Capitulo 22

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LAUREN POV

Camila chupó mi lengua haciéndome suspirar y apretar sus hombros acercándola a mí, si no fuera por el lugar inapropiado en el que estábamos... Casi sin aliento la aparté un poco, separando nuestros labios y volviéndome hacia el espejo del ascensor. , comprobando mi imagen. Sonreí al ver mi situación a través del espejo, con la boca hinchada, la cara completamente enrojecida y un poco de cabello desordenado.

- Tenemos que dejar de pensar que en cada ascensor tenemos que atraparnos como locas en él. - dije riendo mientras me hacía un moño en el pelo.

- ¡Es tu culpa por ser tan irresistible! - bromeó Camila y yo espié el mismo ajuste.

- Pero aquí es peligroso, imagínate si alguien entra y nos pilla en el acto. - Solo imaginarme me da miedo, porque en cuestión de segundos nuestro secreto dejará de ser un secreto.

Tan pronto como termino de prepararme y las puertas del ascensor se abren y veo a mamá y Ally de pie mirándonos. Solo por la forma en que ambas me miraron, ya sabía que ambas sospechaban de Camila y de mí.

- Doña Clara, ¡cuánto tiempo! - dijo Camila tratando de no lucir nerviosa.

- ¿A dónde van ustedes dos? - pregunta mamá, cerrando los ojos e ignorando a Camila.

- Voy a una reunión, conocí a Lauren en el ascensor por casualidad. - Camila se encogió de hombros y mi madre la miró de arriba a abajo.

- Ally dijo que vendría contigo aquí, pensé en bajar las escaleras para pedirte algo de comer en el café de al lado. - Miento rezando para que ella crea y para que yo tenga todo en su lugar.

La verdad es que cuando regresaba de la oficina de Justin, Camila me arrastró al ascensor con ella, alegando que no estaba acostumbrada y que extrañaba acostarse conmigo.

- ¿No comiste? - pregunta mamá, ya parada en la puerta del ascensor.

- No, estaba ocupada con un caso y no podía alimentarme. - Mentí porque no habían pasado ni dos horas desde que almorcé.

- Sabes que no puedes comer mal. - Me regaña, suspiro de alivio.

- Le dije que, si me hubiera dicho, podría haber traído el almuerzo del restaurante con el que almorcé hoy. - Camila habló con tanta verdad, la traviesa sabe mentir.

- Muy útil... - Mi madre miró con recelo.

- Por supuesto que tiene mucho interés en mantener bien alimentada a Laur. - Miré sorprendida a Ally, tenía una expresión divertida.

- ¿Es eso? ¿Y por qué darle todo interés? - Mierda, mi madre a veces echa de menos uno.

- Um, es sólo que uno se enferma ... hmm ... y tiene que estar sana para trabajar. - Camila se acurrucó un poco y se sonrojó violentamente.

- Bueno, me voy, si no voy a llegar tarde ... - habla Camila y finalmente mi madre nos deja salir del ascensor.

Camila se despide de nosotras y nos quedamos de pie y la vemos partir.

- Vamos a darte de comer pronto, necesitas muchas vitaminas Lauren Michelle. - dice mamá mirándome.

- Para soportar ese huracán latino que realmente necesitas ... - dice Ally con una sonrisa.

- ¿Qué pasa, Allyson Jauregui, qué vergüenza es esa? - Mi mamá dice enojada.

- Cual es el problema mamá, Lo es soltera, si quiere sentarse en el latín le doy todo el apoyo ... - habla Ally encogiéndose de hombros.

- Tu hermana no está para nada soltera, pronto pasarán las tonterías de ella y Zachary y volverán. - Mi madre habla mirándome enojada.

- Vamos, tengo mucha hambre. - No estuve de acuerdo al comenzar a caminar.

- ¡Así es Lauren Michelle, corre! - Dijo mi madre un poco en voz alta, llamando la atención de la gente.

Sintiéndome llena y a punto de explotar en cualquier momento, me senté en mi silla. Mi madre se vengó de mí de la peor manera posible y me hizo comer hasta que dije lo suficiente, sin mencionar las risitas y bromas de Ally que me dieron ganas de darle un puñetazo en la cara.

Me concentré en mi trabajo tratando de olvidar la cantidad de comida que me obligaba a comer, cuando la vi noté que había perdido el tiempo cuando Yudi entró a mi habitación toda eléctrica y con el pelo húmedo debido a la natación.

- Había muchos niños y luego la maestra nos dejó jugar en el agua. - habló Yudi emocionado en mi regazo.

- Me alegro que te haya gustado, la semana que viene hay más. - Besé tu frente.

- Tengo hambre mamá. - Mi hijo me miró con unos ojos enormes que tanto amo.

- Vaya, ¿escuché a alguien decir que tiene hambre aquí? Miré hacia la puerta y vi a Dinah de pie.

- ¡Tía DJ! - gritó Yudi eufórico corriendo hacia la rubia.

- Hola japonés. - Recogió a mi hijo. - ¿Qué tal si vamos a la cocina a comer galletas y tomar un jugo? - preguntó ella divertida y él estuvo de acuerdo.

- ¿Puedo ir mamá? - Me miró sonriendo.

- Puedes amor. -Sonreí al ver a los dos celebrando y saliendo de mi habitación.

Aproveché este corto tiempo para apagar todo y enviar un mensaje a Camila, mientras juntaba todas mis cosas. Quité el foco de mi teléfono celular, escuchando pequeños golpes en mi puerta abierta, miré en la dirección de ella y vi a mi padre parado con la expresión cerrada.

- Cena en casa el sábado, tú y Zachary estarán allí a las ocho. - Dijo corto y grueso y se fue antes de que pudiera decir nada.

Estaba mirando a la puerta tratando de entender lo que mi padre piensa que soy para hablarme así, pensando que seguiré lo que dice, alguien necesita decirle urgentemente que este tiempo de sumisión y obediencia sin cuestionar ha pasado.

Dejé mis pensamientos con mi celular vibrando y miré, era Camila diciéndome que podía ir allí más tarde cuando Yudi durmiera. Sonreí olvidándome de todo solo imaginando todo lo que haríamos esta noche, mi estómago se sentía lleno de mariposas y mi cuerpo se puso la piel de gallina con solo imaginarlo.

- Adelante ... - La acerco, sintiéndome ansiosa.

- Te extrañe, mi niña blanca ... - Apenas tengo tiempo de decir nada, y Camila me empuja para pegar mi cuerpo al de ella y mi boca a la suya.

- Maldita sea, soy adicta a tus besos. - Hablé entre besos.

- Yo también lo soy Lo, Yudi tardó mucho en dormir... - comentó Camila mientras yo la besaba y mordía el cuello.

Camila tuvo que esperar unos 30 minutos en el auto esperando que le enviara un mensaje diciendo que podía subir, ayer pensamos que sería mejor encontrarnos así cuando Yudi está conmigo.

- Hueles muy bien. - le digo pasándole la nariz por el cuello y sonriendo al verla temblar.

Estábamos saliendo en la puerta, realmente la extrañaba y podía ver que ella también se sentía de la misma manera que yo. Solo logramos desengancharnos cuando su estómago decidió quejarse de hambre, la llevé a la cocina y le hice un bocadillo para que comiera y aun así me quedó lo que me sobró del postre que hice.

- Está sucio aquí. - Le puse el pulgar en la comisura de los labios, estaba toda manchada de chocolate.

- ¿No te importa? - me preguntó un poco avergonzada.

- Me gusta tu forma, nunca cambiaría eso en ti. - Acaricié su rostro, mirándola sonreír tontamente.

- Te besaría ahora si no estuviera toda untada con pastel de chocolate. - dijo riendo y se llevó una cucharada de bizcocho a la boca.

- No me importa si estás toda manchada. - dije mirando fijamente para ver cuál sería su reacción.

Me miró unos segundos antes de dejar caer el bizcocho en la encimera y avanzar hacia mí, tenía razón al decir que estaba toda untada de bizcocho porque sabía a chocolate y olía también. Me reí ahogada por sus labios y la abracé, relajando mi cuerpo y dejé que me besara como quería.

Living Proof Camren [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora