Capitulo 18

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CAMILA POV

- ¿Cómo fueron esos días en Miami, Lauren te cuidó muy bien? - preguntó mi padre mientras conducía.

- Fue fácil, papá, Lauren me cuidó muy bien, hasta quitó la mancha de una camisa mía. - Dije recordando esa noche.

Lauren estuvo maravillosa estos días en Miami, no lo digo solo por el sexo, sino también por el cariño y la atención que tuvo conmigo. Sin mencionar que nunca me miró extraño ni me juzgó mientras me ayudaba a cortar la carne o poner mi comida en el plato.

Lo más loco es que estoy sintiendo cosas raras por ella en tan poco tiempo, no hace ni una hora que nos besamos o que me tocó la última vez y ya la extraño, extraño la risa y el dulce olor que solo ella tiene.

- Lauren es muy bonita, ¿no crees Camila? - pregunta mi mamá mirándome raro, tragué saliva.

Tenía razón, estoy jodida, es imposible ocultarle cosas a mi madre, estoy segura de que ella me cuestionará y no tendré adónde ir.

- Sí, y también es muy inteligente. Deberías ver su conferencia, ¿crees que incluso volveré a estudiar en el futuro para trabajar en criminal? - Traté de cambiar de tema con la esperanza de que no profundizaran más.

- Qué maravilla hija mía, será genial porque Lauren y las demás ya tienen algunos casos. - Mi padre habló emocionado y suspiré de alivio.

- Pero entonces, ¿qué hacías en esos días además de ir a la convención? ¿Has estado andando por doña Karla Camila? - pregunta mi madre mostrándome que no tenía sentido cambiar de tema, al menos no hasta que tuviera las respuestas que quería.

- No le doy el pecho, lo único que hice fue ir de casa a la convención y de la convención a la casa, ahí terminó tarde y lo único que quería era comer mientras dormía. Acabamos de salir hoy para que Lauren le compre un regalo a Yuri, y por favor mamá, no me voy a involucrar con ninguna mujer, todavía estoy llena de mi mente por el divorcio... - hable sin mirar a mi madre, porque si miro, ella caerá al saber que estoy mintiendo descaradamente.

- Mira esto Alejandro, mira lo que está haciendo tu hija. Ella tiene la cara de palo para mentir en mi cara. - Mi madre se enoja y se da vuelta para pegarme.

- Por el amor de Dios Sinu, voy a estrellar el auto.. - dijo mi padre exasperado.

- Palhaçada Karla Camila, tu padre preocupado y yo, tu esposa preocupada y tú por picardía con una mujer casada que, para empeorar las cosas, tiene un hijo. - Mi mamá dice enojada.

- ¡Mamá, no hice nada! No tuve tiempo para ninguna travesura, sin mencionar que Lauren acaba de cenar conmigo y subió a hacer una videollamada con Yudi. - Hable exageradamente.

- Qué horror Camila, ahora podría mentir y poner a un niño inocente en el medio ... - dice mi mamá enojada.

- Por favor Sinu, saldremos a hablar cuando lleguemos a casa. - pregunta mi padre volviéndose hacia mi madre.

- Mamá tengo hambre, pasé hambre en este viaje. Papá envió a Lauren a vigilar mi comida y ella solo me hizo comer verduras, incluso me hizo comer papaya, ¡odio la papaya! Pasé hambre, mamá. - Miento exageradamente haciendo teatro, esperando trabajar y ella se olvida del tema.

- Pobre mi nena ... No puedo creer que pasaras hambre, hice lasaña y ese pollito que te gusta, cuando llegues a casa vas a cenar bien. -Dice mi madre y le doy las gracias creo que dejó de lado el tema de Lauren.

- Incluso te tiene una sorpresa. - Mi padre habló emocionado y me guiñó un ojo por el espejo retrovisor.

- ¿Que sorpresa? ¿Hiciste algún dulce para mí? - pregunte emocionada, mi mamá cocina bien y siempre que dice eso se sorprende porque hizo tarta de plátano.

- Es una sorpresa mi amor, si te lo digo perderá su gracia. - habló emocionada.

El resto de la manera en que logré que mis padres hablaran sobre la convención, comencé a contarles todo lo que aprendí en esos días. Mis padres me dijeron que estos días salían casi todos los días con Michael y Clara, los cuatro ya estaban de nuevo en carne y hueso.

Cuando llegamos a casa, el auto de Hailee estaba estacionado en el estacionamiento, lo que me enfadó, pero decidí guardar mi explosión para el momento adecuado. Entramos a la casa y fuimos a la sala de estar y encontré a la perra de mi ex completamente a gusto, estaba en pijama y estaba acostada en el sofá jugando con su celular.

- Cariño, estamos aquí. - Mi mamá anunció y Hailee se levantó con una de sus habituales sonrisas falsas.

- Me alegro de que hayas llegado, estaba ansiosa. - Maldita sea, incluso su tono de voz es ridículo.

- ¿Alguien me explicará qué significa eso? - le pregunté tomando una respiración profunda.

- Hija, su apartamento rompió la tubería de agua de la cocina, toda la casa está inundada y necesitará mantenimiento. Así que decidí llevar a Hailee a casa, no podía dejar que tu esposa fuera a un hotel. - Explicó mi madre sonriendo y juro que estaba tratando de controlarme.

- Y voy a un hotel, ¿no? - pregunté ya perdiendo la paciencia.

- ¿Qué quieres decir, hija? - preguntó mi padre sin entender.

- Estoy tratando de decir que me niego a estar bajo el mismo techo que mi EX esposa, esto no tiene lugar. - dije nerviosamente yendo a mi maleta. - Mientras ella esté aquí no me voy a quedar, me voy a un hotel y me aseguraré de que no averigües cuál. - Hablé y me fui rápidamente sin esperar su reacción.

Llegue al garaje y le doy gracias a Dios por ver que las llaves de mi auto estaban donde las dejé, en cuanto salgo del auto veo a mi mamá salir por la puerta y empezar a gritarme. Acelero el coche viendo cómo se abre la puerta y luego salgo, tan pronto como mi coche llega a las calles de Nueva York, mi cabeza se vuelve hacia Lauren.

Manejo unos minutos hasta la dirección de la mujer que ya extrañaba tanto, entré al edificio con la esperanza de que estuviera en casa y sobre todo para que sus padres o cualquier otra persona que pudiera comprometer nuestro secreto esté en su casa.

- Quiero ir al apartamento de Lauren Jauregui. - le dije al portero.

- Solo una segundo, dama. Cogió el teléfono, marcó y habló durante un minuto. - Puede entrar señora, aparcar en el espacio 27b - Uno de los guardias le guiará. – Su boleto.

Luego de estacionar mi auto fui al elevador y mientras subía mi corazón latía acelerado, mi cuerpo se llenó de cierta euforia. La idea de que en unos metros ella estaría allí frente a mí, accesible para mí, me puso eufórico y ansioso.

Cuando se abrió el ascensor mi aire parecía haber desaparecido, mis piernas se debilitaron, maldita sea, tenía que estar tan hermosa y tan caliente. Ella estaba parada en la puerta mirándome un poco curiosa pero todavía sonriéndome, y todo lo que pude formular en mi cabeza fue que quería tener esa sonrisa para mí todos los días de mi vida.

Living Proof Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora