. - ¿La ropa que me diste era toda de Vogue?

- No, algunas las compré. - Louis se encoge de hombros. - ¿Compraste todo lo que me diste o...?

- Sí.

- ¿Incluso la bonita caja de madera? - Louis señala con la barbilla un rincón de su habitación, la caja de madera tallada con detalles de cobre que debería utilizar para guardar sus cosas de pintura, pero es tan bonita y le ha gustado tanto que prefiere poner sus perfumes y otras cosas pequeñas.

- Sí -sonríe Harry, apoyando la cara en los antebrazos contra la cama-. - Me alegro de que no lo hayas roto.

- ¡Las tazas se rompen! - Louis señala con el dedo a Harry. - Tú manchaste la camisa que te regalé, que por cierto, compré. Y no me quejo, ¿verdad?. 

- ¡La manché porque te gusta contar chistes cuando estoy comiendo! - replica Harry, cuyas sonrisas y ojos brillantes apenas validan la seriedad de la discusión. - Así que no creo que sea mi culpa, ¿verdad?

- Creo que deberías ayudarme aquí... - Louis levanta la vista de su bolsa hacia el montón de ropa que hay sobre la cama, sin necesidad de meterla en su bolsa más grande sabe que no cabrá todo en ella. Gime y se tira al suelo sentado. - Esto siempre pasa.

- No llores. - Harry se ríe, se levanta de la cama y se coloca delante del montón de ropa que hay sobre ella, con las dos manos apoyadas en la cintura. - No necesitas todo eso, ¿de acuerdo? Es una semana en la playa, puedes dejar la mayor parte de la cual no usarás, más que unos pantalones cortos y unas chanclas.

S&M • l.s. au!bdsm. TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora