Puedo intentarlo

796 57 7
                                    


A la mañana siguiente, Regina ya tenía sus cosas listas, había estado revisando a su hija constantemente y la fiebre había desaparecido completamente, sin hacer ruido, fue a la habitación que compartían Arizona y Callie, sintió una punzada de culpa al tener que despertar a su amiga mientras estaba acurrucada con la otra.

-Ari- Susurró cerca del oído de su amiga y esta ronroneó- Ari, necesito un favor.

La rubia abrió perezosamente los ojos.

-¿Qué pasa? ¿Emi se puso mal?- Preguntó en voz baja.

-No, ella está mucho mejor, necesito la llave de tu coche, tengo que irme.

-Es de madrugada Regina, aún tenemos tiempo.

-Por favor Ari, más tarde te explico, puedes pedirle a Callie que te lleve a casa.

La morena dormida murmuró algo entre sueños pero no se despertó.

-De acuerdo, están en el tocador ¿Quieres que me vaya con ustedes? Si me necesitas, no tengo problema.

-No es necesario, aprovecha un poco más de tiempo con Torres- Besó su cara- Gracias, nos vemos en casa.

Se echó la maleta al hombro, tomó a su hija en sus brazos y salió de la casa sigilosamente.

Agradeció mentalmente que era su día de descanso.

PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN

Me desperté con la luz de la mañana entrando a través de las persianas parcialmente abiertas, Robert roncaba todavía a mi lado, esa era una de las razones por las que no era fanática de dormir con mi novio. Suspiré profundamente y fui a hacer mi higiene matutina.

Estaba de mal humor, el error que cometí anoche apenas me dejó dormir, mi mente estaba siendo cruel conmigo reproduciendo ese evento, podía sentir fantasmalmente los labios de Regina sobre mis míos.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, Callie estaba preparando algo.

-Buen día Emma, espero no te moleste que me encargue del desayuno.

-Para nada ¿Eres la única que se ha despertado? Quiero ver a Emi.

-Arizona está haciendo la cama, Regina y Emily ya se fueron, la niña ya estaba bien, supongo que Mills quería pasar tiempo con su novia antes de que regrese a Nueva York.

Resoplé molesta.

Desayunamos los cuatro prácticamente en silencio, mi novio continuaba molesto, yo de mal humor, la poca platica fue entre Callie y Arizona.

-Es hora de irme, tengo que ir al hospital más tarde- Habló Robbins- Gracias por su hospitalidad jefa- Dijo con honestidad y yo asentí con la cabeza- Callie ¿Sigue en pie llevarme a casa?- Le preguntó con algo de chulería.

-Por supuesto, también puedo pasar por ti después para ir al hospital- Sonrió algo apenada- Quiero decir, por si Mills necesita tu auto hoy que es su día libre, o por si Emily enferma de nuevo y necesita moverla, no sé- Desvió la mirada.

-Seguramente esas son las únicas razones Callie- Pensé y sonreí.

-Es una excelente idea Callie, gracias- Le sonrió ampliamente y yo puse los ojos en blanco

Me quedé a solas con mi novio, pero mi mente estaba ausente, besé a Regina después de tantos años, aunque fue diferente en aquel entonces, me hizo viajar a nuestro primer beso.

NADA SE COMPARA CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora